morir
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21
A la víctima Pascual
Secuencia de Pascua
A la víctima pascual
ofrecemos hoy
el sacrificio de alabanza.
El cordero ha redimido el rebaño,
el inocente ha reconciliado
los pecadores al Padre.
Muerte y vida se han enfrentado
en un prodigioso duelo
el autor de la Vida estaba muerto,
mas ahora está vivo y triunfa.
Dinos tú, María:
¿qué has visto en el camino?
«La tumba de Cristo vacía,
la Gloria del Señor y vivo Cristo,
los ángeles, las vendas y el sudario.»
PORQUE CRISTO, MI ESPERANZA,
¡HA RESUCITADO!
Y NOS PRECEDE EN GALILEA,
Y NOS PRECEDE EN GALILEA.
SÍ QUE ES CIERTO,
CRISTO HA RESUCITADO.
SÍ QUE ES CIERTO,
CRISTO HA RESUCITADO.
Y NOS PRECEDE EN GALILEA,
Y NOS PRECEDE EN GALILEA.
Tú, Rey victorioso, danos tú la salvación.
52
Caritas Christi urget nos
2ª Corintios 5,14.15.17.21
¡CARITAS CHRISTI URGET NOS!
¡CARITAS CHRISTI URGET NOS!
El amor de Cristo nos apremia al pensar,
EL AMOR DE CRISTO
NOS APREMIA AL PENSAR,
que, si uno murió por todos,
todos por tanto murieron.
QUE, SI CRISTO MURIÓ POR TODOS,
TODOS MURIERON.
Y murió por todos,
para que los que viven
no vivan más para sí,
sino para aquel que murió
y resucitó por ellos.
¡CARITAS CHRISTI URGET NOS! …
El que está en Cristo, es una nueva creación;
pasó lo viejo, todo es nuevo.
A quien no conoció el pecado,
Dios le hizo pecado,
para que fuésemos justicia de Dios en Él.
¡Ay de mí si no anunciase el Evangelio!
¡Ay de mí! ¡Ay de mí!
¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIASE EL EVANGELIO!
¡AY DE MÍ! ¡AY DE MÍ!
¡CARITAS CHRISTI URGET NOS! …
75
Este es el día en que actuó el Señor
Salmo 118 (117)
No he de morir, QUE VIVIRÉ,
no he de morir, QUE VIVIRÉ,
para cantar LAS HAZAÑAS DEL SEÑOR.
Me castigó, ME CASTIGÓ,
me castigó, ME CASTIGÓ,
pero no ME DEJÓ EN LA MUERTE.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Que lo diga la casa de Israel: ES ETERNA ...
Que lo diga la casa de Aarón: ES ETERNA ...
Que lo digan los fieles del Señor: ES ETERNA ...
Mejor es confiar en el Señor
QUE FIARSE DE LOS HOMBRES,
mejor es apoyarse en el Señor
QUE CONFIAR EN LOS INTELIGENTES.
Me rodeaban, ME RODEABAN,
me rodeaban, ME RODEABAN,
en el nombre del Señor LOS RECHACÉ.
Me empujaban, ME EMPUJABAN,
me empujaban, ME EMPUJABAN,
pero el Señor ME AYUDÓ.
Escuchad: hay cantos de victoria
EN LAS TIENDAS DE LOS JUSTOS:
«La diestra del Señor es poderosa,
ES EXCELSA LA DIESTRA DEL SEÑOR.»
No he de morir ... ... EN LA MUERTE.
Abridme las puertas del triunfo.
Y ENTRARÉ PARA DAR GRACIAS AL SEÑOR.
Ésta es la puerta del Señor:
LOS VENCEDORES ENTRARÁN POR ELLA.
La piedra que desecharon los arquitectos
ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR.
Es el Señor quien lo ha hecho,
HA SIDO UN MILAGRO PATENTE.
Éste es el día en que actuó el Señor:
SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO.
No he de morir ... ... EN LA MUERTE.
100
Llévame al cielo
Filipenses 1,23
¡LLÉVAME AL CIELO,
LLÉVAME AL CIELO, OH SEÑOR!
PORQUE MORIR, PORQUE MORIR
ES CON MUCHO LO MEJOR,
ES CON MUCHO LO MEJOR.
