paz
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47
Bendito sea el Señor,
DIOS DE ISRAEL,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
SUSCITÁNDONOS
UNA FUERZA DE SALVACIÓN
EN LA CASA DE DAVID, SU SIERVO.
Según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza y el juramento
que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de todo temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
BENDITO SEA EL SEÑOR ...
Y a ti niño, te llamarán
profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de todos sus pecados.
Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas,
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
BENDITO SEA EL SEÑOR ...
67
El pueblo que caminaba en las tinieblas
Isaías 9,1-5
El pueblo que caminaba en las tinieblas
ha visto una gran luz.
Sobre los que vivían en tierras tenebrosas,
una gran luz ha brillado.
Has acrecentado el gozo,
hiciste grande la alegría.
Como se alegran durante la siega,
como se alegran al reparto del botín,
como se alegran al reparto del botín.
EL DOMINIO ESTARÁ
SOBRE SUS HOMBROS,
Y SU NOMBRE SERÁ,
Y SU NOMBRE SERÁ:
«CONSEJERO MARAVILLOSO»,
«DIOS FUERTE», «PADRE ETERNO»,
«PRÍNCIPE DE PAZ»,
«PRÍNCIPE DE PAZ.»
Porque el yugo que pesaba sobre el pueblo,
el yugo que oprimía sus espaldas,
la vara del opresor
tú la has quebrado, como en Madián.
Y todo el que pisa con dominio,
todo manto manchado de sangre
será para la quema, pasto del fuego.
Porque nos ha nacido un niño,
porque un hijo se nos ha dado.
EL DOMINIO ESTARÁ ...
77
Evenu Shalom Alehem
Canto popular Hebreo
Evenu shalom alejem,
EVENU SHALOM ALEJEM,
EVENU SHALOM ALEJEM,
EVENU SHALOM, SHALOM,
SHALOM ALEJEM.
Que sea la paz con nosotros,
QUE SEA LA PAZ CON NOSOTROS,
QUE SEA LA PAZ CON NOSOTROS,
EVENU SHALOM, SHALOM,
SHALOM ALEJEM.
EVENU SHALOM ALEJEM …
E sia la pace con noi,
E SIA LA PACE CON NOI,
E SIA LA PACE CON NOI,
EVENU SHALOM, SHALOM,
SHALOM ALEJEM.
Et la paix soit avec nous ...
And may peace be with us ...
Und sei der Friede mit uns ...
EVENU SHALOM ALEJEM …
DIGAMOS LA PAZ AL MUNDO,
CANTEMOS LA PAZ AL MUNDO,
QUE NUESTRA VIDA SEA GLORIOSA,
YO TE SALUDO:
¡LA PAZ, LA PAZ SEA CONTIGO!
EVENU SHALOM ALEJEM …
79
Felicidad para el hombre
Salmo 128 (127)
FELICIDAD PARA EL HOMBRE
QUE TEME AL SEÑOR,
FELICIDAD PARA EL HOMBRE
QUE CAMINA POR SU SENDERO.
Vivirá del trabajo de sus manos,
¡será feliz y gozará de todo bien!
Su esposa como vid fecunda en medio de su casa.
Sus hijos, como brotes de olivo en torno a su mesa.
FELICIDAD PARA EL HOMBRE …
Así será bendecido el hombre que teme al Señor.
¡Que te bendiga Dios desde Sión,
que puedas tú ver la prosperidad de Jerusalén,
que puedas tú ver a los hijos de tus hijos!
¡Paz a Israel!
FELICIDAD PARA EL HOMBRE …
95
La marcha es dura, recio el sol,
lento el caminar.
Moisés caudillo de Israel
lo va a liberar.
¡OYE, PADRE, EL GRITO DE TU PUEBLO!
¡OYE, PADRE, MANDA AL SALVADOR!
El pueblo anhela vida y paz,
quiere resurgir.
Moisés caudillo de Israel
va a librarlo al fin.
¡OYE, PADRE, EL GRITO DE TU PUEBLO!
¡OYE, PADRE, MANDA AL SALVADOR!
122
Por el amor de mis amigos
Salmo 122 (121)
Por el amor de mis amigos,
por el amor de mis hermanos,
déjame que yo te diga:
¡La paz contigo!
¡Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la Casa del Señor!
¡YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES
TUS UMBRALES, JERUSALÉN!
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
Por el amor de mis amigos ...
… ¡La paz contigo!
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
SEGÚN LA COSTUMBRE DE ISRAEL
PARA CANTAR AL SEÑOR.
JERUSALÉN, JERUSALÉN …
Por el amor de mis amigos ...
… ¡La paz contigo!
Pedid la paz, pedid la paz
para Jerusalén:
¡QUE SEA LA PAZ, QUE SEA LA PAZ
CON TODOS LOS QUE TE AMAN!
JERUSALÉN, JERUSALÉN …
156
Veni creator
Himno de vísperas de Pascua, de la Ascensión a Pentecostés
VEN, ESPÍRITU CREADOR
VISITA NUESTRA MENTE;
LLENA DE TU AMOR
EL CORAZÓN QUE HAS CREADO.
Oh dulce consolador,
don del Padre altísimo,
agua viva, fuego, amor,
santo crisma del alma.
DEDO DE LA MANO DE DIOS,
PROMESA DEL SALVADOR,
DERRAMA TUS SIETE DONES,
SUSCITA EN NOSOTROS LA PALABRA.
Sé luz del intelecto,
llama ardiente en el corazón,
sana nuestras heridas
con el bálsamo de tu amor.
DEFIÉNDENOS DEL ENEMIGO,
DANOS EL DON DE LA PAZ.
TU GUÍA INVENCIBLE
NOS PRESERVE DEL MAL.
Oh Luz de eterna sabiduría,
desvélanos el gran misterio
de Dios Padre y del Hijo,
unidos en un solo amor.
AMÉN.
173
Cordero de Dios
Letanía del Cordero de Dios
Agnus Dei,
qui tollis peccata mundi:
miserere nobis.
AGNUS DEI,
QUI TOLLIS PECCATA MUNDI:
MISERERE NOBIS.
AGNUS DEI,
QUI TOLLIS PECCATA MUNDI:
DONA NOBIS PACEM,
DONA NOBIS PACEM.
Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo:
ten piedad de nosotros.
CORDERO DE DIOS,
QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO:
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS,
QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO:
DANOS LA PAZ,
DANOS LA PAZ.
175
Gloria a Dios en lo alto del cielo
Himno Litúrgico
GLORIA DIOS EN LO ALTO DEL CIELO,
Y PAZ EN LA TIERRA
A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR.
TE ALABAMOS, TE GLORIFICAMOS,
TE ADORAMOS, TE DAMOS GRACIAS
POR TU INMENSA GLORIA.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único,
JESUCRISTO.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Tú que quitas el pecado del mundo,
atiende a nuestra súplica;
tú, que estás sentado
a la derecha del Padre,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS;
PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO,
SÓLO TÚ SEÑOR,
SOLO TÚ ALTÍSIMO,
JESUCRISTO,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
AMÉN, AMÉN.
188
Plegaria Eucarística IV
(1988)
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
197
Salmodia para las oraciones universales
Melodía para utilizar en las Oraciones universales
Oremos, hermanos
por la Iglesia santa de Dios,
por su servidor el Papa
por los obispos, los sacerdotes, diáconos,
y todo el pueblo santo:
para que partícipes de los bienes celestiales
podamos anunciar a este mundo que sufre
la Buena Noticia de Jesucristo resucitado.
¡ESCÚCHANOS, OH SEÑOR!
Oremos, hermanos, por los gobernantes,
y por todos los hombres
que han sido constituidos como jefes
y conductores de las naciones:
para que cesen las guerras,
para que desaparezcan las divisiones,
y se construyan caminos
de paz y justicia para todos los pueblos.
¡ESCÚCHANOS, OH SEÑOR!
Oremos por todos los hombres
que sufren en su cuerpo o en su espíritu,
y por todos los pobres de la tierra:
para que por medio de tus profetas
reciban el anuncio de la salvación y la vida,
el consuelo de tu Palabra
y la comunión de los fieles de tu Iglesia.
¡ESCÚCHANOS, OH SEÑOR!
Oremos por esta asamblea santa,
que convocada en tu Nombre
celebra hoy el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo:
para que el Señor nos conceda a todos
el celo por la salvación de los hombres,
el amor a los que sufren,
y la alegría de proclamar,
en esta generación,
tu amor y tu misericordia.
¡ESCÚCHANOS, OH SEÑOR!
224
No sufras por los malvados
Salmo 37 (36)
NO SUFRAS POR LOS MALVADOS,
NO ENVIDIES A LOS QUE OBRAN MAL.
SE SECARÁN COMO LA HIERBA,
COMO EL CÉSPED SE AGOSTARÁN.
Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y sé leal,
sea el Señor tu delicia
y él te dará lo que ansía tu corazón.
Encomienda tu camino al Señor
y espera en él,
confía en él, que actuará;
hará brillar tu justicia,
hará brillar tu lealtad.
NO SUFRAS POR LOS MALVADOS …
Cohíbe tu ira, reprime el coraje,
no te exasperes, no sea que obres mal;
los que obran mal son excluidos,
los que esperan en el Señor
en la tierra entrarán.
Aguarda un momento, desapareció el malvado,
fíjate en su sitio: ya no está;
en cambio los mansos poseen la tierra,
gozan de paz, de paz disfrutarán.
NO SUFRAS POR LOS MALVADOS …
244
Huye, amado mío
Cantar de los Cantares 8,10-14
¡Tú, que vives en los jardines,
donde tus compañeros te están escuchando:
hazme oír tu voz, hazme oír tu voz!
¡HUYE, AMADO MÍO,
COMO UNA GACELA,
COMO UN CERVATILLO,
HASTA EL MONTE DE LAS BALSAMERAS!
Yo soy para mi amado
como aquella que encontró la paz.
Mi viña está aquí, está ante mí,
mi viña está aquí, está ante mí.
¡HUYE, AMADO MÍO …