gritar
Aparece 14 veces en 10 canto(s)
43
Bendeciré al Señor en todo tiempo
Salmo 34 (33)
BENDECIRÉ AL SEÑOR EN TODO TIEMPO,
EN MI BOCA SIEMPRE SU ALABANZA;
YO ME GLORÍO EN EL SEÑOR,
¡LO ESCUCHEN LOS HUMILDES
Y SE ALEGREN!
Cantad conmigo al Señor,
cantemos juntos a su Nombre.
Porque este pobre grita, el Señor le escucha,
y le libra de todas sus angustias.
BENDECIRÉ AL SEÑOR ...
Porque el ángel del Señor acampa
en torno a aquellos que le temen
y les salva.
Gritan ellos, y el Señor les escucha
y los libra de todas sus angustias.
GUSTAD Y VED
QUÉ BUENO ES EL SEÑOR,
DICHOSO EL HOMBRE
QUE SE REFUGIA EN ÉL.
Porque muchas son las pruebas
que le esperan al Justo,
mas de todas le libra el Señor.
Gritan ellos, y el Señor les escucha
y los libra de todas sus angustias.
BENDECIRÉ AL SEÑOR ...
61
Decidle a los de corazón cansado
Isaías 35,4ss
Decidle a los de corazón cansado,
decídselo, decídselo a los pobres:
¡Ánimo no temáis,
que vuestro Dios viene a salvaros!
Ya se abren los ojos de los ciegos,
se abren los oídos de los sordos.
El cojo salta como un ciervo,
grita de júbilo la lengua del mudo.
PORQUE SE ABRIRÁ UN CAMINO,
UN CAMINO DE SALVACIÓN;
UNA SENDA, UNA VÍA
PARA LOS POBRES.
Y por ella retornarán
los rescatados del Señor.
Y POR ELLA RETORNARÁN
LOS RESCATADOS DEL SEÑOR.
Todos los pobres, ciegos y cojos,
los alejados del Señor.
TODOS LOS POBRES, CIEGOS Y COJOS,
LOS ALEJADOS DEL SEÑOR.
¡Los pecadores!
Y CANTARÁN FELICIDAD,
Y CANTARÁN FELICIDAD.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
81
Gritad jubilosos
Isaías 12
GRITAD JUBILOSOS:
«QUÉ GRANDE ES EN MEDIO DE TI
EL SANTO DE ISRAEL.»
El Señor es mi Dios y mi Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi canto es el Señor,
él es mi salvación.
GRITAD JUBILOSOS ...
Sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
proclamad entre los pueblos sus hazañas.
GRITAD JUBILOSOS ...
Cantad al Señor, que hizo proezas,
anunciadlas por toda la tierra;
gritad jubilosos,
exultad habitantes de Sión.
GRITAD JUBILOSOS ...
108
Me has seducido, Señor
Jeremías 20,7-18
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR,
Y ME HE DEJADO SEDUCIR;
HAS LUCHADO CONMIGO
Y ME HAS VENCIDO.
HAS SIDO MÁS FUERTE QUE YO,
ME HAS PODIDO.
Cuando hablo debo gritar:
«¡Violencia!», «¡Opresión!»
Así tu Palabra es para mí befa y oprobio.
Me decía: «No pensaré más en Él,
no hablaré más en su Nombre.»
Mas en mi corazón
había un fuego ardiente,
que corría por mis huesos.
MAS EN MI CORAZÓN
HABÍA UN FUEGO ARDIENTE,
QUE CORRÍA POR MIS HUESOS.
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR …
¡Maldito el día en que nací!
¡Maldito el hombre
que le dio la noticia a mi padre:
«Te ha nacido un hijo»!
¿Por qué he salido del seno de mi madre,
si sólo debo ver penas y aflicción?
MAS EL SEÑOR ESTÁ CONMIGO,
COMO UN HÉROE VALEROSO.
Cantad himnos al Señor, alabad su Nombre,
que ha salvado la vida de este pobre.
MAS EL SEÑOR ESTÁ CONMIGO,
COMO UN HÉROE VALEROSO.
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR …
121
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO,
UN VIENTO QUE MUEVE LAS PUERTAS,
ESCUCHA LA VOZ QUE TE LLAMA,
TE INVITA A CAMINAR LEJOS.
ES FUEGO QUE NACE
EN QUIEN SABE ESPERAR,
EN QUIEN SABE NUTRIR
ESPERANZAS DE AMOR.
Eran pobres hombres
como tú, como yo,
habían echado las redes al lago,
recogido los impuestos
a la puerta de la ciudad.
Que yo recuerde
entre ellos no había ningún doctor;
y aquel que llamaban Maestro
estaba muerto y sepultado.
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
Tenían un corazón como tú, como yo,
que una mano de hielo oprimía;
tenían los ojos llenos de lágrimas.
Pensaban sin duda en el amigo perdido;
en la mujer dejada en la puerta de la casa;
en la cruz levantada en la cima del monte.
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
Y el viento llamó a la puerta de la casa,
entró como un rayo en toda la estancia;
y tuvieron los ojos y el corazón llenos de fuego,
salieron a la calle gritando de alegría.
