Señor, ayúdame a no dudar de ti
Kiko Argüello
¡Señor, ayúdame, Señor,
a no dudar de ti!
¡SEÑOR, AYÚDAME, SEÑOR,
A NO DUDAR DE TI!
¡Señor, ayúdame, Señor,
a no dudar nunca de tu Amor!
¡SEÑOR, AYÚDAME, SEÑOR,
A NO DUDAR NUNCA DE TU AMOR!
Tu gracia derramando
dejó mi corazón ya florecido
de mil ansias de amor,
de mil ansias de amor.
Que más no puedo que sufrir
que vivir en un gemido.
Y en esta llama de tu amor oscura,
en esta tela que envuelve mi alma
y la sofoca,
siento mi corazón que se disloca,
que se abre y se derrama
como agua que inunda tu jardín.
¡SEÑOR, AYÚDAME, SEÑOR, …
Y EN ESTA LLAMA DE TU AMOR …
… COMO AGUA QUE INUNDA TU JARDÍN.
a no dudar de ti!
¡SEÑOR, AYÚDAME, SEÑOR,
A NO DUDAR DE TI!
¡Señor, ayúdame, Señor,
a no dudar nunca de tu Amor!
¡SEÑOR, AYÚDAME, SEÑOR,
A NO DUDAR NUNCA DE TU AMOR!
Tu gracia derramando
dejó mi corazón ya florecido
de mil ansias de amor,
de mil ansias de amor.
Que más no puedo que sufrir
que vivir en un gemido.
Y en esta llama de tu amor oscura,
en esta tela que envuelve mi alma
y la sofoca,
siento mi corazón que se disloca,
que se abre y se derrama
como agua que inunda tu jardín.
¡SEÑOR, AYÚDAME, SEÑOR, …
Y EN ESTA LLAMA DE TU AMOR …
… COMO AGUA QUE INUNDA TU JARDÍN.