ESTAR CONTIGO, ESTAR CONTIGO.
Una cosa te ruego, eso sólo te pido:
no dudar nunca de tu amor;
no dudar nunca de ti.
Estar contigo,
ESTAR CONTIGO.
¡LLÉVAME AL CIELO ...
Oh qué bueno, oh qué dulce
ha sido tu amor conmigo,
ha sido tu amor conmigo.
Oh qué bueno,
OH QUÉ DULCE.
¡LLÉVAME AL CIELO ...
Una cosa te ruego …
¡LLÉVAME AL CIELO ...
104
María, madre de la Iglesia
Juan 19,26-34
«Mujer, he ahí a tu hijo, he ahí a tu hijo,
he ahí a tu hijo, ahí tienes a tu hijo.
Ahí tienes a tu Madre,
ahí tienes a tu Madre.»
MARÍA, MADRE MÍA,
MARÍA, MADRE NUESTRA.
VEN A VIVIR CONMIGO,
VEN A MI CASA
Y ENSÉÑANOS A AMAR A TU HIJO
COMO LO HAS AMADO TÚ,
Y ENSÉÑANOS A AMAR A TU HIJO
COMO LO HAS AMADO TÚ.
«Tengo sed, tengo sed,
todo se ha cumplido,
todo se ha cumplido,
todo se ha cumplido.»
MARÍA, MADRE MÍA ...
Llegaron, pues, los soldados,
y viendo que estaba muerto,
no le quebraron las piernas,
mas uno de los soldados
le atravesó el costado con la lanza
y al instante salió sangre y agua,
sangre y agua.
MARÍA, MADRE MÍA,
MARÍA, MADRE NUESTRA.
TÚ ERES MADRE DE LA IGLESIA
QUE NACE DEL COSTADO DE CRISTO
COMO ESPOSA, NUEVA EVA.
QUE NACE DEL COSTADO DE CRISTO
COMO ESPOSA, NUEVA EVA.
112
No está aquí, resucitó
Mateo 28,1-8
Pasado el sábado,
al alba del primer día de la semana,
María Magdalena y la otra María
fueron al sepulcro.
Cuando de pronto se produjo un terremoto,
el Ángel del Señor bajó del cielo,
e hizo rodar la piedra.
Y el Ángel dijo a las mujeres:
«No temáis, sé que buscáis a Jesús,
el Crucificado;
no está aquí, ha resucitado.»
NO ESTÁ AQUÍ, HA RESUCITADO.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
Id de prisa a decir a sus discípulos:
“Ha resucitado de entre los muertos”.
Id de prisa a decir a sus discípulos:
“Ha resucitado de entre los muertos
y os precede en Galilea”.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
Y os precede en Galilea,
Y OS PRECEDE EN GALILEA;
allí le veréis,
ALLÍ LE VERÉIS.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
Y os precede en Galilea,
Y OS PRECEDE EN GALILEA;
allí le veréis,
ALLÍ LE VERÉIS.
117
Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?
1ª Corintios 15
En un instante, en un pestañear de ojos,
al toque de la trompeta final,
porque sonará la trompeta,
y los muertos resucitarán incorruptibles
y nosotros seremos transformados.
POR ESO CANTAMOS:
LA MUERTE ES ABSORBIDA
EN LA VICTORIA.
ALELUYA, ALELUYA.
OH MUERTE ¿DÓNDE ESTÁ TU VICTORIA?
ALELUYA, ALELUYA.
OH MUERTE ¿DÓNDE ESTÁ TU AGUIJÓN?
ALELUYA, ALELUYA.
El aguijón de la muerte es el pecado;
y la fuerza del pecado, está en la Ley.
¡Pero nosotros vencemos en Cristo resucitado!
POR ESO CANTAMOS …
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Yo os recuerdo, hermanos,
el Evangelio que yo os he anunciado,
el mismo que yo he recibido.
A saber:
que Cristo murió por los pecados,
SEGÚN LAS ESCRITURAS;
que él ha resucitado,
SEGÚN LAS ESCRITURAS;
que se apareció primero a Pedro,
luego a los Doce; después a más
de quinientos hermanos a la vez.
Y por último se me apareció a mí.
