Jesús

Aparece 64 veces en 28 canto(s)

Jesús

Aparece 64 veces en 28 canto(s)
39

Ave María I

Lucas 1,28ss

Ave María,
llena de gracia,
el Señor es contigo,
Bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS,
RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS PECADORES.
RUEGA AHORA
Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
40

Ave María II (1984)

Lucas 1,28ss

Ave María,
llena de gracia,
el Señor es contigo,
Bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.
SANTA MARÍA,
MADRE DE DIOS,
RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS PECADORES.
RUEGA AHORA
Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE.
AMÉN.
45

Bendita eres tú, María

Lucas 1,42-45

Bendita eres tú, María,
entre todas las mujeres, María.
Bendito es el fruto, María,
el fruto de tu seno, Jesús.
¡María, tú has creído!
Y CÓMO ES QUE LA MADRE DEL SEÑOR
VIENE A MÍ, VIENE A MÍ.
Porque, apenas he sentido tu voz,
algo se ha movido dentro de mí,
mi niño ha exultado de gozo.
MARÍA, BENDITA MARÍA,
TÚ HAS CREÍDO
LA PALABRA DEL SEÑOR.
Y CÓMO ES QUE LA MADRE DEL SEÑOR …
Porque, apenas he sentido tu voz …
MARÍA, BENDITA MARÍA …
88

Himno a la Kenosis

Filipenses 2,1-11

Con un mismo amor,
con un mismo espíritu,
con los mismos sentimientos.
Nada por rivalidad, ni por vanagloria,
mas todo con humildad,
considerando a los otros
como superiores a ti,
no buscando tu propio interés;
teniendo los sentimientos de Jesús.
El cual, siendo Dios,
no retuvo ávidamente su dignidad,
sino que se hizo hombre.
Y hecho hombre se humilló a sí mismo
tomando condición de esclavo,
obedeciendo hasta la muerte.
Y qué muerte: muerte de pecador,
muerte de malhechor,
muerte de cruz.
Por eso Dios lo resucitó,
lo exaltó y le dio el Nombre
más alto que existe.
Cristo Jesús es el Señor, ALELUYA.
Cristo Jesús es el Señor, ALELUYA.
Cristo Jesús es el Señor, ALELUYA.
¡ALELUYA!
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
¡ALELUYA!
Cristo Jesús es mi Señor, ALELUYA.
Cristo Jesús es tu Señor, ALELUYA.
Cristo Jesús es el Señor, ALELUYA.
¡ALELUYA!
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA ...
89

Himno de Adviento

Himno

Una voz recia disipa con sus ecos la oscuridad,
lejos el ensueño, Jesús brilla ya;
levántese el alma entorpecida
y deje de arrastrarse por el suelo.
¡Amanece una nueva estrella!
Ved que se nos envía un Cordero
para satisfacer gratuitamente nuestras deudas;
vayamos a Él con lágrimas, pidámosle todos perdón.
Para que cuando aparezca glorioso en su segunda venida,
y llene el mundo de espanto, Él nos proteja piadoso.
POR ESO, YO LE CANTO ESTA BALADA
AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU.
¡QUE ELLOS VIVAN, AMÉN!
POR ESO, YO LE CANTO ESTA BALADA
AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU.
¡QUE ELLOS VIVAN, AMÉN!
92

Id y anunciad a mis hermanos

Mateo 28,7-10.16-20

ID Y ANUNCIAD A MIS HERMANOS
QUE VAYAN A GALILEA;
que allí me verán,
QUE ALLÍ ME VERÁN.
Los discípulos fueron a Galilea,
al monte que Jesús les había indicado.
Cuando lo vieron le adoraron.
Y Jesús les dijo:
«Me ha sido dado todo poder
en el cielo y en la tierra.»
«ME HA SIDO DADO TODO PODER
EN EL CIELO Y EN LA TIERRA.»
Id, pues, y haced discípulos
a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a poner en práctica
todo lo que yo os he mandado.
ID Y ANUNCIAD A MIS HERMANOS …
Ved que yo estoy con vosotros,
ved que yo estoy con vosotros
todos los días.
VED QUE YO ESTOY CON VOSOTROS,
VED QUE YO ESTOY CON VOSOTROS
TODOS LOS DÍAS,
hasta el fin del mundo,
HASTA EL FIN DEL MUNDO.
ID Y ANUNCIAD A MIS HERMANOS …
96

