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61
Decidle a los de corazón cansado
Isaías 35,4ss
Decidle a los de corazón cansado,
decídselo, decídselo a los pobres:
¡Ánimo no temáis,
que vuestro Dios viene a salvaros!
Ya se abren los ojos de los ciegos,
se abren los oídos de los sordos.
El cojo salta como un ciervo,
grita de júbilo la lengua del mudo.
PORQUE SE ABRIRÁ UN CAMINO,
UN CAMINO DE SALVACIÓN;
UNA SENDA, UNA VÍA
PARA LOS POBRES.
Y por ella retornarán
los rescatados del Señor.
Y POR ELLA RETORNARÁN
LOS RESCATADOS DEL SEÑOR.
Todos los pobres, ciegos y cojos,
los alejados del Señor.
TODOS LOS POBRES, CIEGOS Y COJOS,
LOS ALEJADOS DEL SEÑOR.
¡Los pecadores!
Y CANTARÁN FELICIDAD,
Y CANTARÁN FELICIDAD.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
194
Pregón Pascual
Pregón solemne de la Vigilia Pascual
Exulten los coros de los ángeles,
exulte la asamblea celeste,
y un himno de gloria
aclame el triunfo del Señor resucitado.
Alégrese la tierra, inundada por la nueva luz.
EL ESPLENDOR DEL REY
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
LAS TINIEBLAS DEL MUNDO.
Que se alegre nuestra madre la Iglesia,
resplandeciente de la gloria de su Señor;
y que en este lugar resuene unánime
la aclamación de un pueblo en fiesta.
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO …
Realmente es justo y necesario
exaltar con el canto la alegría del espíritu
y elevar un himno al Padre Todopoderoso,
y a su único Hijo, Jesucristo.
Él ha pagado por todos al eterno Padre
la deuda de Adán, y con su sangre,
derramada por amor, ha cancelado
la condena antigua del pecado.
Ésta es la Pascua,
en que se inmola el Cordero.
Ésta es la noche en que fueron liberados
nuestros padres de Egipto.
Ésta es la noche
que nos salva de la oscuridad del mal.
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
¡Oh admirable condescendencia de tu amor!
¡Oh incomparable ternura y caridad!
¡Por rescatar al esclavo has sacrificado al Hijo!
Sin el pecado de Adán,
Cristo no nos habría rescatado.
¡OH FELIZ CULPA QUE MERECIÓ
TAN GRANDE REDENTOR!
¡OH FELIZ CULPA!
¡Oh noche maravillosa
en que despojaste al faraón
y enriqueciste a Israel!
¡Oh noche maravillosa!
Tú sola conociste la hora
en que Cristo resucitó.
¡Oh noche que destruyes el pecado
y lavas todas nuestras culpas!
¡Oh noche realmente gloriosa
que reconcilias al hombre con su Dios!
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
En esta noche acepta, Padre santo,
este sacrificio de alabanza que la Iglesia
te ofrece por medio de sus ministros
en la liturgia solemne de este cirio,
que es el signo de la nueva luz.
Te rogamos, Señor, que este cirio.
ofrecido en el honor
de tu nombre, brille radiante,
llegue hasta ti, como perfume suave,
se confunda con las estrellas del cielo.
Lo encuentre encendido el lucero de la mañana,
esa estrella que no conoce el ocaso.
QUE ES CRISTO, TU HIJO RESUCITADO,
RESUCITADO DE LA MUERTE.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
231
A la cena del Cordero
Himno de Vísperas del tiempo Pascual hasta la Ascensión
A LA CENA DEL CORDERO
VESTIDOS CON BLANCAS TÚNICAS,
ATRAVESADO EL MAR ROJO
CANTAMOS A CRISTO, EL SEÑOR.
Su cuerpo, lleno de amor,
sobre la mesa es el Pan vivo;
su sangre, sobre el altar,
es el cáliz del nuevo pacto.
Manso cordero inmolado
es Cristo, nuestra Pascua;
su cuerpo adorable
es el verdadero pan ácimo.
A LA CENA DEL CORDERO …
En esta hora admirable
retornan los antiguos prodigios;
su brazo potente nos salva
del ángel de la muerte.
Irradia sobre la Iglesia
el gozo pascual, oh Señor,
y une a tu gran victoria
a los que han renovado el Bautismo.
A LA CENA DEL CORDERO …
Sea honor, alabanza y gloria
a Cristo victorioso de la muerte,
al Padre y al Santo Espíritu
ahora y por los siglos eternos.
AMÉN.
248
La voz de mi amado
Cantar de los Cantares 2,8-17
¡La voz de mi amado!
Helo aquí que viene,
saltando por los montes,
brincando por los collados.
Semejante es mi amado a una gacela,
o a un joven cervatillo,
semejante es mi amado a una gacela.
Vedle que ya se para
detrás de nuestra cerca,
mira por la ventana, atisba por la reja.
Empieza a hablar mi amado y me dice:
¡LEVÁNTATE, AMADA MÍA,
LEVÁNTATE,
HERMOSA MÍA, Y VENTE!
Porque, mira, ha pasado ya el invierno,
han cesado las lluvias y se han ido.
Aparecen las flores en la tierra,
el tiempo de las canciones ha llegado,
se oye el arrullo de la tórtola.
Echa la higuera sus yemas
y la viña exhala su fragancia.
¡LEVÁNTATE, AMADA MÍA …
Paloma mía, que vives en las grietas de la roca,
en escarpados escondrijos,
déjame oír tu voz, déjame oír tu voz.
Cazadnos las raposas, las pequeñas raposas
que devastan nuestra viña,
porque nuestra viña está ya en flor,
PORQUE NUESTRA VIÑA ESTÁ YA EN FLOR.
Mi amado es para mí,
y yo soy para mi amado.
Antes que sople la brisa
y se alarguen las sombras con la muerte,
RETORNA, RETORNA, RETORNA.
¡LEVÁNTATE, AMADA MÍA …