Jacob
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35
Alzaos puertas
Salmo 24 (23)
Del Señor es la tierra,
DEL SEÑOR ES LA TIERRA,
y todo aquello que contiene,
Y TODO AQUELLO QUE CONTIENE,
el orbe y sus habitantes.
¡ALZAOS PUERTAS.
ALZAD LOS DINTELES,
PUERTAS ETERNAS,
DEBE ENTRAR EL REY
DE LA GLORIA, DE LA GLORIA!
¿Quién es ese Rey de la gloria?
¿QUIÉN ES ESE REY DE LA GLORIA?
El Señor, el fuerte, el valiente,
EL SEÑOR, EL FUERTE, EL VALIENTE,
el Señor valiente en la batalla,
VALIENTE EN LA BATALLA.
El Señor de los ejércitos.
EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS.
Él es el Rey de la gloria,
EL REY DE LA GLORIA.
¡ALZAOS PUERTAS …
¿Quién subirá al monte del Señor?
¿QUIÉN SUBIRÁ AL MONTE DEL SEÑOR?
El de manos inocentes y puro corazón,
EL DE MANOS INOCENTES
y puro corazón,
el que no conduce su vida por vanidad,
POR VANIDAD.
Y nosotros somos su Iglesia,
Y NOSOTROS SOMOS SU IGLESIA,
que hoy viene a tu presencia,
QUE HOY VIENE A TU PRESENCIA;
que busca tu rostro, oh Dios de Jacob,
OH DIOS DE JACOB.
¡ALZAOS PUERTAS …
42
«De Aram me ha hecho venir
Balaq, el rey de Moab
desde los montes de Oriente:
“Ven y maldice a Jacob;
ven y profetiza contra Israel”.
¿Cómo maldeciré, si Dios no quiere?
¿Cómo profetizaré, si Dios no me deja?
De lo alto de esta cima yo diviso,
desde lo alto de esta roca yo contemplo:
éste es un pueblo distinto
a todas las naciones.
¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS,
QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!
¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS,
QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!
¿Quién contará, contará tu multitud?
JACOB, JACOB, JACOB, JACOB.
Sea, sea mi muerte
como la muerte de su Justo.
Vaya mi vida donde él,
VAYA MI VIDA DONDE ÉL.
¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS ...
«¿Pero qué es lo que estás haciendo?
¡Tú lo estás bendiciendo!
Ven, quizá desde otra parte
Dios lo quiera maldecir.»
«Escucha, hijo de Sippor, pon el oído rey Balaq.
Que Dios no es un hombre
que dice y se arrepiente.
Una estrella surge de Jacob,
se oyen aclamaciones por su Rey.
Dios es su Padre.
Se acuesta como león,
se echa como leona, nadie lo hará levantar.»
¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS …
51
Canto de Moisés
Éxodo 15,1-18
Cantemos al Señor, cantemos al Señor
que se cubrió de gloria, de gloria, de gloria,
precipitó en el mar caballo y caballero.
MI FUERZA Y MI CANCIÓN
ES EL SEÑOR.
ÉL ES MI SALVACIÓN,
ES MI DIOS, Y YO LO ENSALZARÉ.
PRECIPITÓ EN EL MAR
CABALLO Y CABALLERO,
CABALLO Y CABALLERO.
¡El Señor es un guerrero,
su nombre es Yahveh!
Los carros de Faraón y a todos sus valientes
precipitó en el mar.
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
Tu diestra poderosa, gloriosa por su fuerza
tu diestra, oh Señor, aplasta al enemigo,
aplasta al enemigo.
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
El enemigo había dicho:
«Les perseguiré y alcanzaré,
desnudaré la espada, se saciará mi alma,
los aniquilaré.»
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
Soplaste con tu aliento y el mar los sepultó.
Se hundieron como plomo
en las aguas de la muerte,
en las aguas formidables.
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
¿Quién como tú, Señor, glorioso en santidad,
terrible en las empresas, autor de maravillas,
autor de maravillas?
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
Rescatas a tu pueblo, lo llevas a tu casa.
Los príncipes de Edom, se estremecen
al paso de Jacob.
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
Lo llevas y lo plantas en el lugar sagrado
sobre tu monte santo, el santuario
que tus manos prepararon.
PRECIPITÓ ... MI FUERZA ... PRECIPITÓ.
57
Cuando Israel salió de Egipto
Salmo 114 (113)
Cuando Israel salió de Egipto,
la casa de Jacob de un pueblo bárbaro,
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.
JUDÁ FUE SU SANTUARIO,
ISRAEL FUE SU DOMINIO.
Lo vio el mar y huyó,
retrocedió el Jordán,
los montes saltaron como carneros,
las colinas como corderos.
¿QUÉ ES LO QUE TIENES, OH MAR, PARA HUIR,
Y TÚ JORDÁN, PARA RETROCEDER,
VOSOTROS, MONTES QUE SALTÁIS COMO CARNEROS,
COLINAS, COMO CORDEROS?
¡TIEMBLA TIERRA, TIEMBLA,
DELANTE DE DIOS QUE PASA,
DELANTE DEL DIOS DE JACOB,
QUE HACE BROTAR DE LA ROCA EL AGUA!
63
Si alguno guarda mi Palabra
no gustará la muerte. ¡No!
TÚ ERES ÚNICO, EL ÚNICO CON ALEGRÍA.
¿QUIÉN ES COMO EL SEÑOR?
Corona de salvación,
MEMORIAL DE ALEGRÍA.
DÍA DE REPOSO Y DE SANTIDAD
HAS DADO A TU PUEBLO.
DÍA DE REPOSO Y DE SANTIDAD
HAS DADO A TU PUEBLO.
Abraham vio este día
Y EN ISAAC SE ALEGRÓ.
Jacob y sus hijos en él descansaron.
JACOB Y SUS HIJOS EN ÉL DESCANSARON.
DÍA DE REPOSO …
70
Elí, Elí, lamá sabactaní
Salmo 22 (21)
ELÍ, ELÍ, LAMÁ SABACTANÍ.
DIOS MÍO, DIOS MÍO:
¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
¡Qué lejos te siento de mis gritos!
De día clamo, y no respondes,
grito de noche, y no hay reposo para mí.
ELÍ, ELÍ, LAMÁ SABACTANÍ …
¡Mas tú eres el Santo,
tú que vives en medio de mi pueblo!
A ti clamaron nuestros padres,
y tú les ayudaste,
en ti confiaron, y nunca quedaron confundidos.
Entonces, Dios, ¿por qué no me ayudas?
¿Acaso no soy un hombre?
Eso soy yo: soy un gusano,
desprecio de la gente, asco del pueblo,
todos los que me ven de mí se ríen,
menean la cabeza y dicen:
«Se confió a Dios, ¡que él lo libre,
que él le salve, si tanto dice que le ama!»
Sí, que tú me amas, sí, que tú me quieres,
en el seno de mi madre me formaste;
cuando me dio a luz ya me ofreció a ti,
desde el vientre tú ya eras mi Dios.
ELÍ, ELÍ, LAMÁ SABACTANÍ …
Soy agua sucia que se tira,
todos mis huesos se dislocan,
mi corazón como cera
se derrite en mis entrañas.
Mi paladar está seco como teja,
y mi lengua está pegada a la garganta.
ELÍ, ELÍ, LAMÁ SABACTANÍ …
Perros innumerables me rodean,
una banda de malhechores me acomete,
taladran mis manos y mis pies.
Se pueden contar mis huesos;
me observan y me miran, se reparten
mis vestidos, se sortean mi túnica.
¡Mas tú, Dios mío, no estés lejos,
ven en mi ayuda, fuerza mía,
libra mi alma de la espada,
libra mi vida de las fauces del león,
libra mi alma de los cuernos de los búfalos!
¡Anunciaré, yo, tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te cantaré!:
«Los que a Yahveh amáis, dadle alabanza,
raza de Jacob, glorificad a Yahveh,
temedle, pueblo de Israel.»
Porque ha sido el Único
que no has tenido asco de este pobre
ni has desdeñado la miseria de mi vida;
no me ha ocultado su rostro cuando le invocaba.
Por eso, yo ahora sé que los pobres vivirán,
los pobres comerán, serán saciados,
los que buscan a Yahveh lo encontrarán:
¡su corazón, su corazón, vivirá para siempre!
