perfumar

Aparece 7 veces en 6 canto(s)

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El Señor es mi pastor

Salmo 23 (22)

El Señor es mi pastor,
nada me falta.
En prados de fresca hierba
me apacienta.
EL SEÑOR ES MI PASTOR,
NADA ME FALTA.
HACIA LAS AGUAS DE LA VIDA
ME CONDUCE.
Repara mis fuerzas y me lleva
por el camino del amor;
repara mis fuerzas y me lleva
para la gloria de su nombre.
EL SEÑOR ES MI PASTOR …
Aunque camine por valle oscuro,
no temeré, porque tú
porque tú, porque tú
vas conmigo;
tu vara y tu cayado
me consuelan, me consuelan.
EL SEÑOR ES MI PASTOR …
Preparas una mesa ante mí
frente a mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
mi copa rebosa.
EL SEÑOR ES MI PASTOR …
Sí, tu amor y tu alegría
me acompañarán;
sí, yo viviré en tu casa eternamente.
EL SEÑOR ES MI PASTOR …
SÍ, TU AMOR Y TU ALEGRÍA …
EL SEÑOR ES MI PASTOR …
109

Mirad qué estupendo

Salmo 133 (132)

¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO,
GUSTAD QUÉ ALEGRÍA
EL AMOR ENTRE LOS HERMANOS!
¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO,
GUSTAD QUÉ ALEGRÍA
EL AMOR ENTRE LOS HERMANOS!
Es ungüento perfumado que desciende,
que desciende por la barba de Aarón.
ES UNGÜENTO PERFUMADO
QUE DESCIENDE
HASTA EL BORDE DEL MANTO.
¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO ...
Es como rocío del Hermón
que desciende sobre el monte Sión;
ES ROCÍO DEL HERMÓN QUE DESCIENDE
SOBRE EL MONTE SIÓN.
¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO ...
Porque allí el Señor nos ha dado,
nos ha dado su bendición.
PORQUE ALLÍ EL SEÑOR NOS HA DADO,
NOS HA DADO SU AMOR.
¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO ...
Porque allí el Señor nos ha dado
la vida eternamente.
PORQUE ALLÍ EL SEÑOR NOS HA DADO
LA VIDA PARA SIEMPRE.
¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO ...
147

Te estoy llamando, Señor

Salmo 141 (140)

TE ESTOY LLAMANDO,
TE ESTOY LLAMANDO, SEÑOR,
VEN CORRIENDO,
ESCUCHA MI VOZ QUE YO A TI GRITO.
VALGA ANTE TI MI ORACIÓN
COMO INCIENSO,
EL ALZAR DE MIS MANOS
COMO SACRIFICIO DE LA TARDE.
Pon, Señor, a mi boca un centinela,
una guardia a la puerta de mis labios.
No sea que se incline mi corazón a la maldad,
a cometer acciones criminales.
Que el justo me golpee por amor, y me corrija,
para que el ungüento del malvado
no perfume mi cabeza,
porque yo me enviciaría en su maldad,
porque yo me enviciaría en su maldad.
TE ESTOY LLAMANDO …
A ti, Señor, miran mis ojos,
¡en ti me refugio no desampares mi alma!
Guárdame tú del lazo que me tienden,
de las trampas de tantos enemigos.
Caigan ellos, cada uno en su red,
que yo unido a ti paso indemne,
que yo unido a ti paso indemne.
TE ESTOY LLAMANDO …
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Pregón Pascual

