alianza

Aparece 12 veces en 8 canto(s)

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Benedictus

Lucas 1,67-80

Bendito sea el Señor,
DIOS DE ISRAEL,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
SUSCITÁNDONOS
UNA FUERZA DE SALVACIÓN
EN LA CASA DE DAVID, SU SIERVO.
Según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza y el juramento
que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de todo temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
BENDITO SEA EL SEÑOR ...
Y a ti niño, te llamarán
profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de todos sus pecados.
Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas,
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
BENDITO SEA EL SEÑOR ...
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Dayenú

De la Hagadá de Pésaj hebrea

Cuántos bienes nos ha dado el Señor.
CUÁNTOS BIENES
NOS HA DADO EL SEÑOR.
Cuántos bienes nos ha dado el Señor.
CUÁNTOS BIENES
NOS HA DADO EL SEÑOR.
Si Cristo nos hubiera hecho salir de Egipto
y no hubiera hecho justicia del Faraón:
ESO NOS HABRÍA BASTADO,
NOS HABRÍA BASTADO.
DAYENÚ, DAYENÚ, DAYENÚ.
Si hubiera hecho justicia del Faraón
y no nos hubiera librado de todos los ídolos:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si nos hubiera librado de todos los ídolos
y no nos hubiera dado todas sus riquezas:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si nos hubiera dado todas sus riquezas
y no hubiera abierto el mar para nosotros:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si hubiera abierto el mar para nosotros
y no hubiera hundido a nuestros opresores:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si hubiera hundido a nuestros opresores
y no nos hubiera abierto un camino en el desierto:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si nos hubiera abierto un camino en el desierto
y no nos hubiera nutrido con el pan de la vida:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si nos hubiera nutrido con el pan de la vida
y no nos hubiera dado el día del Señor:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si nos hubiera dado el día del Señor
y no nos hubiera sellado una nueva Alianza:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si hubiera hecho con nosotros una nueva Alianza
y no nos hubiera hecho entrar en su Iglesia:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si nos hubiera hecho entrar en su Iglesia
y no hubiera construido en nosotros su templo:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Si hubiera construido en nosotros su templo
y no lo hubiera llenado de su Santo Espíritu:
ESO NOS HABRÍA BASTADO ...
Cuánto más tenemos que dar gracias al Señor.
CUÁNTO MÁS TENEMOS
QUE DAR GRACIAS AL SEÑOR.
Cuánto más tenemos que dar gracias al Señor.
CUÁNTO MÁS TENEMOS
QUE DAR GRACIAS AL SEÑOR.
Que nos ha hecho salir de Egipto.
Que ha hecho justicia del Faraón.
Que nos ha librado de todos los enemigos.
Que nos ha dado todas sus riquezas.
Que ha abierto el mar para nosotros.
Que ha hundido a nuestros opresores.
Que nos ha dado un camino en el desierto.
Que nos ha nutrido con el pan de la vida.
Que nos ha dado el día del Señor.
Que nos ha hecho una nueva Alianza.
Que nos ha hecho entrar en su Iglesia.
Que ha construido en nosotros su templo.
Y lo ha llenado de su Espíritu Santo
en el perdón de los pecados.
Cristo nuestra Pascua está resucitado.
CRISTO NUESTRA PASCUA
ESTÁ RESUCITADO.
Cristo nuestra Pascua está resucitado.
CRISTO NUESTRA PASCUA
ESTÁ RESUCITADO.
Aleluya, aleluya.
ALELUYA, ALELUYA.
Aleluya, aleluya, aleluya
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Aleluya, aleluya, aleluya.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
80

Gracias a Yahveh

Salmo 136 (135)

