solo

Aparece 29 veces en 22 canto(s)

solo

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24

A ti, Señor, en mi clamor imploro

Salmo 142 (141)

A TI, SEÑOR, EN MI CLAMOR IMPLORO.
A TI, SEÑOR, EN MI CLAMOR SUPLICO.
A TI DERRAMO MI LAMENTO,
A TI MI ANGUSTIA EXPONGO.
Siento que el espíritu en mí se apaga;
mas tú conoces mi sendero.
Mira, Señor, que en el camino,
mira, Señor, que me han tendido un lazo.
Mira, Señor, que a la derecha no hay ninguno,
ninguno que me conozca.
Huye de mí todo consuelo,
que no hay nadie que se cuide de mi alma.
A TI, YO CLAMO SEÑOR;
A TI, YO DIGO: ¡TÚ SOLO ERES MI REFUGIO,
TÚ ERES MI PORCIÓN EN ESTA TIERRA,
MI ÚNICA FELICIDAD!
Escúchame, Señor, que estoy llorando,
estoy tan deprimido.
¡Líbrame de estos enemigos
que son más fuertes que yo!
¡Saca mi alma de esta cárcel,
y yo daré gracias a tu nombre!
En torno a mí los santos harán corro,
me felicitarán por tu favor hacia mí.
A TI, SEÑOR, EN MI CLAMOR …
A TI, YO CLAMO SEÑOR …
60

De profundis

Salmo 130 (129)

DE LO PROFUNDO A TI GRITO, SEÑOR:
¡SEÑOR ESCUCHA MI VOZ!
¡ESTÉN TUS OÍDOS ATENTOS
A LA VOZ DE MI SÚPLICA!
Si llevas cuenta de los pecados, Señor,
¿quién se salvará?, ¿quién se salvará?
MAS CERCA DE TI ESTÁ EL PERDÓN,
SÓLO EN TI SE ENCUENTRA EL AMOR.
Yo espero en el Señor, mi alma espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor más que el centinela la aurora;
Israel espera al Señor más que el centinela espera a la aurora.
PORQUE SOLO EN EL SEÑOR ESTÁ EL AMOR,
SÓLO EN ÉL SE ENCUENTRA EL PERDÓN.
El Señor redime a Israel,
EL SEÑOR REDIME A ISRAEL DE TODOS SUS PECADOS.
¡Ay!
73

Escóndeme en lo oculto de tu tienda

Salmo 27 (26)

ESCÓNDEME
EN LO OCULTO DE TU TIENDA,
SOBRE TU ROCA LEVÁNTAME.
Yahveh es mi luz y mi salvación,
¿a quién he de temer?
Yahveh es el refugio de mi vida,
¿por quién he de temblar?
ESCÓNDEME ...
Cuando se acercan contra mí los malvados
a devorar mi carne,
son ellos, mis adversarios y enemigos,
los que tropiezan y sucumben.
ESCÓNDEME ...
Aunque acampe un ejército contra mí,
mi corazón no teme;
aunque estalle una guerra contra mí,
estoy seguro en ella.
ESCÓNDEME ...
Una cosa he pedido a Yahveh,
eso solo estoy buscando:
habitar en la Casa del Yahveh,
todos los días de mi vida.
ESCÓNDEME ...
Él me dará cobijo en su cabaña
el día de la desdicha;
me esconderá en lo oculto de su tienda,
sobre su roca me levantará.
ESCÓNDEME ...
Escucha, Yahveh, mi voz que clama,
¡tenme piedad, respóndeme!
Sí, Yahveh, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
ESCÓNDEME ...
85

He esperado en el Señor

Salmo 40 (39)

HE ESPERADO,
HE ESPERADO EN EL SEÑOR
Y ÉL HACIA MÍ SE HA INCLINADO,
HA ESCUCHADO MI GRITO,
ME HA SACADO
DE LA FOSA DE LA MUERTE.
Me ha sacado del fango de la ciénaga;
ha puesto mis pies sobre la roca,
ha establecido mis pasos
en un camino, en un camino de salvación.
HE ESPERADO …
Ha puesto en mi boca un cantar nuevo,
una alabanza, una alabanza a nuestro Dios;
muchos vendrán y lo verán,
y tantos en él confiarán.
HE ESPERADO …
¡Dios mío, cuántas maravillas,
cuántos prodigios en nuestro favor!
Si los quiero anunciar y proclamar,
son tantos que me superan en número.
HE ESPERADO …
No quisiste sacrificios ni oblación,
por eso me has abierto el oído;
no has querido víctima por la culpa,
por eso he dicho: he aquí que vengo
para hacer tu voluntad.
NO QUISISTE ...
HE ESPERADO …
De mí está escrito en tu libro
que yo haga, Señor, tu voluntad.
Dios mío, eso sólo quiero,
tu palabra, tu palabra en mis entrañas.
HE ESPERADO …
100

