huir
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24
A ti, Señor, en mi clamor imploro
Salmo 142 (141)
A TI, SEÑOR, EN MI CLAMOR IMPLORO.
A TI, SEÑOR, EN MI CLAMOR SUPLICO.
A TI DERRAMO MI LAMENTO,
A TI MI ANGUSTIA EXPONGO.
Siento que el espíritu en mí se apaga;
mas tú conoces mi sendero.
Mira, Señor, que en el camino,
mira, Señor, que me han tendido un lazo.
Mira, Señor, que a la derecha no hay ninguno,
ninguno que me conozca.
Huye de mí todo consuelo,
que no hay nadie que se cuide de mi alma.
A TI, YO CLAMO SEÑOR;
A TI, YO DIGO: ¡TÚ SOLO ERES MI REFUGIO,
TÚ ERES MI PORCIÓN EN ESTA TIERRA,
MI ÚNICA FELICIDAD!
Escúchame, Señor, que estoy llorando,
estoy tan deprimido.
¡Líbrame de estos enemigos
que son más fuertes que yo!
¡Saca mi alma de esta cárcel,
y yo daré gracias a tu nombre!
En torno a mí los santos harán corro,
me felicitarán por tu favor hacia mí.
A TI, SEÑOR, EN MI CLAMOR …
A TI, YO CLAMO SEÑOR …
57
Cuando Israel salió de Egipto
Salmo 114 (113)
Cuando Israel salió de Egipto,
la casa de Jacob de un pueblo bárbaro,
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.
JUDÁ FUE SU SANTUARIO,
ISRAEL FUE SU DOMINIO.
Lo vio el mar y huyó,
retrocedió el Jordán,
los montes saltaron como carneros,
las colinas como corderos.
¿QUÉ ES LO QUE TIENES, OH MAR, PARA HUIR,
Y TÚ JORDÁN, PARA RETROCEDER,
VOSOTROS, MONTES QUE SALTÁIS COMO CARNEROS,
COLINAS, COMO CORDEROS?
¡TIEMBLA TIERRA, TIEMBLA,
DELANTE DE DIOS QUE PASA,
DELANTE DEL DIOS DE JACOB,
QUE HACE BROTAR DE LA ROCA EL AGUA!
68
El Señor anuncia una noticia
Salmo 68 (67)
EL SEÑOR ANUNCIA UNA NOTICIA,
LOS MENSAJEROS SON UN EJÉRCITO INMENSO.
LOS REYES ENEMIGOS HUYEN, HUYEN,
LA BELLA DE LA CASA REPARTE EL BOTÍN.
Y mientras vosotros dormís
entre las tapias del aprisco,
se cubren de plata las alas de la paloma,
sus plumas de destellos de oro;
por ella cae la nieve sobre el Monte,
sobre el Monte Umbrío.
EL SEÑOR ANUNCIA UNA NOTICIA ...
¡Cantad a Dios, cantad,
salmodiad todos al Señor,
que cabalga los cielos, los antiguos cielos:
ved que viene sobre las nubes,
él lanza su voz, su voz potente!
EL SEÑOR ANUNCIA UNA NOTICIA ...
142
Si me he refugiado en el Señor
Salmo 11 (10)
SI ME HE REFUGIADO EN EL SEÑOR,
¿CÓMO PODÉIS DECIRME,
CÓMO PODÉIS DECIRME
QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE,
QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE?
Yo sé que los malvados tensan el arco,
que ajustan las flechas a la cuerda,
para herir en la sombra al inocente.
Mas cuando fallan los cimientos,
¿qué puede hacer el justo?,
¿qué puede hacer el justo?
Mas el Señor, el Señor
está en su templo santo,
tiene su trono en el cielo;
sus ojos observan el mundo,
sus pupilas las acciones de los hombres.
El Señor escruta a los justos,
mas también escruta a los malvados;
y el Señor no ama la violencia,
el Señor no ama la violencia.
SI ME HE REFUGIADO ...
233
Adónde te escondiste amado
Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz – “Canciones entre el alma y el esposo”
¿Adónde te escondiste, amado,
y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando,
y eras ido.
Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco,
peno y muero.
Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
¡Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado!
MIL GRACIAS DERRAMANDO,
PASÓ POR ESTOS SOTOS CON PRESURA,
Y YÉNDOLOS MIRANDO,
CON SOLA SU FIGURA
VESTIDOS LOS DEJÓ DE SU HERMOSURA.
¡Ay, quién podrá sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme de hoy más mensajero,
que no saben decirme lo que quiero.
¡Ay! ¡Ay!
MIL GRACIAS DERRAMANDO …
244
Huye, amado mío
Cantar de los Cantares 8,10-14
¡Tú, que vives en los jardines,
donde tus compañeros te están escuchando:
hazme oír tu voz, hazme oír tu voz!
¡HUYE, AMADO MÍO,
COMO UNA GACELA,
COMO UN CERVATILLO,
HASTA EL MONTE DE LAS BALSAMERAS!
Yo soy para mi amado
como aquella que encontró la paz.
Mi viña está aquí, está ante mí,
mi viña está aquí, está ante mí.
¡HUYE, AMADO MÍO …
246
La Cordera de Dios
Mateo 1,18ss
Era la Virgen María prometida de José,
cuando antes de que vivieran juntos,
se encontró encinta por obra
del Espíritu Santo.
Y José, como era justo
y no quería repudiarla,
decidió abandonarla en secreto.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA!
CORDERA DE DIOS, HUMILDE CORDERA
QUE NO TE RESISTES AL MAL.
MADRE DE JESÚS Y MADRE NUESTRA,
RUEGA POR NOSOTROS,
RUEGA POR NOSOTROS.
María dio a luz a su hijo,
lo envolvió en pañales
y lo acostó en un pesebre
porque no había sitio para ellos en la posada.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
Y una noche José se levantó,
tomó al niño y a su madre
y huyó a Egipto
porque querían matar al niño.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
Un grito se siente en Ramá, ¡Ay Ayaay!
un llanto y un lamento grande:
es Raquel que llora a sus hijos,
y no quiere ser consolada,
porque ya no existen.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
El Ángel del Señor le dijo a José en Egipto:
«Levántate, toma contigo
al niño y a su madre,
y vuelve a la tierra de Israel;
porque «de Egipto llamé a mi Hijo.»
CORDERA DE DIOS ...