POR ESO CANTAMOS …
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
121
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO,
UN VIENTO QUE MUEVE LAS PUERTAS,
ESCUCHA LA VOZ QUE TE LLAMA,
TE INVITA A CAMINAR LEJOS.
ES FUEGO QUE NACE
EN QUIEN SABE ESPERAR,
EN QUIEN SABE NUTRIR
ESPERANZAS DE AMOR.
Eran pobres hombres
como tú, como yo,
habían echado las redes al lago,
recogido los impuestos
a la puerta de la ciudad.
Que yo recuerde
entre ellos no había ningún doctor;
y aquel que llamaban Maestro
estaba muerto y sepultado.
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
Tenían un corazón como tú, como yo,
que una mano de hielo oprimía;
tenían los ojos llenos de lágrimas.
Pensaban sin duda en el amigo perdido;
en la mujer dejada en la puerta de la casa;
en la cruz levantada en la cima del monte.
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
Y el viento llamó a la puerta de la casa,
entró como un rayo en toda la estancia;
y tuvieron los ojos y el corazón llenos de fuego,
salieron a la calle gritando de alegría.
Hombre que esperas
escondido en las sombras,
la voz que canta es para ti;
te trae la alegría de una buena noticia:
¡EL REINO DE DIOS HA LLEGADO YA!
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
128
Quién nos separará
Romanos 8,34-39
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ,
QUIÉN NOS SEPARARÁ
DEL AMOR DE DIOS?
¿Acaso Cristo Jesús, el que murió;
más aún el que resucitó,
el que a la derecha de Dios
intercede por nosotros?
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ …
¿La tribulación?, ¿la angustia?,
¿la persecución?, ¿el hambre?,
¿la desnudez?
Si en todo vencemos
por aquel que nos amó.
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ …
Si seguros estamos
que ni la muerte ni la vida
ni lo presente ni lo futuro
ni la altura ni la profundidad
ni otra criatura alguna
nos podrá separar de Dios.
NOS PODRÁ SEPARAR,
NOS PODRÁ SEPARAR
DEL AMOR DE DIOS
MANIFESTADO EN CRISTO JESÚS.
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ …
130
RESUCITÓ, RESUCITÓ,
RESUCITÓ, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, RESUCITÓ.
La muerte:
¿dónde está la muerte?,
¿dónde está mi muerte?,
¿dónde su victoria?
RESUCITÓ ...
¡Gracias sean dadas al Padre,
que nos pasó a su Reino
donde se vive de amor!
RESUCITÓ ...
Alegría, alegría hermanos
que si hoy nos queremos
es porque resucitó.
RESUCITÓ ...
¡Si con él morimos
con él vivimos,
con él cantamos:
Aleluya!
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, RESUCITÓ.
RESUCITÓ, RESUCITÓ,
RESUCITÓ, ALELUYA.
131
Resurrexit
Diálogo de Nuestro Señor Jesucristo con Marta - Jn 11,25-27
RESURREXIT, RESURREXIT,
RESURREXIT, RESURREXIT.
GLORIA, GLORIA, GLORIA, GLORIA.
Yo soy la Resurrección.
la Resurrección, la Resurrección.
YO SOY LA RESURRECCIÓN.
LA RESURRECCIÓN,
LA RESURRECCIÓN.
El que cree en mí, aunque muera vivirá,
y todo el que vive y cree en mí,
no morirá jamás, no morirá jamás.
RESURREXIT, RESURREXIT …
GLORIA, GLORIA, GLORIA, GLORIA.
¿Crees tú esto? ¿Crees tú esto?
Sí, yo creo que tú eres el Cristo,
el Hijo de Dios, que ha de venir al mundo.
RESURREXIT, RESURREXIT …
GLORIA, GLORIA, GLORIA, GLORIA.
LA, LA, LA, LA, LA LA,
LA LA LA LA, LA LA, LA LA;
LA, LA, LA, LA, LA LA,
LA, LA LA LA.
RESURREXIT, RESURREXIT …
GLORIA, GLORIA, GLORIA, GLORIA.
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA.
137
Señor, no me corrijas en tu cólera
Salmo 6
SEÑOR, NO ME CORRIJAS EN TU CÓLERA,
EN TU FUROR NO ME CASTIGUES.