143
Sión, madre de todos los pueblos
Salmo 87 (86)
Su fundación está sobre los montes santos:
el Señor ama las puertas de Sión
más que todas las moradas de Jacob.
De ti se dicen cosas estupendas,
ciudad de Dios:
«Recuerdo a Ráhab y Babilonia,
Palestina, Tiro y Etiopía.
Cuando alguno nace en ellas
se dice: fulano nació allí»,
Mas de Sión se dice: «Madre.»
PORQUE TODOS HAN NACIDO EN ELLA.
EL SEÑOR, ÉL MISMO LA FUNDÓ.
¡MADRE, MADRE CIUDAD DE DIOS!
El Señor escribe en el libro de los pueblos:
«Éste ha nacido en ella»,
y danzando cantarán:
«están en ti todas mis fuentes.»
Y DANZANDO, DANZANDO CANTARÁN.
TODAS MIS FUENTES ESTÁN EN TI.
¡MADRE, MADRE CIUDAD DE DIOS!
162
Yahveh, tú eres mi Dios
Isaías 25
YAHVEH, TÚ ERES MI DIOS,
YO TE ENSALZARÉ.
Y alabaré tu nombre,
alabaré tu nombre,
alabaré tu nombre.
YAHVEH, TÚ ERES MI DIOS …
Destruirás la muerte para siempre.
Y enjugarás las lágrimas
de todos los rostros, de todos los rostros.
YAHVEH, TÚ ERES MI DIOS …
Ya se acercan los pasos de los pobres,
los pies de los humildes,
los pies de los humildes, el resto de Jacob.
YAHVEH, TÚ ERES MI DIOS …
219
Himno a la Cruz gloriosa
De la homilía “La Santa Pascua” de un autor anónimo del siglo II
LA CRUZ GLORIOSA
DEL SEÑOR RESUCITADO
ES EL ÁRBOL DE LA SALVACIÓN.
DE ÉL YO ME NUTRO,
EN ÉL ME DELEITO;
EN SUS RAÍCES CREZCO,
EN SUS RAMAS YO ME EXTIENDO.
Su rocío me da fuerzas,
su espíritu, como brisa, me fecunda;
a su sombra he puesto yo mi tienda.
En el hambre es la comida,
en la sed es agua viva,
en la desnudez es mi vestido.
Angosto sendero, mi puerta estrecha,
escala de Jacob, lecho de amor
donde nos ha desposado el Señor.
LA CRUZ GLORIOSA …
En el temor es mi defensa,
en el tropiezo me da fuerzas;
en la victoria es la corona,
en la lucha ella es el premio.
Árbol de vida eterna;
misterio del universo;
columna de la tierra.
Tu cima toca el cielo
y en tus brazos abiertos
brilla el amor de Dios.
LA CRUZ GLORIOSA …
220
Era de noche cuando Jacob se levantó,
tomó a sus mujeres y a todos sus hijos
y cruzó el vado de Yabboq.
Los tomó y les hizo pasar el río,
e hizo pasar también todos sus bienes.
Y Jacob quedó solo.
Y de pronto alguien luchó con él.
Y DE PRONTO ALGUIEN LUCHÓ CON ÉL,
luchó, lucho con él hasta el alba.
Viendo aquel que Jacob se le resistía,
le golpeó con fuerza en la cadera,
y el fémur de Jacob se dislocó
en la lucha con aquel.
«Suéltame, que ya viene la aurora».
«SUÉLTAME, QUE YA VIENE LA AURORA».
«Suéltame, que ya viene la aurora».
«No, no te soltaré
si no me bendices.»
«NO, NO TE SOLTARÉ
SI NO ME BENDICES.»
Y Dios le preguntó:
«¿Cuál es tu nombre? ¿Cuál es tu nombre?»
«Jacob, respondió él, Jacob, respondió él.»
«No te llamarás más Jacob.»
ISRAEL, ISRAEL,
ISRAEL SERÁ TU NOMBRE.
ISRAEL, HAS CONOCIDO TU DEBILIDAD.
ISRAEL, TE APOYARÁS EN DIOS.
ISRAEL, FUERTE CON DIOS.
ISRAEL, TU VENCERÁS.
ISRAEL, HAS CONOCIDO TU DEBILIDAD.
ISRAEL, TE APOYARÁS EN DIOS.