La Salve

Himno

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada nuestra
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
el fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Jesucristo, de Jesucristo.
Amén.
99

Llegue hasta tu presencia mi clamor

Salmo 119 (118)

¡Señor, Señor Jesús!
Llegue hasta tu presencia mi clamor,
brota de mis labios tu canción,
canta mi lengua tus palabras,
alma mía, Jesús.
Sea conmigo tu mano para ayudarme
de ti anhelo la salvación,
viva mi alma para alabarte,
mírame, ando errante.
VEN, EN BUSCA DE TU SIERVO,
VEN, SEÑOR JESÚS.
VEN, QUE YO SIN TI ME PIERDO,
VEN, SEÑOR JESÚS.
Llegue hasta tu presencia ...
VEN, EN BUSCA DE TU SIERVO …
112

No está aquí, resucitó

Mateo 28,1-8

Pasado el sábado,
al alba del primer día de la semana,
María Magdalena y la otra María
fueron al sepulcro.
Cuando de pronto se produjo un terremoto,
el Ángel del Señor bajó del cielo,
e hizo rodar la piedra.
Y el Ángel dijo a las mujeres:
«No temáis, sé que buscáis a Jesús,
el Crucificado;
no está aquí, ha resucitado.»
NO ESTÁ AQUÍ, HA RESUCITADO.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
Id de prisa a decir a sus discípulos:
“Ha resucitado de entre los muertos”.
Id de prisa a decir a sus discípulos:
“Ha resucitado de entre los muertos
y os precede en Galilea”.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
Y os precede en Galilea,
Y OS PRECEDE EN GALILEA;
allí le veréis,
ALLÍ LE VERÉIS.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
No está aquí, resucitó,
NO ESTÁ AQUÍ, RESUCITÓ.
Y os precede en Galilea,
Y OS PRECEDE EN GALILEA;
allí le veréis,
ALLÍ LE VERÉIS.
116

Oh Jesús, amor mío

Himno

¡Oh Jesús, amor mío
cuánto me has amado,
cuánto me has amado!
¡OH JESÚS, AMOR MÍO
CUÁNTO ME HAS AMADO,
CUÁNTO ME HAS AMADO!
Tú has recibido las espinas de la soberbia de mí,
para que yo reciba la humildad de ti.
Tú has recibido los azotes de la lujuria de mí
para que yo reciba el amor y la pureza de ti.
Tú has sido por la avaricia despojado por mí
para que yo reciba la riqueza de ti.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
Tú has recibido la hiel y el vinagre de mí
para que yo reciba la dulzura de ti.
Tú has recibido el desprecio y los insultos de mí
para que yo reciba la mansedumbre de ti.
Tú has recibido los clavos
y la lanzada de mí
para que yo reciba la obediencia de ti.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
Tú has sido crucificado por mí
para que yo reciba la salvación de ti.
Tú has recibido la muerte de mí
para que yo reciba la vida de ti.
Tú has recibido la sepultura de mí
para que yo reciba la resurrección de ti.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
De mí, Señor, tú has recibido el mal,
la muerte y el pecado
para que yo reciba de ti sólo a ti mismo;
a mí, a mí tú te has donado.
¡OH JESÚS, AMOR MÍO …
128

Quién nos separará

Romanos 8,34-39

¿QUIÉN NOS SEPARARÁ,
QUIÉN NOS SEPARARÁ
DEL AMOR DE DIOS?
¿Acaso Cristo Jesús, el que murió;
más aún el que resucitó,
el que a la derecha de Dios
intercede por nosotros?
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ …
¿La tribulación?, ¿la angustia?,
¿la persecución?, ¿el hambre?,
¿la desnudez?
Si en todo vencemos
por aquel que nos amó.
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ …
Si seguros estamos
que ni la muerte ni la vida
ni lo presente ni lo futuro
ni la altura ni la profundidad
ni otra criatura alguna
nos podrá separar de Dios.
NOS PODRÁ SEPARAR,
NOS PODRÁ SEPARAR
DEL AMOR DE DIOS
MANIFESTADO EN CRISTO JESÚS.
¿QUIÉN NOS SEPARARÁ …
138

