virgen
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96
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada nuestra
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
el fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Jesucristo, de Jesucristo.
Amén.
103
María de Jasna Göra
Himno a la Virgen de Jasna Göra, Chestokowa, Polonia
MARÍA DE JASNA GÖRA
MATER ABSCONDITA
AC SEMPER SOLICITA.
TU, REDEMPTORIS MATER,
ORA PRO NOBIS.
Surge como Débora,
sálvanos como Judit,
canta como Ana,
intercede como Ester.
MARÍA, …
Madre del cielo:
enséñanos a seguir las huellas,
las huellas de Cristo,
del humilde Hijo,
de la humilde Madre,
de la siempre Virgen María.
MARÍA, …
106
María, pequeña María
Himno
María, pequeña María,
tú eres la brisa suave de Elías,
el susurro del Espíritu de Dios.
Tú eres la zarza ardiente de Moisés
que llevas al Señor y no te consumes.
Tú eres «el lugar junto a mí»
que mostró el Señor a Moisés;
tú eres la hendidura de la roca
que Dios cubre con su mano
mientras que pasa su Gloria.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS
SI HEMOS HALLADO GRACIA A SUS OJOS.
ES CIERTO QUE SOMOS PECADORES,
MAS RUEGA TÚ POR NOSOTROS
Y SEREMOS SU PUEBLO Y SU HEREDAD.
María, pequeña María,
¡Hija de Jerusalén!
Madre de todos los pueblos,
¡Virgen de Nazaret!
Tú eres la nube del desierto
que protege la marcha de Israel;
tú eres la tienda de la reunión;
el arca que lleva la alianza;
el Santuario de la Gloria del Señor.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS …
132
Salve, Reina de los cielos
Himno
Salve, reina de los cielos,
señora, señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
tú, tú, tú abriste el camino a nuestra luz.
ALÉGRATE, VIRGEN MARÍA,
ENTRE TODAS LA MÁS BELLA;
SALVE, ETERNA DONCELLA,
RUEGA A CRISTO POR NOSOTROS.
SALVE, ETERNA DONCELLA,
RUEGA A CRISTO POR NOSOTROS.
I… I… I…
Salve raíz, salve puerta,
tú, tú, tú abriste el camino a nuestra luz.
ALÉGRATE, VIRGEN MARÍA …
138
Shlom-lej Mariam
Ave María en arameo antiguo
SHLOM-LEJ MARIAM,
MALIATH TAI BUTH.
MARAN, MARAN AMEJ,
MARAN, MARAN AMEJ.
Ave María, llena de gracia.
El Señor, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu seno, Jesús.
SANTA, SANTA MARÍA,
MADRE, MADRE DE DIOS,
RUEGA, RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS, QUE SOMOS PECADORES.
María, no llores.
María, María, María.
¡Ayaay, ayaay, aay!
SANTA, SANTA MARÍA …
María, ayúdanos.
María, ayúdanos.
¡Virgen María!
¡Ay ay ay ay ay ay ay!
¡Ayúdanos!
SHLOM-LEJ MARIAM ...
144
Sola a Solo bajo la cruz,
María, ¿quién te podrá separar?
Virgen sola,
Madre, torre atravesada.
Columna de amor,
tú sujetas el cielo
de nuestra débil fe.
¡SOLA A SOLO!
¡MADRE LLENA DE DIOS!
RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS PECADORES.
Sola a Solo bajo la cruz,
María, ¿quién te podrá separar?
VIRGEN SOLA,
MADRE, TORRE ATRAVESADA.
Columna de amor,
tú sujetas el cielo
de nuestra débil fe.
¡SOLA A SOLO! …
150
Un retoño brota del tronco de Jesé
Isaías 11,1-11
UN RETOÑO BROTA DEL TRONCO DE JESÉ,
UN GERMEN DE SUS RAÍCES.