GRACIAS A YAHVEH, ALELUYA.
GRACIAS A YAHVEH, ALELUYA.
GRACIAS A YAHVEH, ALELUYA.
GRACIAS A YAHVEH, ALELUYA.
Demos gracias al Dios de los dioses,
PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA,
demos gracias al Señor de los Señores.
GRACIAS A YAHVEH …
Él ha abierto en dos partes el Mar Rojo,
PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA,
hizo pasar por en medio a su pueblo.
GRACIAS A YAHVEH …
Él ha abierto un camino en el desierto,
PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA,
e hizo con el pueblo una alianza para siempre.
GRACIAS A YAHVEH …
Él los condujo a la tierra prometida,
PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA,
una tierra que mana leche y miel.
GRACIAS A YAHVEH …
En la angustia no nos abandona,
PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA,
él nos libra de nuestros enemigos.
GRACIAS A YAHVEH …
106

María, pequeña María

Himno

María, pequeña María,
tú eres la brisa suave de Elías,
el susurro del Espíritu de Dios.
Tú eres la zarza ardiente de Moisés
que llevas al Señor y no te consumes.
Tú eres «el lugar junto a mí»
que mostró el Señor a Moisés;
tú eres la hendidura de la roca
que Dios cubre con su mano
mientras que pasa su Gloria.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS
SI HEMOS HALLADO GRACIA A SUS OJOS.
ES CIERTO QUE SOMOS PECADORES,
MAS RUEGA TÚ POR NOSOTROS
Y SEREMOS SU PUEBLO Y SU HEREDAD.
María, pequeña María,
¡Hija de Jerusalén!
Madre de todos los pueblos,
¡Virgen de Nazaret!
Tú eres la nube del desierto
que protege la marcha de Israel;
tú eres la tienda de la reunión;
el arca que lleva la alianza;
el Santuario de la Gloria del Señor.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS …
183

Plegaria Eucarística II - Modelo I (2ª parte)

El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó el pan, y elevando los ojos a ti,
Padre, Padre, pronunció la bendición,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid,
y elevando los ojos a ti,
Padre, Padre, pronunció la bendición,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto como mi memorial.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN.
¡MARAN-ATHÁ! ¡MARAN-ATHÁ!
¡MARAN-ATHÁ!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
185

Plegaria Eucarística II - Modelo II

Modelo II (1987)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO.
Verdaderamente
es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar.
A ti, Padre Santo, por Jesucristo,
tu amadísimo Hijo.
Por él, que es tu Palabra viviente,
hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste Salvador y Redentor
hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
y nacido de la Virgen María,
para cumplir tu voluntad
y adquirir para ti un pueblo santo,
Él extendió sus brazos en la cruz,
muriendo destruyó la muerte.
Y proclamó
la resurrección.
Y PROCLAMÓ
LA RESURRECCIÓN.
Por este misterio de salvación,
unidos a los ángeles y a los santos
cantamos a una sola voz
el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
santifica estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …,
con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
188

Plegaria Eucarística IV

(1988)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
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Escuchad islas lejanas

Segundo canto del Siervo de Yahveh – Isaías 49,1-16

¡Escuchad, islas lejanas,
prestad atención, naciones!
Así habla el Señor, el Santo de Israel:
Aquel que tiene la vida despreciada,
y es el abominio de las gentes,
al esclavo de los dominadores:
TE VERÁN LOS REYES,
SE PONDRÁN EN PIE,
LOS PRÍNCIPES DE LA TIERRA
SE INCLINARÁN,
YO TE HE ELEGIDO,
TE HE ELEGIDO.
En el día favorable te ayudaré,
en el día de la muerte te asistiré.
Pues te he elegido
como alianza a las naciones.
TE VERÁN LOS REYES …
Dirás a los prisioneros: «Salid»,
dirás a los ciegos: «Mirad»,
conducirás a los pueblos
por el camino de la vida.
TE VERÁN LOS REYES …
Mas Sión dice: «Yahveh me ha abandonado,
Yahveh me ha olvidado.»
¿Acaso una madre olvida a su hijo de pecho,
es que se olvida del hijo de su seno?
PUES AUNQUE UNA MADRE
SE OLVIDASE DE SU HIJO,
YO JAMÁS TE OLVIDARÉ.
MÍRAME, EN LAS PALMAS DE MIS MANOS
TE LLEVO TATUADA.
MÍRAME, EN LAS PALMAS DE MIS MANOS
TE LLEVO TATUADA.
TE VERÁN LOS REYES …