Llévame al cielo

Filipenses 1,23

¡LLÉVAME AL CIELO,
LLÉVAME AL CIELO, OH SEÑOR!
PORQUE MORIR, PORQUE MORIR
ES CON MUCHO LO MEJOR,
ES CON MUCHO LO MEJOR.
ESTAR CONTIGO, ESTAR CONTIGO.
Una cosa te ruego, eso sólo te pido:
no dudar nunca de tu amor;
no dudar nunca de ti.
Estar contigo,
ESTAR CONTIGO.
¡LLÉVAME AL CIELO ...
Oh qué bueno, oh qué dulce
ha sido tu amor conmigo,
ha sido tu amor conmigo.
Oh qué bueno,
OH QUÉ DULCE.
¡LLÉVAME AL CIELO ...
Una cosa te ruego …
¡LLÉVAME AL CIELO ...
108

Me has seducido, Señor

Jeremías 20,7-18

ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR,
Y ME HE DEJADO SEDUCIR;
HAS LUCHADO CONMIGO
Y ME HAS VENCIDO.
HAS SIDO MÁS FUERTE QUE YO,
ME HAS PODIDO.
Cuando hablo debo gritar:
«¡Violencia!», «¡Opresión!»
Así tu Palabra es para mí befa y oprobio.
Me decía: «No pensaré más en Él,
no hablaré más en su Nombre.»
Mas en mi corazón
había un fuego ardiente,
que corría por mis huesos.
MAS EN MI CORAZÓN
HABÍA UN FUEGO ARDIENTE,
QUE CORRÍA POR MIS HUESOS.
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR …
¡Maldito el día en que nací!
¡Maldito el hombre
que le dio la noticia a mi padre:
«Te ha nacido un hijo»!
¿Por qué he salido del seno de mi madre,
si sólo debo ver penas y aflicción?
MAS EL SEÑOR ESTÁ CONMIGO,
COMO UN HÉROE VALEROSO.
Cantad himnos al Señor, alabad su Nombre,
que ha salvado la vida de este pobre.
MAS EL SEÑOR ESTÁ CONMIGO,
COMO UN HÉROE VALEROSO.
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR …
110

Misericordia mía, misericordia

Salmo 51 (50) “Miserere”

Misericordia mía, Misericordia.
MISERICORDIA MÍA, MISERICORDIA.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
POR TU INMENSA COMPASIÓN
BORRA MI CULPA;
lava del todo mi delito,
LIMPIA MI PECADO.
MISERICORDIA MÍA, MISERICORDIA ...
Pues yo reconozco mi culpa,
TENGO SIEMPRE PRESENTE MI PECADO:
contra ti, contra ti sólo pequé,
COMETÍ LA MALDAD QUE ABORRECES.
En la sentencia tendrás razón,
EN EL JUICIO RESULTARÁS INOCENTE.
Mira, que en la culpa nací,
PECADOR ME CONCIBIÓ MI MADRE.
Te gusta un corazón sincero,
Y EN MI INTERIOR ME INCULCAS SABIDURÍA.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
LÁVAME: QUEDARÉ
MÁS BLANCO QUE LA NIEVE.
Hazme oír el gozo y la alegría,
QUE SE ALEGREN
LOS HUESOS QUEBRANTADOS.
Aparta de mi pecado tu vista,
BORRA EN MÍ TODA CULPA.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
RENUÉVAME POR DENTRO
CON ESPÍRITU FIRME;
no me arrojes lejos de tu rostro,
NO ME QUITES TU SANTO ESPÍRITU.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
AFIÁNZAME CON ESPÍRITU GENEROSO;
enseñaré a los malvados tus caminos,
LOS PECADORES VOLVERÁN A TI.
Líbrame de la sangre,
oh Dios, Dios Salvador mío,
Y CANTARÁ MI LENGUA TU JUSTICIA.
Señor, me abrirás los labios,
Y MI BOCA PROCLAMARÁ TU ALABANZA.
Los sacrificios no te satisfacen:
SI TE OFRECIERA UN HOLOCAUSTO,
TÚ NO LO QUERRÍAS.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
UN CORAZÓN QUEBRANTADO Y
HUMILLADO, TÚ NO LO DESPRECIAS.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
RECONSTRUYE
LAS MURALLAS DE JERUSALÉN:
Entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
SOBRE TU ALTAR
SE INMOLARÁN NOVILLOS.
MISERICORDIA MÍA, MISERICORDIA …
116