Ten piedad de mí, ten piedad Señor,
que estoy sin fuerzas,
sáname tú, Señor,
que se desmoronan mis huesos,
hundida tengo el alma,
y tú, Señor, ¿hasta cuándo?
Y TÚ, SEÑOR, ¿HASTA CUÁNDO?
SEÑOR, NO ME CORRIJAS …
Vuélvete, Señor, recobra mi alma,
sáname tú, Señor, por tu misericordia.
QUE NADIE ENTRE LOS MUERTOS
TE RECUERDA, NI EN LOS INFIERNOS
SE CANTA TU ALABANZA.
SEÑOR, NO ME CORRIJAS …
Estoy cansado de gemir,
inundo de lágrimas mi cama,
mis ojos se consumen en la angustia,
envejezco entre enemigos.
Apartaos de mí malvados,
que el Señor escucha mis sollozos,
que el Señor acoge mi oración.
SEÑOR, NO ME CORRIJAS …
Y tú, Señor, ¿hasta cuándo?
Y TÚ, SEÑOR, ¿HASTA CUÁNDO?
140
Si habéis resucitado con Cristo
Colosenses 3,1-4
SI HABÉIS RESUCITADO CON CRISTO,
BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA,
DONDE ESTÁ CRISTO,
DÓNDE ESTÁ CRISTO
SENTADO A LA DIESTRA DE DIOS.
Aspirad a las cosas del Cielo,
y no a las de la tierra.
ASPIRAD A LAS COSAS DEL CIELO,
Y NO A LAS DE LA TIERRA.
Porque habéis muerto,
porque habéis muerto,
y vuestra vida está oculta
unida con Cristo en Dios.
Y cuando
aparezca Cristo,
que es vuestra vida,
entonces vosotros
apareceréis gloriosos con Él.
SI HABÉIS RESUCITADO CON CRISTO …
Aspirad a las cosas del Cielo,
y no a las de la tierra.
ASPIRAD A LAS COSAS DEL CIELO,
Y NO A LAS DE LA TIERRA.
Porque habéis muerto,
y vuestra vida está oculta
unida con Cristo en Dios.
PORQUE HABÉIS MUERTO,
Y VUESTRA VIDA ESTÁ OCULTA
UNIDA CON CRISTO EN DIOS.
Y cuando
aparezca Cristo,
que es vuestra vida,
entonces vosotros
apareceréis gloriosos con Él.
SI HABÉIS RESUCITADO CON CRISTO …
145
Stabat mater dolorosa
Secuencia del siglo XIII
STABAT MATER DOLOROSA
IUXTA CRUCEM LACRIMOSA
DUM PENDEBAT FILIUS.
Era su alma un gemido,
era un dolor, era un grito,
cuando una espada la atravesó.
¡Oh qué triste y afligida
está la bendita Madre del Unigénito!
STABAT MATER DOLOROSA ...
¿Cuál es el hombre que no llora,
al ver a la Madre de Cristo
en tanto suplicio?
Por los pecados de su gente
ella ve a Jesús en tormentos,
y sometido a los azotes.
STABAT MATER DOLOROSA ...
Ella ve a su Hijo amado
que muere desolado,
y que entrega su Espíritu.
Oh, Cristo, cuando yo deba morir,
por tu bendita Madre
hazme conseguir
la palma de la victoria.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
161
Ya viene mi Dios
Villancico
YA VIENE MI DIOS, YA VIENE MI REY,
YA VIENE MI DIOS, YA VIENE MI REY.
YA VIENE, YA VIENE MI SALVADOR,
YA VIENE, YA VIENE MI REY.
Es un pobre obrero nacido en Belén,
su madre, María, su padre, José.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Él tiene unos ojos que hablan de amor,
que hablan del Padre, que hablan de Dios.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Murió en un madero lleno de dolor,
murió por los hombres
muy lleno de amor.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Ha entrado en la muerte,
ha entrado mi Dios,
ya viene, ya sube, ya llega el Señor.
Que canten, que griten: ¡Resucitó!
Mi Dios ha vencido, salió por amor.
YA VIENE MI DIOS ...
