Como la cierva
Salmo 42-43 (41-42)
Como la cierva anhela, las corrientes de agua,
así mi alma, te anhela a ti, Dios mío.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿cuándo podré ver el rostro de Dios?
Mis lágrimas son mi pan, noche y día,
mientras mis enemigos me dicen todo el día:
¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Dios?
¿Dónde está tu Dios?
Y cuando yo recuerdo,
el alma se me llena de tristeza,
cómo marchaba en medio
de un pueblo en fiesta.
¿Por qué te abates, alma mía,
por qué tú gimes dentro de mí?
ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS:
QUE VOLVERÁS A ALABARLO.
¡Porque él, él es tu salvación,
él es tu Dios, él es tu Dios!
ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS,
ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS:
QUE VOLVERÁS A ALABARLO.
Cuántas veces le he dicho a mi roca:
¿Por qué me has abandonado?
¿Por qué camino triste
oprimido por mis enemigos?
Se me rompen los huesos
de escuchar todo el día:
¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está ese Dios?
Señor, envíame tu luz y tu verdad,
que ellas me guíen, hasta tu monte santo.
Entonces podré cantar
un canto de alegría con mi guitarra.
¿Por qué te abates, alma mía, …
ESPERA EN DIOS …
¡Porque él, él es tu salvación ...
ESPERA EN DIOS …
así mi alma, te anhela a ti, Dios mío.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿cuándo podré ver el rostro de Dios?
Mis lágrimas son mi pan, noche y día,
mientras mis enemigos me dicen todo el día:
¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Dios?
¿Dónde está tu Dios?
Y cuando yo recuerdo,
el alma se me llena de tristeza,
cómo marchaba en medio
de un pueblo en fiesta.
¿Por qué te abates, alma mía,
por qué tú gimes dentro de mí?
ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS:
QUE VOLVERÁS A ALABARLO.
¡Porque él, él es tu salvación,
él es tu Dios, él es tu Dios!
ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS,
ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS:
QUE VOLVERÁS A ALABARLO.
Cuántas veces le he dicho a mi roca:
¿Por qué me has abandonado?
¿Por qué camino triste
oprimido por mis enemigos?
Se me rompen los huesos
de escuchar todo el día:
¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está ese Dios?
Señor, envíame tu luz y tu verdad,
que ellas me guíen, hasta tu monte santo.
Entonces podré cantar
un canto de alegría con mi guitarra.
¿Por qué te abates, alma mía, …
ESPERA EN DIOS …
¡Porque él, él es tu salvación ...
ESPERA EN DIOS …