Oh Jesús, amor mío

Himno

¡Oh Jesús, amor mío
cuánto me has amado,
cuánto me has amado!
¡OH JESÚS, AMOR MÍO
CUÁNTO ME HAS AMADO,
CUÁNTO ME HAS AMADO!
Tú has recibido las espinas de la soberbia de mí,
para que yo reciba la humildad de ti.
Tú has recibido los azotes de la lujuria de mí
para que yo reciba el amor y la pureza de ti.
Tú has sido por la avaricia despojado por mí
para que yo reciba la riqueza de ti.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
Tú has recibido la hiel y el vinagre de mí
para que yo reciba la dulzura de ti.
Tú has recibido el desprecio y los insultos de mí
para que yo reciba la mansedumbre de ti.
Tú has recibido los clavos
y la lanzada de mí
para que yo reciba la obediencia de ti.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
Tú has sido crucificado por mí
para que yo reciba la salvación de ti.
Tú has recibido la muerte de mí
para que yo reciba la vida de ti.
Tú has recibido la sepultura de mí
para que yo reciba la resurrección de ti.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
De mí, Señor, tú has recibido el mal,
la muerte y el pecado
para que yo reciba de ti sólo a ti mismo;
a mí, a mí tú te has donado.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
120

Paloma incorrupta

Himno inspirado en los Kontákia de san Romano el Meloda

Dios te salve, María,
radiante como el sol.
Tú nos muestras el camino;
esperanza de los confines de la tierra;
tú eres la sola Paloma incorrupta.
Está en ti toda la belleza del Espíritu;
gloria que en el mundo
hace bella la creación.
DIOS TE SALVE, MARÍA,
RADIANTE COMO EL SOL.
PALOMA INCORRUPTA;
REFUGIO DE LAS ALMAS DÉBILES;
ARCA DEL ESPÍRITU SANTO.
Dios te salve, María,
radiante como el sol.
Tú intercedes por todos los hombres;
tú eres el refugio de las almas débiles;
filacteria de la perfecta castidad;
arca perfumadísima del Espíritu Santo.
DIOS TE SALVE, MARÍA …
Dios te salve, María,
radiante como el sol.
A ti suplican todos los hombres;
a ti pedimos por la Iglesia,
dale nuevo vigor de gracia y santidad.
DIOS TE SALVE, MARÍA …
134

Secuencia del Corpus Christi

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

Alaba, Sión, al Salvador,
él es tu guía y tu Pastor.
Alábalo con himnos y cantos.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES,
PAN DE LOS QUE HACEN CAMINO.
ESTE ES EL PAN DE LOS HIJOS.
Canta con todo fervor,
al pan vivo que da vida:
este es el tema del canto
y el objeto de alabanza.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
Ciertamente se donó,
al grupo de doce hermanos,
en fraterna y santa cena.
Esta es la fiesta solemne,
en la cual celebramos,
la primera y santa cena.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
Es el banquete del nuevo Rey,
la nueva Pascua y nueva Ley,
donde lo antiguo termina.
Lo antiguo se verá nuevo,
la realidad a la sombra;
¡Es todo luz, ya no hay tinieblas!
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
Cristo deja en su memoria,
lo que hizo en Santa Cena,
nosotros lo renovamos.
Obedientes a su palabra,
consagramos pan y vino,
¡Hostia de la salvación!
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
Es cierto a los cristianos,
que se transforma el pan en carne,
y que el vino se hace sangre.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
Tú no ves, tú no comprendes;
mas la fe te lo confirma
más allá de la razón.
Es signo lo que aparece,
y esconde un gran misterio,
una realidad sublime.
Comes carne, bebes sangre,
en las dos especies;
pero queda Cristo entero.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
El que come solo parte,
ni separa ni divide,
en tanto que lo recibe.
Que sean uno, que sean mil,
igualmente lo reciben
y nunca se consume.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
Buen pastor, pan verdadero
de nosotros ten piedad.
Danos los bienes eternos
en la tierra de los vivos.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
¡Oh, Señor, que todo sabes!
¡Oh, Señor, que todo puedes!
¡Que nos sacias en la tierra!
Conduce a tus hermanos
a la cena del cielo;
en el gozo de los santos.
ESTE ES EL PAN DE LOS ÁNGELES …
144