170
Bendición del agua
De Liturgia Bautismal de la Vigilia Pascual
Oh Dios, que por medio
de los signos sacramentales
tú obras con invisible potencia
las maravillas de la salvación.
De muchos modos a través de los tiempos
has preparado el agua, tu criatura,
para que fuese signo del Bautismo.
Desde los orígenes, tu Espíritu,
aleteaba sobre las aguas,
para que contuviesen
la fuerza de santificar.
Y también en el Diluvio
has prefigurado el Bautismo,
para que hoy, como ayer,
el agua señalase el fin del pecado
y el inicio de la Vida Nueva.
Tú, has liberado de la esclavitud
a los hijos de Abraham
haciéndoles pasar ilesos el Mar Rojo,
para que fuesen la imagen
del futuro pueblo de bautizados.
Por fin, en la plenitud de los tiempos,
tu Hijo, bautizado en el agua del Jordán
fue consagrado por el Espíritu Santo.
LEVANTADO EN LA CRUZ,
DE SU COSTADO SALIÓ
SANGRE Y AGUA.
Y después de su resurrección
ordenó a sus discípulos:
«Id y anunciad el Evangelio
a todos los pueblos,
Y BAUTIZADLOS
EN EL NOMBRE DEL PADRE,
Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.»
Ahora, ahora Padre
mira con amor a tu Iglesia
y haz brotar para ella
la fuente del Bautismo.
Infunde en esta agua,
por obra del Espíritu Santo,
la gracia de tu Único Hijo,
para que por el Sacramento del Bautismo,
el hombre, hecho a tu imagen,
sea lavado de todos sus pecados,
y del agua y del Espíritu Santo
renazca como nueva criatura.
Descienda Padre
en esta agua,
por obra de tu Hijo,
la potencia del Espíritu Santo.
Para que todos aquellos que hoy reciban
el Bautismo, sean sepultados con Cristo.
¡Y MUERTOS CON ÉL,
RESURJAN,
RESUCITEN
A LA VIDA INMORTAL!
Por Cristo, Nuestro Señor.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
174
CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO,
CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA.
CREO EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR,
QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO,
NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN.
PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO,
FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO,
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS.
AL TERCER DÍA RESUCITÓ, RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS,
SUBIÓ AL CIELO Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DE DIOS,
DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS.
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO,
LA SANTA IGLESIA CATÓLICA,
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS,
EL PERDÓN DE LOS PECADOS,
LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE
Y LA VIDA ETERNA.
AMÉN.
182
Plegaria Eucarística II - Modelo I (1ª parte)
Modelo I
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar,
a ti, Padre Santo,
por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra,
hiciste todas las cosas.
Tú nos lo enviaste hecho hombre
por obra del Espíritu Santo,
para que, nacido de María la Virgen,
fuera nuestro Salvador y Redentor.
Él, en cumplimiento de tu voluntad,
para destruir la muerte
y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz,
y así adquirió para ti un pueblo santo.
MURIENDO
DESTRUYÓ NUESTRA MUERTE,
RESUCITANDO
RESTAURÓ NUESTRA VIDA.
Por eso, con los ángeles y los santos,
cantamos tu gloria diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO ...
184
Plegaria Eucarística II - Modelo I (doxología alternativa)
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …, con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
185
Plegaria Eucarística II - Modelo II
Modelo II (1987)
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO.
Verdaderamente
es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar.
A ti, Padre Santo, por Jesucristo,
tu amadísimo Hijo.
Por él, que es tu Palabra viviente,
hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste Salvador y Redentor
hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
y nacido de la Virgen María,
para cumplir tu voluntad
y adquirir para ti un pueblo santo,
Él extendió sus brazos en la cruz,
muriendo destruyó la muerte.
Y proclamó
la resurrección.
Y PROCLAMÓ
LA RESURRECCIÓN.
Por este misterio de salvación,
unidos a los ángeles y a los santos
cantamos a una sola voz
el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
santifica estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …,
con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
188
Plegaria Eucarística IV
(1988)
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
193
Prefacio para el Tiempo Pascual
Prefacio de Pascua I – Melodía para el tiempo Pascual
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor,
pero más que nunca en este día
en que Cristo, nuestra Pascua,
ha sido inmolado.