Pregón solemne de la Vigilia Pascual

Exulten los coros de los ángeles,
exulte la asamblea celeste,
y un himno de gloria
aclame el triunfo del Señor resucitado.
Alégrese la tierra, inundada por la nueva luz.
EL ESPLENDOR DEL REY
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
LAS TINIEBLAS DEL MUNDO.
Que se alegre nuestra madre la Iglesia,
resplandeciente de la gloria de su Señor;
y que en este lugar resuene unánime
la aclamación de un pueblo en fiesta.
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO …
Realmente es justo y necesario
exaltar con el canto la alegría del espíritu
y elevar un himno al Padre Todopoderoso,
y a su único Hijo, Jesucristo.
Él ha pagado por todos al eterno Padre
la deuda de Adán, y con su sangre,
derramada por amor, ha cancelado
la condena antigua del pecado.
Ésta es la Pascua,
en que se inmola el Cordero.
Ésta es la noche en que fueron liberados
nuestros padres de Egipto.
Ésta es la noche
que nos salva de la oscuridad del mal.
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
¡Oh admirable condescendencia de tu amor!
¡Oh incomparable ternura y caridad!
¡Por rescatar al esclavo has sacrificado al Hijo!
Sin el pecado de Adán,
Cristo no nos habría rescatado.
¡OH FELIZ CULPA QUE MERECIÓ
TAN GRANDE REDENTOR!
¡OH FELIZ CULPA!
¡Oh noche maravillosa
en que despojaste al faraón
y enriqueciste a Israel!
¡Oh noche maravillosa!
Tú sola conociste la hora
en que Cristo resucitó.
¡Oh noche que destruyes el pecado
y lavas todas nuestras culpas!
¡Oh noche realmente gloriosa
que reconcilias al hombre con su Dios!
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
En esta noche acepta, Padre santo,
este sacrificio de alabanza que la Iglesia
te ofrece por medio de sus ministros
en la liturgia solemne de este cirio,
que es el signo de la nueva luz.
Te rogamos, Señor, que este cirio.
ofrecido en el honor
de tu nombre, brille radiante,
llegue hasta ti, como perfume suave,
se confunda con las estrellas del cielo.
Lo encuentre encendido el lucero de la mañana,
esa estrella que no conoce el ocaso.
QUE ES CRISTO, TU HIJO RESUCITADO,
RESUCITADO DE LA MUERTE.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
236

Como lirio entre los cardos

Cantar de los Cantares 1,13ss

Como perfume de mirra
es mi amado, así es mi amado,
reposa sobre mi pecho.
Como lirio entre los cardos
es mi amada, así es mi amada,
mi amada entre las doncellas.
¡QUÉ BELLA ERES, AMADA MÍA,
QUÉ BELLA ERES, QUÉ BELLA ERES!
¡PALOMAS SON TUS OJOS,
PALOMAS SON TUS OJOS!
¡QUÉ HERMOSO ERES, AMADO MÍO,
QUÉ HERMOSO ERES, QUÉ DELICIOSO!
PURO VERDOR ES NUESTRO LECHO,
PURO VERDOR ES NUESTRO LECHO.
Como el manzano entre los árboles silvestres,
así es mi amado,
mi amado entre los jóvenes.
A su sombra que anhelaba
estoy sentada, y es dulce su fruto,
qué dulce al paladar.
ME HA INTRODUCIDO
EN LA SALA DEL BANQUETE,
Y LA BANDERA QUE ENARBOLA
SOBRE MÍ ES EL AMOR.
Su izquierda sobre mi cabeza,
y con su diestra me abraza.
YO OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN
NO DESPERTÉIS AL AMOR,
HASTA QUE A ELLA LE PLAZCA.
249

Me robaste el corazón

Cantar de los Cantares 4,9-16.5,1

ME ROBASTE EL CORAZÓN,
ME ROBASTE EL CORAZÓN,
HERMANA MÍA, ESPOSA,
ME ROBASTE,
ME ROBASTE EL CORAZÓN.
¡Qué hermosos tus amores,
qué hermosos tus amores!
¡La fragancia de tus perfumes,
más que todos los bálsamos de amor!
Miel destilan tus labios,
esposa mía, esposa mía.
Miel y leche debajo de tu lengua.
La fragancia de tus vestidos es la
fragancia del Líbano, esposa, esposa mía,
¡más sabrosos tus amores son que el vino!
Huerto eres cerrado, hermana mía,
fuente sellada, esposa mía.
Tus frutos un paraíso de granados,
de nardo y azafrán, de mirra y áloe.
¡Levántate cierzo, ábrego, y ven!
¡LEVÁNTATE CIERZO, ÁBREGO, Y VEN!
¡Sopla en mi huerto
para que exhale sus aromas!
¡SOPLA EN MI HUERTO
PARA QUE EXHALE SUS AROMAS!
Y pueda entrar mi amado en su huerto
y coma de sus frutos exquisitos.
Ya he entrado en mi huerto, esposa mía;
he comido mi miel en su panal,
he bebido mi vino con su leche.
¡Amigos, venid, bebed,
oh queridos y embriagaos!
¡AMIGOS, VENID, BEBED,
OH QUERIDOS Y EMBRIAGAOS!
ME ROBASTE EL CORAZÓN …