Sola a solo

Himno

Sola a Solo bajo la cruz,
María, ¿quién te podrá separar?
Virgen sola,
Madre, torre atravesada.
Columna de amor,
tú sujetas el cielo
de nuestra débil fe.
¡SOLA A SOLO!
¡MADRE LLENA DE DIOS!
RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS PECADORES.
Sola a Solo bajo la cruz,
María, ¿quién te podrá separar?
VIRGEN SOLA,
MADRE, TORRE ATRAVESADA.
Columna de amor,
tú sujetas el cielo
de nuestra débil fe.
¡SOLA A SOLO! …
156

Veni creator

Himno de vísperas de Pascua, de la Ascensión a Pentecostés

VEN, ESPÍRITU CREADOR
VISITA NUESTRA MENTE;
LLENA DE TU AMOR
EL CORAZÓN QUE HAS CREADO.
Oh dulce consolador,
don del Padre altísimo,
agua viva, fuego, amor,
santo crisma del alma.
DEDO DE LA MANO DE DIOS,
PROMESA DEL SALVADOR,
DERRAMA TUS SIETE DONES,
SUSCITA EN NOSOTROS LA PALABRA.
Sé luz del intelecto,
llama ardiente en el corazón,
sana nuestras heridas
con el bálsamo de tu amor.
DEFIÉNDENOS DEL ENEMIGO,
DANOS EL DON DE LA PAZ.
TU GUÍA INVENCIBLE
NOS PRESERVE DEL MAL.
Oh Luz de eterna sabiduría,
desvélanos el gran misterio
de Dios Padre y del Hijo,
unidos en un solo amor.
AMÉN.
175

Gloria a Dios en lo alto del cielo

Himno Litúrgico

GLORIA DIOS EN LO ALTO DEL CIELO,
Y PAZ EN LA TIERRA
A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR.
TE ALABAMOS, TE GLORIFICAMOS,
TE ADORAMOS, TE DAMOS GRACIAS
POR TU INMENSA GLORIA.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único,
JESUCRISTO.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Tú que quitas el pecado del mundo,
atiende a nuestra súplica;
tú, que estás sentado
a la derecha del Padre,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS;
PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO,
SÓLO TÚ SEÑOR,
SOLO TÚ ALTÍSIMO,
JESUCRISTO,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
AMÉN, AMÉN.
185

Plegaria Eucarística II - Modelo II

Modelo II (1987)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO.
Verdaderamente
es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar.
A ti, Padre Santo, por Jesucristo,
tu amadísimo Hijo.
Por él, que es tu Palabra viviente,
hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste Salvador y Redentor
hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
y nacido de la Virgen María,
para cumplir tu voluntad
y adquirir para ti un pueblo santo,
Él extendió sus brazos en la cruz,
muriendo destruyó la muerte.
Y proclamó
la resurrección.
Y PROCLAMÓ
LA RESURRECCIÓN.
Por este misterio de salvación,
unidos a los ángeles y a los santos
cantamos a una sola voz
el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
santifica estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …,
con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
188

Plegaria Eucarística IV

(1988)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
194

Pregón Pascual

Pregón solemne de la Vigilia Pascual

Exulten los coros de los ángeles,
exulte la asamblea celeste,
y un himno de gloria
aclame el triunfo del Señor resucitado.
Alégrese la tierra, inundada por la nueva luz.
EL ESPLENDOR DEL REY
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
LAS TINIEBLAS DEL MUNDO.
Que se alegre nuestra madre la Iglesia,
resplandeciente de la gloria de su Señor;
y que en este lugar resuene unánime
la aclamación de un pueblo en fiesta.
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO …
Realmente es justo y necesario
exaltar con el canto la alegría del espíritu
y elevar un himno al Padre Todopoderoso,
y a su único Hijo, Jesucristo.
Él ha pagado por todos al eterno Padre
la deuda de Adán, y con su sangre,
derramada por amor, ha cancelado
la condena antigua del pecado.
Ésta es la Pascua,
en que se inmola el Cordero.
Ésta es la noche en que fueron liberados
nuestros padres de Egipto.
Ésta es la noche
que nos salva de la oscuridad del mal.
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
¡Oh admirable condescendencia de tu amor!
¡Oh incomparable ternura y caridad!
¡Por rescatar al esclavo has sacrificado al Hijo!
Sin el pecado de Adán,
Cristo no nos habría rescatado.
¡OH FELIZ CULPA QUE MERECIÓ
TAN GRANDE REDENTOR!
¡OH FELIZ CULPA!
¡Oh noche maravillosa
en que despojaste al faraón
y enriqueciste a Israel!
¡Oh noche maravillosa!
sola conociste la hora
en que Cristo resucitó.
¡Oh noche que destruyes el pecado
y lavas todas nuestras culpas!
¡Oh noche realmente gloriosa
que reconcilias al hombre con su Dios!
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
En esta noche acepta, Padre santo,
este sacrificio de alabanza que la Iglesia
te ofrece por medio de sus ministros
en la liturgia solemne de este cirio,
que es el signo de la nueva luz.
Te rogamos, Señor, que este cirio.
ofrecido en el honor
de tu nombre, brille radiante,
llegue hasta ti, como perfume suave,
se confunda con las estrellas del cielo.
Lo encuentre encendido el lucero de la mañana,
esa estrella que no conoce el ocaso.
QUE ES CRISTO, TU HIJO RESUCITADO,
RESUCITADO DE LA MUERTE.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
210

El combate escatológico

Apocalipsis 19,11-20

Veo el cielo abierto,
y un caballo blanco:
el que lo monta lleva un manto,
lleno de sangre, lleno de sangre.
Sus ojos, llamas de fuego;
y en su boca hay una espada
para herir, para herir.
¿Cuál es su nombre?
¿Cuál es su nombre?
SU NOMBRE ES,
SU NOMBRE ES
PALABRA DE DIOS.
Veo una bestia
y su profeta que se reúnen
para un combate, para un combate
contra el que monta
en el caballo y lleva el manto
lleno de sangre, lleno de sangre.
EL PISA SOLO EN EL LAGAR
DE LA FURIOSA CÓLERA DE DIOS.
Veo la bestia que es capturada,
y con ella su profeta,
por el que monta en el caballo
y lleva el manto lleno de sangre.
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, ALELUYA.
¡ALELUYA!
¿Cuál es su nombre?
¿Cuál es su nombre?
SU NOMBRE ES,
SU NOMBRE ES
PALABRA DE DIOS.
211

El lagarero

Isaías 63,1-6

¿QUIÉN ES ÉSE QUE VIENE DE EDOM,
QUIÉN ES ÉSE TODO MANCHADO DE ROJO?
¿ÉSE DEL VESTIDO ESPLENDOROSO
Y DE ANDAR TAN ESFORZADO?
Soy yo, soy yo
que hablo con justicia,
soy yo un gran libertador.
Y ¿POR QUÉ,
POR QUÉ ESTÁ DE ROJO TU VESTIDO,
POR QUÉ PARECES UN LAGARERO?
¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?
El lagar, el lagar he pisado yo solo;
de mi pueblo no hubo nadie conmigo.
Miré bien, miré bien y no había auxiliador;
me asombré de que ninguno me ayudase.
POR ESO, LA FUERZA MÍA,
FUERZA MÍA ME SOSTUVO.
¡EL DÍA DE LA VENGANZA ERA LLEGADO!
PISOTEÉ LOS PUEBLOS EN MI IRA,
LOS PISÉ, LOS PISÉ CON FURIA
HE HICE CORRER
POR LA TIERRA SU SANGRE
Y TODOS MIS VESTIDOS
SE HAN MANCHADO.
¿QUIÉN ES ÉSE QUE VIENE DE EDOM …
220