Él es el verdadero cordero
que quitó el pecado del mundo.
MURIENDO
DESTRUYÓ NUESTRA MUERTE,
RESUCITANDO
RESTAURÓ NUESTRA VIDA.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría,
y con la asamblea de los ángeles
y de los santos, cantamos,
cantamos el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
212
El mismo Dios
2ª Corintios 4,6-12
El mismo Dios que dijo:
“De las tinieblas brille la luz”,
es el mismo que ha hecho brillar la luz
en nuestros corazones,
para irradiar el conocimiento de su gloria,
que está en el rostro de Cristo.
QUE ESTÁ EN EL ROSTRO DE CRISTO.
PERO LLEVAMOS ESTE TESORO
EN VASOS DE BARRO.
Para que se manifieste
que lo sublime de este amor
viene de Dios, viene de Dios
y que no viene de nosotros.
LLEVANDO SIEMPRE
EN NUESTRO CUERPO
EL MORIR DE JESÚS,
PARA QUE SE MANIFIESTE
EN NUESTRO CUERPO
QUE ESTÁ RESUCITADO.
Atribulados en todo, mas no desesperados;
perseguidos, mas nunca abandonados;
derribados, mas no aniquilados.
LLEVANDO SIEMPRE …
Y MIENTRAS NOSOTROS MORIMOS
EL MUNDO RECIBE LA VIDA.
LLEVANDO SIEMPRE …
233
Adónde te escondiste amado
Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz – “Canciones entre el alma y el esposo”
¿Adónde te escondiste, amado,
y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando,
y eras ido.
Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco,
peno y muero.
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
¡Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado!
MIL GRACIAS DERRAMANDO,
PASÓ POR ESTOS SOTOS CON PRESURA,
Y YÉNDOLOS MIRANDO,
CON SOLA SU FIGURA
VESTIDOS LOS DEJÓ DE SU HERMOSURA.
¡Ay, quién podrá sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme de hoy más mensajero,
que no saben decirme lo que quiero.
¡Ay! ¡Ay!
MIL GRACIAS DERRAMANDO …
237
Cuando dormía
Cantar de los Cantares 5,2ss
Cuando dormía, mi corazón velaba.
¡La voz de mi amado oí!:
«¡Abre, hermana mía, ábreme paloma!
Que mi cabeza está cubierta de rocío
y mis cabellos del relente de la noche.»
¡Metió la mano
por el agujero de la cerradura;
y toda entera me estremecí!
Me levanté corriendo,
y mis manos destilaron mirra,
mirra fluida mis dedos,
por el pestillo de la puerta.
OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN,
SI ENCONTRÁIS A MI AMADO,
DECIDLE QUE MUERO DE AMOR.
Abrí, abrí a mi amado,
pero no estaba, ya había pasado.
Y el alma se me escapó en su huida.
Lo busqué y no lo hallé,
lo llamé, lo llamé,
y no me respondió.
Me encontraron los guardias,
que hacen la ronda, me golpearon,
me desnudaron
los guardias de las murallas.
OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN …
¡Ay, si tú fueras mi hermano!
Te podría besar
al encontrarte en la puerta.
OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN …
255
Suba el esposo al leño de su tálamo
Himno de san Quodvultdeus
SUBA, EL ESPOSO,
SUBA, AL LEÑO DE SU TÁLAMO;
SUBA NUESTRO ESPOSO, AL LECHO,
AL LECHO DE SU TÁLAMO.
Duerma, muriendo y se abra su costado,
y salga la Iglesia virgen.
Herido en su costado al instante salió
Sangre y agua, Sangre y agua.
Agua, con la que la Esposa fue lavada,
Sangre que recibe como dote.
Duerme Adán y es creada Eva,
muere Cristo y es formada la Iglesia.
SUBA, EL ESPOSO …
¡Oh, qué grande el sacramento de estas bodas!
¡Qué misterio este Esposo y esta Esposa!
La Esposa toma el velo
cuando muere el Esposo,
y el Esposo se une a la Esposa
cuando de la muerte se separa.
Y cuando el Esposo es elevado a los Cielos
la Esposa se hace fecunda en toda la tierra.
SUBA, EL ESPOSO …