SOBRE ÉL SE POSA EL ESPÍRITU DEL SEÑOR:
ESPÍRITU DE SABIDURÍA E INTELIGENCIA,
ESPÍRITU DE CONSEJO Y FORTALEZA,
ESPÍRITU DE CIENCIA Y DE PIEDAD,
ESPÍRITU DE TEMOR DEL SEÑOR.
No juzgará de oídas,
sino que ayudará a los oprimidos.
Su palabra será una vara contra el violento
y con el soplo de su boca matará al malvado.
El lobo vivirá con el cordero,
la pantera se echará con el cabrito,
el león y el novillo pacerán juntos,
y un niño los guiará, y un niño los guiará.
UN RETOÑO BROTA …
La vaca y la osa estarán juntas,
el león, como el buey, comerá paja.
El niño de pecho hurgará
en el agujero del áspid,
el recién nacido meterá la mano
en la hura de la víbora.
Porque ya nadie hará daño.
PORQUE YA NADIE HARÁ DAÑO.
Porque la tierra estará llena
del conocimiento del Señor.
PORQUE LA TIERRA ESTARÁ LLENA
DEL CONOCIMIENTO DEL SEÑOR.
Porque aquel día
la raíz de Jesé se levantará
como estandarte de los pueblos,
y las gentes lo seguirán con ansia.
En aquel día el Señor extenderá su mano
y un camino se formará,
Y UN CAMINO SE FORMARÁ;
una vía para todas las naciones,
UNA VÍA PARA TODAS LAS NACIONES
que la Virgen indicará.
UN RETOÑO BROTA …
158
Virgen de la maravilla
Himno
MARÍA, HIJA DE TU HIJO,
MADRE DE JESÚS
Y MADRE NUESTRA.
¡VIRGEN DE LA MARAVILLA!
María, tú la creatura
que has dado a luz al Creador,
tú eres la sierva
que ha concebido al Señor.
MARÍA, HIJA DE TU HIJO …
María, hecha de tierra,
tú eres la gloriosa,
gloriosa imagen del cielo.
MARÍA, HIJA DE TU HIJO …
María, siendo la pequeña
tú eres la más grande,
siendo hija de Dios eres su Madre,
siendo hija de Dios
eres su Madre.
¡Virgen de la maravilla!
MARÍA, HIJA DE TU HIJO …
174
CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO,
CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA.
CREO EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR,
QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO,
NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN.
PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO,
FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO,
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS.
AL TERCER DÍA RESUCITÓ, RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS,
SUBIÓ AL CIELO Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DE DIOS,
DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS.
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO,
LA SANTA IGLESIA CATÓLICA,
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS,
EL PERDÓN DE LOS PECADOS,
LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE
Y LA VIDA ETERNA.
AMÉN.
182
Plegaria Eucarística II - Modelo I (1ª parte)
Modelo I
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar,
a ti, Padre Santo,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra,
hiciste todas las cosas.
Tú nos lo enviaste hecho hombre
por obra del Espíritu Santo,
para que, nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
MURIENDO
DESTRUYÓ NUESTRA MUERTE,
RESUCITANDO
RESTAURÓ NUESTRA VIDA.
Por eso, con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO ...
184
Plegaria Eucarística II - Modelo I (doxología alternativa)
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …, con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
185
Plegaria Eucarística II - Modelo II
Modelo II (1987)
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO.
Verdaderamente
es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar.
A ti, Padre Santo, por Jesucristo,
tu amadísimo Hijo.
Por él, que es tu Palabra viviente,
hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste Salvador y Redentor
hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
y nacido de la Virgen María,
para cumplir tu voluntad
y adquirir para ti un pueblo santo,
Él extendió sus brazos en la cruz,
muriendo destruyó la muerte.
Y proclamó
la resurrección.
Y PROCLAMÓ
LA RESURRECCIÓN.