Hombre que esperas
escondido en las sombras,
la voz que canta es para ti;
te trae la alegría de una buena noticia:
¡EL REINO DE DIOS HA LLEGADO YA!
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
151
Una gran señal
Apocalipsis 12
UNA GRAN SEÑAL APARECIÓ EN EL CIELO:
UNA MUJER, UNA MUJER VESTIDA DEL SOL,
CON LA LUNA BAJO SUS PIES,
Y UNA CORONA DE DOCE ESTRELLAS;
ESTÁ ENCINTA, Y GRITA
CON LOS TORMENTOS DE DAR A LUZ.
Y apareció otra señal en el cielo:
un enorme Dragón rojo,
con siete cabezas y diez cuernos.
El Dragón se detuvo delante de la Mujer,
de la Mujer que iba a dar a luz,
para devorar a su Hijo en cuanto naciera.
Y la Mujer dio a luz un Hijo varón, aquel
que ha de regir las naciones de la tierra,
y su Hijo fue arrebatado
hasta Dios y hasta su trono.
UNA GRAN SEÑAL …
Entonces se entabló una batalla en el cielo:
Miguel y sus Ángeles combatieron
con el Dragón, con el gran Dragón.
También el Dragón y sus Ángeles
combatieron, pero no prevalecieron
y no hubo ya lugar para ellos en el cielo.
Y fue arrojado el Dragón, el gran Dragón,
la Serpiente antigua, el llamado Diablo
y Satanás, el seductor del mundo entero,
fue arrojado a la tierra y sus Ángeles con él.
UNA GRAN SEÑAL …
Cuando el Dragón vio que había sido
arrojado a la tierra, persiguió a la Mujer
que había dado a luz al Hijo varón.
Pero se le dieron a la Mujer las dos alas
del águila grande, para volar al desierto,
donde tiene que ser alimentada
un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.
Entonces, despechado contra la Mujer,
el gran Dragón, se fue a hacer
la guerra al resto de sus hijos
los que guardan los mandamientos de Dios
y mantienen el testimonio de Jesús.
LA LA LA, LA LA, LA LA ...
161
Ya viene mi Dios
Villancico
YA VIENE MI DIOS, YA VIENE MI REY,
YA VIENE MI DIOS, YA VIENE MI REY.
YA VIENE, YA VIENE MI SALVADOR,
YA VIENE, YA VIENE MI REY.
Es un pobre obrero nacido en Belén,
su madre, María, su padre, José.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Él tiene unos ojos que hablan de amor,
que hablan del Padre, que hablan de Dios.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Murió en un madero lleno de dolor,
murió por los hombres
muy lleno de amor.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Ha entrado en la muerte,
ha entrado mi Dios,
ya viene, ya sube, ya llega el Señor.
Que canten, que griten: ¡Resucitó!
Mi Dios ha vencido, salió por amor.
YA VIENE MI DIOS ...
178
Letanías penitenciales I
Letanía para la Celebración Penitencial – modelo abreviado
Tú que al ciego que gritaba le diste la vista.
TEN PIEDAD DE MÍ,
QUE SOY UN PECADOR.
Señor, ten piedad.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú que no condenaste a la adúltera.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que comiste con publicanos y pecadores.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que llevaste la salvación a la casa de Zaqueo.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que de la muerte llamaste a Lázaro.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que a Judas lo amaste hasta el final.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Señor, ten piedad.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú que desde la cruz perdonaste al ladrón.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que eres el único que no te escandalizas de mí.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que eres el único que amas al enemigo.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que has entrado en la muerte por mis pecados Señor.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Tú que, para mi salvación, has resucitado de la muerte.
TEN PIEDAD DE MÍ ...
Señor, ten piedad.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
208
Consolad a mi pueblo
Isaías 40,1-11
CONSOLAD A MI PUEBLO,
Y HABLAD AL CORAZÓN DE JERUSALÉN
Y DECIDLE QUE SE ACABA SU ESCLAVITUD.
¡Ohey! Una voz en el desierto grita:
«preparad el camino, la senda al Señor.»
PORQUE EL SEÑOR VIENE CON POTENCIA,
TRAE CONSIGO EL PREMIO.
COMO EL PASTOR REÚNE SU REBAÑO;
LLEVA AL CORDERILLO EN SUS BRAZOS.
Como el pastor conduce con cuidado
las ovejas que van a ser madres;
como el pastor que lleva a sus hombros
la oveja perdida.
CONSOLAD A MI PUEBLO …
217
He aquí mi siervo
Primer canto del Siervo de Yahveh – Isaías 42
He aquí mi siervo a quien elegí,
he aquí mi siervo a quien elegí,
mi amado en quien mi alma se complace,
mi amado a quien elegí.
Haré descansar mi espíritu sobre él;
y anunciará el derecho a las naciones,
y anunciará el derecho a las naciones.
No disputará ni gritará,
nadie oirá su voz en las plazas.
LA CAÑA CASCADA NO LA QUEBRARÁ,
LA MECHA HUMEANTE NO APAGARÁ,
HASTA HACER TRIUNFAR EL DERECHO,
HASTA HACER TRIUNFAR EL DERECHO.
Y en su nombre, y en su nombre
pondrán las naciones su esperanza.