Jacob

Génesis 32,23-29

Era de noche cuando Jacob se levantó,
tomó a sus mujeres y a todos sus hijos
y cruzó el vado de Yabboq.
Los tomó y les hizo pasar el río,
e hizo pasar también todos sus bienes.
Y Jacob quedó solo.
Y de pronto alguien luchó con él.
Y DE PRONTO ALGUIEN LUCHÓ CON ÉL,
luchó, lucho con él hasta el alba.
Viendo aquel que Jacob se le resistía,
le golpeó con fuerza en la cadera,
y el fémur de Jacob se dislocó
en la lucha con aquel.
«Suéltame, que ya viene la aurora».
«SUÉLTAME, QUE YA VIENE LA AURORA».
«Suéltame, que ya viene la aurora».
«No, no te soltaré
si no me bendices.»
«NO, NO TE SOLTARÉ
SI NO ME BENDICES.»
Y Dios le preguntó:
«¿Cuál es tu nombre? ¿Cuál es tu nombre?»
«Jacob, respondió él, Jacob, respondió él.»
«No te llamarás más Jacob.»
ISRAEL, ISRAEL,
ISRAEL SERÁ TU NOMBRE.
ISRAEL, HAS CONOCIDO TU DEBILIDAD.
ISRAEL, TE APOYARÁS EN DIOS.
ISRAEL, FUERTE CON DIOS.
ISRAEL, TU VENCERÁS.
ISRAEL, HAS CONOCIDO TU DEBILIDAD.
ISRAEL, TE APOYARÁS EN DIOS.
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Ninguno puede servir a dos señores

Mateo 6,24-33

Ninguno
puede servir a dos señores;
porque amando a uno desprecia al otro.
No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo:
No os angustiéis por vuestra vida,
qué comeréis, qué beberéis,
con qué os vestiréis.
¿Acaso, la vida
no vale más que el alimento?
MIRAD LAS AVES DEL CIELO:
NO SIEMBRAN, NI COSECHAN;
VUESTRO PADRE CELESTIAL
LAS ALIMENTA.
Por lo demás, ¿quién de vosotros
por más que se preocupe,
puede añadir una hora sola
a la medida de su vida?
Y del vestido, ¿por qué preocuparos?
MIRAD LOS LIRIOS DEL CAMPO;
NO SE FATIGAN, NI HILAN.
SALOMÓN NO VESTÍA COMO ELLOS.
Buscad primero el Reino de Dios,
y todo os será dado.
No podéis servir a Dios y al dinero.
BUSCAD EL REINO DE DIOS,
Y TODO OS SERÁ DADO.
NO PODÉIS SERVIR A DOS SEÑORES.
Ninguno puede servir a dos señores …
MIRAD LAS AVES DEL CIELO …
MIRAD LOS LIRIOS DEL CAMPO …
BUSCAD EL REINO DE DIOS …
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Adónde te escondiste amado

Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz – “Canciones entre el alma y el esposo”

¿Adónde te escondiste, amado,
y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando,
y eras ido.
Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco,
peno y muero.
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
¡Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado!
MIL GRACIAS DERRAMANDO,
PASÓ POR ESTOS SOTOS CON PRESURA,
Y YÉNDOLOS MIRANDO,
CON SOLA SU FIGURA
VESTIDOS LOS DEJÓ DE SU HERMOSURA.
¡Ay, quién podrá sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme de hoy más mensajero,
que no saben decirme lo que quiero.
¡Ay! ¡Ay!
MIL GRACIAS DERRAMANDO …
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Quién es esta que sube del desierto

Cantar de los Cantares 8,5-7

¿QUIÉN ES ÉSTA QUE SUBE DEL DESIERTO,
QUIÉN ES ÉSTA QUE SUBE DEL DESIERTO,
APOYADA EN SU AMADO, EN SU AMADO,
APOYADA EN SU AMADO?
Debajo del manzano te desperté,
allí donde te concibió tu madre,
allí donde tu madre te dio a luz,
allí donde tu madre te dio a luz.
¿QUIÉN ES ÉSTA QUE SUBE DEL DESIERTO …
Llévame como un sello en tu corazón,
como un tatuaje en tu brazo.
Porque es fuerte el amor como la muerte.
Y las aguas no lo pueden apagar,
ni los ríos lo pueden anegar.
Que si tú dieras los bienes de tu casa por el amor,
sólo encontrarías el desprecio.
¿QUIÉN ES ÉSTA QUE SUBE DEL DESIERTO …