ojo

Aparece 36 veces en 23 canto(s)

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23

A ti levanto mis ojos

Hombres:

A TI LEVANTO MIS OJOS,
A TI QUE HABITAS EN EL CIELO.
Como los ojos de los siervos están fijos en las manos de sus señores.
Como los ojos de la esclava en las manos de su señora,
así nuestros ojos miran al Señor,
esperando que tenga piedad, esperando que tenga piedad.
¡PIEDAD DE NOSOTROS, SEÑOR!
¡PIEDAD DE NOSOTROS, SEÑOR!
¡QUE DEMASIADO SE HAN BURLADO DE NOSOTROS,
QUE NUESTRA ALMA ESTÁ SACIADA DE DESPRECIOS!
¡DE LAS BURLAS DE LOS SATISFECHOS,
DEL DESPRECIO DE LOS SOBERBIOS!
¡PIEDAD DE NOSOTROS, SEÑOR!
¡PIEDAD DE NOSOTROS, SEÑOR!
A TI LEVANTO MIS OJOS
27

Abraham

Teofanía de Mambré – Génesis 18,1-5

Hacía calor aquel día
cuando Abraham estaba sentado
delante de su tienda.
Hacía calor aquel día
cuando Abraham estaba sentado
cerca del encinar de Mambré.
Alzando los ojos, miró,
y tres hombres de pie
estaban delante.
En cuanto los vio
se inclinó hasta el suelo y dijo:
«Oh Señor mío,
no pases te ruego sin detenerte.»
SIN DETENERTE, NO PASES TE RUEGO
SIN DETENERTE, SIN DETENERTE.
«Os traeré un poco de agua,
os lavaré los pies
y reposaréis a la sombra,
os traeré un bocado, os reconfortaréis
y luego seguiréis adelante.
No por casualidad
habéis pasado hoy delante de mí.»
«OH SEÑOR MÍO, NO PASES TE RUEGO
SIN DETENERTE, SIN DETENERTE.
SIN DETENERTE, NO PASES TE RUEGO
SIN DETENERTE, SIN DETENERTE.»
29

Al despertar

Salmo 17 (16)

AL DESPERTAR
ME SACIARÉ DE TU SEMBLANTE, SEÑOR.
AL DESPERTAR
ME SACIARÉ DE TU SEMBLANTE, SEÑOR.
Escucha, Señor, mi oración,
atiende, Señor, a mi clamor,
presta oídos a mi súplica,
que mis labios no traicionan, Señor.
Salga de ti la sentencia,
porque tus ojos ven, tus ojos ven mi rectitud.
AL DESPERTAR …
Sondea, Señor, mi corazón,
escrútalo de noche, Señor;
pruébame al crisol, pruébame al crisol
porque tú sabes que no hay malicia en mí;
que mi boca no miente como hacen los hombres.
Que he guardado tu Palabra,
que no he seguido los caminos del violento,
que a tus huellas he ajustado mis pasos,
que no vacilaré, que no vacilaré.
AL DESPERTAR …
A ti yo te invoco, Señor;
concédeme, Señor, una respuesta;
muéstrame los prodigios de tu amor,
porque tú salvas al que se apoya en ti,
porque tú ayudas
al que se refugia a tu derecha.
Como a la niña de tus ojos guárdame,
a la sombra de tus alas escóndeme,
mira que quieren matarme.
AL DESPERTAR …
Míralos, están cerrados en su orgullo,
hablan, la arrogancia está en su boca.
Avanzan contra mí, avanzan contra mí.
¡Ayúdame tú, Señor,
líbrame de los hombres de este mundo,
de los hombres cuyo premio es esta vida!
¡Cólmalos de tus bienes, Señor,
llénales el vientre y que sus hijos se sacien!
Que yo al despertar, que yo por tu amor
me saciaré de tu rostro Señor.
AL DESPERTAR …
61

Decidle a los de corazón cansado

Isaías 35,4ss

Decidle a los de corazón cansado,
decídselo, decídselo a los pobres:
¡Ánimo no temáis,
que vuestro Dios viene a salvaros!
Ya se abren los ojos de los ciegos,
se abren los oídos de los sordos.
El cojo salta como un ciervo,
grita de júbilo la lengua del mudo.
PORQUE SE ABRIRÁ UN CAMINO,
UN CAMINO DE SALVACIÓN;
UNA SENDA, UNA VÍA
PARA LOS POBRES.
Y por ella retornarán
los rescatados del Señor.
Y POR ELLA RETORNARÁN
LOS RESCATADOS DEL SEÑOR.
Todos los pobres, ciegos y cojos,
los alejados del Señor.
TODOS LOS POBRES, CIEGOS Y COJOS,
LOS ALEJADOS DEL SEÑOR.
¡Los pecadores!
Y CANTARÁN FELICIDAD,
Y CANTARÁN FELICIDAD.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA.
83

Hasta cuándo

Salmo 13 (12)

¿Hasta cuándo,
por fin te acordarás, Yahveh, de mí,
y tu rostro a mí lo volverás?
CANTARÉ A YAHVEH,
CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR.
¡Mírame, respóndeme,
Yahveh, amor de mí!
¡Alumbra mis ojos,
no me duerma yo en la muerte!
CANTARÉ A YAHVEH …
¡Que no puedan
decir mis enemigos: «¡Le vencí!»,
mis enemigos
se alegrarán si yo cayera!
CANTARÉ A YAHVEH …
Pero yo espero en tu piedad;
y mi corazón
se alegrará en tu salvación.
CANTARÉ A YAHVEH …
96

La Salve

Himno

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada nuestra
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
el fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Jesucristo, de Jesucristo.
Amén.
97

La siega de las naciones

Juan 4,31-38

Llegaron sus discípulos y le dijeron:
«Rabbí, come, Rabbí, come.»
Pero él les dijo: «Yo tengo para comer
un alimento que vosotros no conocéis:
mi alimento es hacer la voluntad
de aquel que me ha enviado
y llevar a cabo su obra.»
¿NO DECÍS VOSOTROS:
TODAVÍA CUATRO MESES
Y LLEGA YA LA SIEGA?
¿NO DECÍS VOSOTROS:
TODAVÍA CUATRO MESES
Y LLEGA YA LA SIEGA?
Pues bien, yo os digo:
alzad vuestros ojos y ved los campos
que ya blanquean para la siega,
que ya blanquean para la siega.
¿NO DECÍS VOSOTROS …
Ya se reúnen los segadores.
YA SE REÚNEN LOS SEGADORES,
y reciben el salario y recogen fruto
para la vida eterna,
PARA LA VIDA ETERNA.
¿NO DECÍS VOSOTROS …
Yo os he mandado a segar
lo que vosotros no habéis trabajado.
Otros se fatigaron y vosotros
os aprovecháis de su fatiga,
de modo que el sembrador
se alegra, se alegra con el segador.
¿NO DECÍS VOSOTROS …
98

Levanto mis ojos a los montes

Salmo 121 (120)

LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES:
¿DE DÓNDE ME VENDRÁ EL AUXILIO?
EL AUXILIO ME VIENE DEL SEÑOR,
QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA,
EL AUXILIO ME VIENE DEL SEÑOR,
QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA.
¡No permitirá que resbale tu pie!
¡Tu guardián no duerme!
No duerme ni reposa
el guardián de Israel.
LEVANTO MIS OJOS
El Señor te guarda a su sombra,
él está a tu derecha.
De día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
LEVANTO MIS OJOS
El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
vigila tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.
LEVANTO MIS OJOS
106

María, pequeña María

Himno

María, pequeña María,
tú eres la brisa suave de Elías,
el susurro del Espíritu de Dios.
Tú eres la zarza ardiente de Moisés
que llevas al Señor y no te consumes.
Tú eres «el lugar junto a mí»
que mostró el Señor a Moisés;
tú eres la hendidura de la roca
que Dios cubre con su mano
mientras que pasa su Gloria.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS
SI HEMOS HALLADO GRACIA A SUS OJOS.
ES CIERTO QUE SOMOS PECADORES,
MAS RUEGA TÚ POR NOSOTROS
Y SEREMOS SU PUEBLO Y SU HEREDAD.
María, pequeña María,
¡Hija de Jerusalén!
Madre de todos los pueblos,
¡Virgen de Nazaret!
Tú eres la nube del desierto
que protege la marcha de Israel;
tú eres la tienda de la reunión;
el arca que lleva la alianza;
el Santuario de la Gloria del Señor.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS …
117

Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?

1ª Corintios 15

En un instante, en un pestañear de ojos,
al toque de la trompeta final,
porque sonará la trompeta,
y los muertos resucitarán incorruptibles
y nosotros seremos transformados.
POR ESO CANTAMOS:
LA MUERTE ES ABSORBIDA
EN LA VICTORIA.
ALELUYA, ALELUYA.
OH MUERTE ¿DÓNDE ESTÁ TU VICTORIA?
ALELUYA, ALELUYA.
OH MUERTE ¿DÓNDE ESTÁ TU AGUIJÓN?
ALELUYA, ALELUYA.
El aguijón de la muerte es el pecado;
y la fuerza del pecado, está en la Ley.
¡Pero nosotros vencemos en Cristo resucitado!
POR ESO CANTAMOS …
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Yo os recuerdo, hermanos,
el Evangelio que yo os he anunciado,
el mismo que yo he recibido.
A saber:
que Cristo murió por los pecados,
SEGÚN LAS ESCRITURAS;
que él ha resucitado,
SEGÚN LAS ESCRITURAS;
que se apareció primero a Pedro,
luego a los Doce; después a más
de quinientos hermanos a la vez.
Y por último se me apareció a mí.
POR ESO CANTAMOS …
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
121

Pentecostés

Himno

SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO,
UN VIENTO QUE MUEVE LAS PUERTAS,
ESCUCHA LA VOZ QUE TE LLAMA,
TE INVITA A CAMINAR LEJOS.
ES FUEGO QUE NACE
EN QUIEN SABE ESPERAR,
EN QUIEN SABE NUTRIR
ESPERANZAS DE AMOR.
Eran pobres hombres
como tú, como yo,
habían echado las redes al lago,
recogido los impuestos
a la puerta de la ciudad.
Que yo recuerde
entre ellos no había ningún doctor;
y aquel que llamaban Maestro
estaba muerto y sepultado.
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
Tenían un corazón como tú, como yo,
que una mano de hielo oprimía;
tenían los ojos llenos de lágrimas.
Pensaban sin duda en el amigo perdido;
en la mujer dejada en la puerta de la casa;
en la cruz levantada en la cima del monte.
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
Y el viento llamó a la puerta de la casa,
entró como un rayo en toda la estancia;
y tuvieron los ojos y el corazón llenos de fuego,
salieron a la calle gritando de alegría.
Hombre que esperas
escondido en las sombras,
la voz que canta es para ti;
te trae la alegría de una buena noticia:
¡EL REINO DE DIOS HA LLEGADO YA!
SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO ...
137

Señor, no me corrijas en tu cólera

Salmo 6

SEÑOR, NO ME CORRIJAS EN TU CÓLERA,
EN TU FUROR NO ME CASTIGUES.
Ten piedad de mí, ten piedad Señor,
que estoy sin fuerzas,
sáname tú, Señor,
que se desmoronan mis huesos,
hundida tengo el alma,
y tú, Señor, ¿hasta cuándo?
Y TÚ, SEÑOR, ¿HASTA CUÁNDO?
SEÑOR, NO ME CORRIJAS …
Vuélvete, Señor, recobra mi alma,
sáname tú, Señor, por tu misericordia.
QUE NADIE ENTRE LOS MUERTOS
TE RECUERDA, NI EN LOS INFIERNOS
SE CANTA TU ALABANZA.
SEÑOR, NO ME CORRIJAS …
Estoy cansado de gemir,
inundo de lágrimas mi cama,
mis ojos se consumen en la angustia,
envejezco entre enemigos.
Apartaos de mí malvados,
que el Señor escucha mis sollozos,
que el Señor acoge mi oración.
SEÑOR, NO ME CORRIJAS …
Y tú, Señor, ¿hasta cuándo?
Y TÚ, SEÑOR, ¿HASTA CUÁNDO?
142

Si me he refugiado en el Señor

Salmo 11 (10)

SI ME HE REFUGIADO EN EL SEÑOR,
¿CÓMO PODÉIS DECIRME,
CÓMO PODÉIS DECIRME
QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE,
QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE?
Yo sé que los malvados tensan el arco,
que ajustan las flechas a la cuerda,
para herir en la sombra al inocente.
Mas cuando fallan los cimientos,
¿qué puede hacer el justo?,
¿qué puede hacer el justo?
Mas el Señor, el Señor
está en su templo santo,
tiene su trono en el cielo;
sus ojos observan el mundo,
sus pupilas las acciones de los hombres.
El Señor escruta a los justos,
mas también escruta a los malvados;
y el Señor no ama la violencia,
el Señor no ama la violencia.
SI ME HE REFUGIADO ...
147

Te estoy llamando, Señor

Salmo 141 (140)

TE ESTOY LLAMANDO,
TE ESTOY LLAMANDO, SEÑOR,
VEN CORRIENDO,
ESCUCHA MI VOZ QUE YO A TI GRITO.
VALGA ANTE TI MI ORACIÓN
COMO INCIENSO,
EL ALZAR DE MIS MANOS
COMO SACRIFICIO DE LA TARDE.
Pon, Señor, a mi boca un centinela,
una guardia a la puerta de mis labios.
No sea que se incline mi corazón a la maldad,
a cometer acciones criminales.
Que el justo me golpee por amor, y me corrija,
para que el ungüento del malvado
no perfume mi cabeza,
porque yo me enviciaría en su maldad,
porque yo me enviciaría en su maldad.
TE ESTOY LLAMANDO …
A ti, Señor, miran mis ojos,
¡en ti me refugio no desampares mi alma!
Guárdame tú del lazo que me tienden,
de las trampas de tantos enemigos.
Caigan ellos, cada uno en su red,
que yo unido a ti paso indemne,
que yo unido a ti paso indemne.
TE ESTOY LLAMANDO …
161

Ya viene mi Dios

Villancico

YA VIENE MI DIOS, YA VIENE MI REY,
YA VIENE MI DIOS, YA VIENE MI REY.
YA VIENE, YA VIENE MI SALVADOR,
YA VIENE, YA VIENE MI REY.
Es un pobre obrero nacido en Belén,
su madre, María, su padre, José.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Él tiene unos ojos que hablan de amor,
que hablan del Padre, que hablan de Dios.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Murió en un madero lleno de dolor,
murió por los hombres
muy lleno de amor.
Ya viene, ya viene mi Salvador,
ya viene, ya viene mi Rey.
YA VIENE MI DIOS ...
Ha entrado en la muerte,
ha entrado mi Dios,
ya viene, ya sube, ya llega el Señor.
Que canten, que griten: ¡Resucitó!
Mi Dios ha vencido, salió por amor.
YA VIENE MI DIOS ...
183

Plegaria Eucarística II - Modelo I (2ª parte)

El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó el pan, y elevando los ojos a ti,
Padre, Padre, pronunció la bendición,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid,
y elevando los ojos a ti,
Padre, Padre, pronunció la bendición,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto como mi memorial.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN.
¡MARAN-ATHÁ! ¡MARAN-ATHÁ!
¡MARAN-ATHÁ!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
210

El combate escatológico

Apocalipsis 19,11-20

Veo el cielo abierto,
y un caballo blanco:
el que lo monta lleva un manto,
lleno de sangre, lleno de sangre.
Sus ojos, llamas de fuego;
y en su boca hay una espada
para herir, para herir.
¿Cuál es su nombre?
¿Cuál es su nombre?
SU NOMBRE ES,
SU NOMBRE ES
PALABRA DE DIOS.
Veo una bestia
y su profeta que se reúnen
para un combate, para un combate
contra el que monta
en el caballo y lleva el manto
lleno de sangre, lleno de sangre.
EL PISA SOLO EN EL LAGAR
DE LA FURIOSA CÓLERA DE DIOS.
Veo la bestia que es capturada,
y con ella su profeta,
por el que monta en el caballo
y lleva el manto lleno de sangre.
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, ALELUYA,
ALELUYA, ALELUYA.
¡ALELUYA!
¿Cuál es su nombre?
¿Cuál es su nombre?
SU NOMBRE ES,
SU NOMBRE ES
PALABRA DE DIOS.
218

He aquí que nuestro espejo es el Señor

Oda XIII de Salomón

He aquí que nuestro espejo es el Señor,
abrid vuestros ojos y miraos en él
y aprended como es vuestra imagen.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Aleluya, aleluya, aleluya.
DAD GLORIA A SU ESPÍRITU,
DAD GLORIA A SU ESPÍRITU.
Y limpiad la inmundicia de vuestro rostro,
amad su santidad y revestíos
y seréis inmaculados siempre delante de él.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Aleluya, aleluya, aleluya.
DAD GLORIA A SU ESPÍRITU,
DAD GLORIA A SU ESPÍRITU,
DAD GLORIA A SU ESPÍRITU.
227

Shemá Israel

Deuteronomio 6,4-9

Shemá Israel, Shemá Israel.
Adonai Elohenu, Adonai Ejad.
SHEMÁ ISRAEL, SHEMÁ ISRAEL.
ADONAI ELOHENU, ADONAI EJAD.
ESCUCHA ISRAEL, ESCUCHA ISRAEL.
EL SEÑOR ES NUESTRO DIOS,
EL SEÑOR ES UNO.
Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón,
con toda tu alma,
con todas tus fuerzas.
Graba estas palabras
como señal en las palmas de tus manos;
como memorial entre tus ojos;
en las jambas de tu casa y en las puertas.
SHEMÁ ISRAEL …
ESCUCHA ISRAEL …
Enséñalo a tus hijos, Israel,
háblales en casa,
cuando camines por la calle,
cuando te acuestes y te levantes.
Éste es el primer
mandamiento de la vida;
el segundo es igual a éste:
Ama a tu prójimo como a ti mismo
y tendrás, tendrás la Vida Eterna.
SHEMÁ ISRAEL …
ESCUCHA ISRAEL …
Shemá Israel,
SHEMÁ ISRAEL,
ADONAI ELOHENU,
ADONAI EJAD.
236

Como lirio entre los cardos

Cantar de los Cantares 1,13ss

Como perfume de mirra
es mi amado, así es mi amado,
reposa sobre mi pecho.
Como lirio entre los cardos
es mi amada, así es mi amada,
mi amada entre las doncellas.
¡QUÉ BELLA ERES, AMADA MÍA,
QUÉ BELLA ERES, QUÉ BELLA ERES!
¡PALOMAS SON TUS OJOS,
PALOMAS SON TUS OJOS!
¡QUÉ HERMOSO ERES, AMADO MÍO,
QUÉ HERMOSO ERES, QUÉ DELICIOSO!
PURO VERDOR ES NUESTRO LECHO,
PURO VERDOR ES NUESTRO LECHO.
Como el manzano entre los árboles silvestres,
así es mi amado,
mi amado entre los jóvenes.
A su sombra que anhelaba
estoy sentada, y es dulce su fruto,
qué dulce al paladar.
ME HA INTRODUCIDO
EN LA SALA DEL BANQUETE,
Y LA BANDERA QUE ENARBOLA
SOBRE MÍ ES EL AMOR.
Su izquierda sobre mi cabeza,
y con su diestra me abraza.
YO OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN
NO DESPERTÉIS AL AMOR,
HASTA QUE A ELLA LE PLAZCA.
242

Hermosa eres, amiga mía

Cantar de los Cantares 6 y 7 – Quinto Poema

HERMOSA ERES,
AMIGA MÍA, COMO TIRSÁ,
BELLÍSIMA, COMO JERUSALÉN.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
¡Qué lindos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas,
obra de manos de un artista.
Tu ombligo es como un ánfora redonda.
Tu cuello, es una torre de marfil.
Tus ojos, como las piscinas de Jesbón.
Tu cabeza es como el monte Carmelo,
tu pelo, es como la púrpura;
¡un rey en él está prisionero!
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
«¿Quién es ésta que surge como la aurora,
bella como la luna,
esplendente como el sol?»
¡Qué bella eres, oh amor,
qué bella eres, oh delicia!
Bellísima como Jerusalén,
bellísima como Jerusalén,
Jerusalén ¡Aay! Jerusalén,
Jerusalén, Jerusalén.
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
250

No resistáis al mal

Mateo 5,38ss

Habéis oído que se dijo:
Ojo por ojo, y diente por diente”.
Mas yo os digo, mas yo os digo:
NO RESISTÁIS AL MAL,
NO RESISTÁIS AL MAL,
NO RESISTÁIS AL MAL,
NO RESISTÁIS AL MAL.
Y si alguno te golpea en la mejilla derecha
preséntale también la otra;
y si alguno te lleva a juicio
para quitarte la túnica
déjale también el manto;
al que te obligue a andar una milla,
vete con él dos.
Y al que te quite lo que es tuyo,
no se lo reclames.
NO RESISTÁIS AL MAL …
Habéis oído que se dijo:
“Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo”.
Mas yo os digo, mas yo os digo:
Amad a vuestros enemigos,
haced el bien a los que os odian,
rezad por los que os persiguen,
bendecid a los que os calumnian,
y seréis hijos de vuestro Padre celeste,
que hace salir su sol sobre buenos y malos
y manda la lluvia también sobre los pecadores.
NO RESISTÁIS AL MAL …
Sed perfectos
como vuestro Padre celestial es perfecto,
porque él es bueno con los ingratos,
porque él es bueno con los perversos.
NO RESISTÁIS AL MAL …
254

Sermón de la montaña

Lucas 6,20-38

Alzando los ojos hacia
sus discípulos, Jesús decía:
DICHOSOS LOS POBRES,
PORQUE VUESTRO
ES EL REINO DE DIOS.
DICHOSOS LOS QUE AHORA
TENÉIS HAMBRE,
PORQUE SERÉIS SACIADOS.
DICHOSOS LOS QUE LLORÁIS AHORA,
PORQUE REIRÉIS.
Dichosos seréis cuando os odien,
os injurien a causa del Hijo del hombre.
Alegraos ese día,
que vuestra recompensa
será grande en el cielo.
¡AY DE VOSOTROS, LOS RICOS!
PORQUE HABÉIS RECIBIDO
VUESTRO CONSUELO.
¡AY DE LOS QUE REÍS AHORA!
PORQUE TENDRÉIS
AFLICCIÓN Y LLANTO.
AMAD A VUESTROS ENEMIGOS,
HACED EL BIEN A LOS QUE OS ODIAN.
AL QUE TE HIERE EN UNA MEJILLA,
PRESÉNTALE TAMBIÉN LA OTRA;
AL QUE TE QUITE EL MANTO,
NO LE NIEGUES LA TÚNICA;
AL QUE TE QUITE LO QUE ES TUYO,
NO SE LO RECLAMES.
AMAD A VUESTROS ENEMIGOS,
HACED EL BIEN A LOS QUE OS ODIAN.
NO JUZGUÉIS,
NO CONDENÉIS;
PERDONAD
Y SERÉIS PERDONADOS.