atar
Aparece 6 veces en 3 canto(s)
38
Aquedah
Del Targum Neofiti sobre el sacrificio de Isaac (Gn 22,1-19)
Era todavía de noche cuando Abraham
se disponía a sacrificar a su hijo;
los dos se miraban fijamente
cuando le dijo su hijo Isaac:
AQUEDAH, AQUEDAH,
AQUEDAH, AQUEDAH.
«Átame, átame fuerte, padre mío,
no sea que por el miedo me resista
y no sea válido tu sacrificio
y los dos seamos rechazados.»
AQUEDAH, AQUEDAH …
«ÁTAME, ÁTAME FUERTE,
PADRE MÍO,
QUE YO NO ME RESISTA.»
Venid y ved la fe sobre la tierra,
venid y ved la fe sobre la tierra,
el Padre que sacrifica a su hijo,
y el hijo querido
que le ofrece su cuello.
AQUEDAH, AQUEDAH …
228
Siéntate solitario y silencioso
Lamentaciones 3
Dios mío, Dios mío,
me has llevado, me has llevado
y me has hecho caminar
entre tinieblas.
Has construido para mí un yugo,
y has atado mi cabeza,
mi cabeza y la barbilla.
Has tensado tu arco,
me has fijado, me has fijado
como blanco de tus flechas.
Aun cuando grito y gimo
tú sofocas, sofocas
mi oración.
Contemplar mi miseria
y mi vida errante:
¡es para mí hiel y amargura!
Mas que puedo hacer
si hasta me falta la esperanza,
la esperanza que viene del Señor,
que viene del Señor.
SIÉNTATE SOLITARIO Y SILENCIOSO,
PORQUE DIOS TE LO HA IMPUESTO;
HUMILLA TU BOCA EN EL POLVO:
QUIZÁ HAYA ESPERANZA;
PON LA MEJILLA A QUIEN TE HIERE,
PORQUE NO RECHAZA
PARA SIEMPRE EL SEÑOR:
AUN CUANDO AFLIGE,
USA DE MISERICORDIA,
según su gran amor.
229
Tú has cubierto de vergüenza la muerte
Homilía de Melitón de Sardes sobre la Pascua – Oficio de Lecturas de Jueves Santo
Tú has cubierto de vergüenza la muerte,
tú has llenado de luto el infierno.
Has golpeado la iniquidad,
has privado a la injusticia de sus hijos,
como Moisés al Faraón,
como Moisés al Faraón.
Tú nos has pasado
de la esclavitud a la libertad,
de las tinieblas a la luz,
de la muerte a la vida,
de la tiranía al reino eterno.
Tú eres la Pascua de nuestra salvación;
tú eres el cordero nacido de María.
MARÍA, CORDERA SIN MANCHA,
MARÍA, LA INOCENTE CORDERA.
Tú has sido asesinado en Abel,
tú fuiste atado en Isaac,
vendido en José,
abandonado sobre las aguas en Moisés,
perseguido en David
y despreciado en todos los profetas.
Tú eres el cordero que no abre boca;
tú eres el cordero nacido de María.
MARÍA, CORDERA SIN MANCHA …
Tú fuiste cogido del rebaño,
conducido al sacrificio, inmolado por la tarde,
sepultado en la noche; sobre la cruz
no te fue roto ningún hueso, ni en la tierra
experimentaste la corrupción.
Tú resucitando de la muerte
has hecho resurgir a la humanidad
de lo profundo del sepulcro.
Tú eres el cordero que no abre boca;
tú eres el cordero nacido de María.
MARÍA, CORDERA SIN MANCHA …