Por este misterio de salvación,
unidos a los ángeles y a los santos
cantamos a una sola voz
el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
santifica estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …,
con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
188
Plegaria Eucarística IV
(1988)
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
192
Prefacio para Adviento y Navidad
Prefacio de Adviento II – Melodía para el tiempo de Adviento y Navidad
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso
y eterno, por Cristo, Señor Nuestro.
A quien todos los profetas anunciaron,
la Virgen esperó con inefable amor de Madre,
Juan lo proclamó ya próximo
y señaló después entre los hombres.
El mismo Señor nos concede ahora
prepararnos con alegría,
al misterio de su nacimiento,
para encontrarnos así, cuando llegue,
velando en oración y cantando su alabanza.
Por eso, con los ángeles y arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
204
A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, Eterno Padre,
te venera toda la creación.
A TI CANTAN LOS ÁNGELES,
Y TODAS LAS POTENCIAS DEL CIELO:
SANTO, SANTO, SANTO,
SANTO, SANTO, SANTO,
EL SEÑOR DEL UNIVERSO.
Los cielos y la tierra están llenos
de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza el glorioso
coro de los apóstoles,
la multitud adorable de los profetas,
el cándido ejército de los mártires.
A ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra,
te proclama: Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, Defensor.
A TI CANTAN LOS ÁNGELES …
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el reino de los cielos.
Tú te sientas a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.
A TI CANTAN LOS ÁNGELES …
Creemos que un día
has de venir como juez.
Te rogamos, que vengas en ayuda de tus siervos
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad.
Sé su pastor, ensálzalo eternamente.
A TI CANTAN LOS ÁNGELES …
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confiamos,
que no quedemos confundidos eternamente.
A TI CANTAN LOS ÁNGELES …
246
La Cordera de Dios
Mateo 1,18ss
Era la Virgen María prometida de José,
cuando antes de que vivieran juntos,
se encontró encinta por obra
del Espíritu Santo.
Y José, como era justo
y no quería repudiarla,
decidió abandonarla en secreto.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA!
CORDERA DE DIOS, HUMILDE CORDERA
QUE NO TE RESISTES AL MAL.
MADRE DE JESÚS Y MADRE NUESTRA,
RUEGA POR NOSOTROS,
RUEGA POR NOSOTROS.
María dio a luz a su hijo,
lo envolvió en pañales
y lo acostó en un pesebre
porque no había sitio para ellos en la posada.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
Y una noche José se levantó,
tomó al niño y a su madre
y huyó a Egipto
porque querían matar al niño.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
Un grito se siente en Ramá, ¡Ay Ayaay!
un llanto y un lamento grande:
es Raquel que llora a sus hijos,
y no quiere ser consolada,
porque ya no existen.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
El Ángel del Señor le dijo a José en Egipto:
«Levántate, toma contigo
al niño y a su madre,
y vuelve a la tierra de Israel;
porque «de Egipto llamé a mi Hijo.»
CORDERA DE DIOS ...
255
Suba el esposo al leño de su tálamo
Himno de san Quodvultdeus
SUBA, EL ESPOSO,
SUBA, AL LEÑO DE SU TÁLAMO;
SUBA NUESTRO ESPOSO, AL LECHO,
AL LECHO DE SU TÁLAMO.
Duerma, muriendo y se abra su costado,
y salga la Iglesia virgen.
Herido en su costado al instante salió
Sangre y agua, Sangre y agua.
Agua, con la que la Esposa fue lavada,
Sangre que recibe como dote.
Duerme Adán y es creada Eva,
muere Cristo y es formada la Iglesia.
SUBA, EL ESPOSO …
¡Oh, qué grande el sacramento de estas bodas!
¡Qué misterio este Esposo y esta Esposa!
La Esposa toma el velo
cuando muere el Esposo,
y el Esposo se une a la Esposa
cuando de la muerte se separa.
Y cuando el Esposo es elevado a los Cielos
la Esposa se hace fecunda en toda la tierra.
SUBA, EL ESPOSO …