Hermosa eres, amiga mía
Cantar de los Cantares 6 y 7 – Quinto Poema
HERMOSA ERES,
AMIGA MÍA, COMO TIRSÁ,
BELLÍSIMA, COMO JERUSALÉN.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
¡Qué lindos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas,
obra de manos de un artista.
Tu ombligo es como un ánfora redonda.
Tu cuello, es una torre de marfil.
Tus ojos, como las piscinas de Jesbón.
Tu cabeza es como el monte Carmelo,
tu pelo, es como la púrpura;
¡un rey en él está prisionero!
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
«¿Quién es ésta que surge como la aurora,
bella como la luna,
esplendente como el sol?»
¡Qué bella eres, oh amor,
qué bella eres, oh delicia!
Bellísima como Jerusalén,
bellísima como Jerusalén,
Jerusalén ¡Aay! Jerusalén,
Jerusalén, Jerusalén.
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
AMIGA MÍA, COMO TIRSÁ,
BELLÍSIMA, COMO JERUSALÉN.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
¡Qué lindos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas,
obra de manos de un artista.
Tu ombligo es como un ánfora redonda.
Tu cuello, es una torre de marfil.
Tus ojos, como las piscinas de Jesbón.
Tu cabeza es como el monte Carmelo,
tu pelo, es como la púrpura;
¡un rey en él está prisionero!
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
«¿Quién es ésta que surge como la aurora,
bella como la luna,
esplendente como el sol?»
¡Qué bella eres, oh amor,
qué bella eres, oh delicia!
Bellísima como Jerusalén,
bellísima como Jerusalén,
Jerusalén ¡Aay! Jerusalén,
Jerusalén, Jerusalén.
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …