cimiento

Aparece 3 veces en 3 canto(s)

cimiento

Aparece 3 veces en 3 canto(s)
41

Babilonia criminal

Salmo 137 (136)

JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA
ACORDÁNDONOS DE TI
NOS SENTAMOS A LLORAR;
DE LOS SAUCES COLGABAN
LAS GUITARRAS;
ACORDÁNDONOS DE TI
NOS SENTAMOS A LLORAR.
«¡CANTADNOS!» NOS DECÍAN
NUESTROS ENEMIGOS.
«¡CANTADNOS!» NOS DECÍAN
NUESTROS OPRESORES.
ELLOS QUERÍAN QUE NOSOTROS
LES DIVIRTIÉRAMOS.
¿Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extraña?
¡Si de ti me olvidare,
que se me seque la mano derecha!
¡Que se me pegue la lengua al paladar,
si de ti yo me olvidare Jerusalén
en la cumbre de mi alegría!
SEÑOR, TOMA CUENTAS
A NUESTROS ENEMIGOS.
SEÑOR, TOMA CUENTAS
A NUESTROS OPRESORES.
CUANDO ELLOS SE DECÍAN:
¡ARRASADLA HASTA EL CIMIENTO!
¡Capital de Babilonia criminal,
quién pudiera pagarte los males
que nos has hecho,
quién pudiera estrellar
tus hijos contra la piedra!
JUNTO A LOS CANALES ...
142

Si me he refugiado en el Señor

Salmo 11 (10)

SI ME HE REFUGIADO EN EL SEÑOR,
¿CÓMO PODÉIS DECIRME,
CÓMO PODÉIS DECIRME
QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE,
QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE?
Yo sé que los malvados tensan el arco,
que ajustan las flechas a la cuerda,
para herir en la sombra al inocente.
Mas cuando fallan los cimientos,
¿qué puede hacer el justo?,
¿qué puede hacer el justo?
Mas el Señor, el Señor
está en su templo santo,
tiene su trono en el cielo;
sus ojos observan el mundo,
sus pupilas las acciones de los hombres.
El Señor escruta a los justos,
mas también escruta a los malvados;
y el Señor no ama la violencia,
el Señor no ama la violencia.
SI ME HE REFUGIADO ...
163

Yo te amo, Señor

Salmo 18 (17)

Yo te amo, Señor, tú eres mi roca,
tú eres mi liberador, tú eres mi Dios.
Yo te amo, yo te amo, Señor.
LAS OLAS DE LA MUERTE ME ENVOLVÍAN,
ME ESPANTABAN LAS TROMBAS DE BELIAL,
ME RODEABAN LOS LAZOS DEL SEOL,
HABÍA CAÍDO EN LOS CEPOS DE LA MUERTE.
Clamé al Señor en mi angustia,
a mi Dios, a mi Dios invoqué;
y escuchó mi voz desde su Templo,
llegó mi llamada a sus oídos.
Y la tierra fue sacudida y vaciló,
retemblaron las bases de los montes.
Porque inclinó los cielos y bajó.
Y el fondo del mar quedó a la vista,
los cimientos del orbe aparecieron.
Extendió su mano para asirme,
me sacó de lo profundo de las aguas.
YO TE AMO SEÑOR …
LAS OLAS DE LA MUERTE …