Shlom-lej Mariam

Ave María en arameo antiguo

SHLOM-LEJ MARIAM,
MALIATH TAI BUTH.
MARAN, MARAN AMEJ,
MARAN, MARAN AMEJ.
Ave María, llena de gracia.
El Señor, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu seno, Jesús.
SANTA, SANTA MARÍA,
MADRE, MADRE DE DIOS,
RUEGA, RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS, QUE SOMOS PECADORES.
María, no llores.
María, María, María.
¡Ayaay, ayaay, aay!
SANTA, SANTA MARÍA …
María, ayúdanos.
María, ayúdanos.
¡Virgen María!
¡Ay ay ay ay ay ay ay!
¡Ayúdanos!
SHLOM-LEJ MARIAM ...
145

Stabat mater dolorosa

Secuencia del siglo XIII

STABAT MATER DOLOROSA
IUXTA CRUCEM LACRIMOSA
DUM PENDEBAT FILIUS.
Era su alma un gemido,
era un dolor, era un grito,
cuando una espada la atravesó.
¡Oh qué triste y afligida
está la bendita Madre del Unigénito!
STABAT MATER DOLOROSA ...
¿Cuál es el hombre que no llora,
al ver a la Madre de Cristo
en tanto suplicio?
Por los pecados de su gente
ella ve a Jesús en tormentos,
y sometido a los azotes.
STABAT MATER DOLOROSA ...
Ella ve a su Hijo amado
que muere desolado,
y que entrega su Espíritu.
Oh, Cristo, cuando yo deba morir,
por tu bendita Madre
hazme conseguir
la palma de la victoria.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
151

Una gran señal

Apocalipsis 12

UNA GRAN SEÑAL APARECIÓ EN EL CIELO:
UNA MUJER, UNA MUJER VESTIDA DEL SOL,
CON LA LUNA BAJO SUS PIES,
Y UNA CORONA DE DOCE ESTRELLAS;
ESTÁ ENCINTA, Y GRITA
CON LOS TORMENTOS DE DAR A LUZ.
Y apareció otra señal en el cielo:
un enorme Dragón rojo,
con siete cabezas y diez cuernos.
El Dragón se detuvo delante de la Mujer,
de la Mujer que iba a dar a luz,
para devorar a su Hijo en cuanto naciera.
Y la Mujer dio a luz un Hijo varón, aquel
que ha de regir las naciones de la tierra,
y su Hijo fue arrebatado
hasta Dios y hasta su trono.
UNA GRAN SEÑAL …
Entonces se entabló una batalla en el cielo:
Miguel y sus Ángeles combatieron
con el Dragón, con el gran Dragón.
También el Dragón y sus Ángeles
combatieron, pero no prevalecieron
y no hubo ya lugar para ellos en el cielo.
Y fue arrojado el Dragón, el gran Dragón,
la Serpiente antigua, el llamado Diablo
y Satanás, el seductor del mundo entero,
fue arrojado a la tierra y sus Ángeles con él.
UNA GRAN SEÑAL …
Cuando el Dragón vio que había sido
arrojado a la tierra, persiguió a la Mujer
que había dado a luz al Hijo varón.
Pero se le dieron a la Mujer las dos alas
del águila grande, para volar al desierto,
donde tiene que ser alimentada
un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.
Entonces, despechado contra la Mujer,
el gran Dragón, se fue a hacer
la guerra al resto de sus hijos
los que guardan los mandamientos de Dios
y mantienen el testimonio de Jesús.
LA LA LA, LA LA, LA LA ...
155

Ven, hijo del hombre

Apocalipsis 21, 17ss

Ven, VEN,
Hijo del Hombre,
HIJO DEL HOMBRE.
¡Ven, VEN, VEN, Señor Jesús!
SEÑOR JESÚS.
Ven, VEN,
Siervo de los pobres,
SIERVO DE LOS POBRES.
¡Ven, VEN, VEN, Señor Jesús!
SEÑOR JESÚS.
El Espíritu dice: ¡Ven!
El que escucha diga: ¡Ven!
¡VEN!
Ven, VEN,
amor mío,
AMOR MÍO.
¡Ven, VEN, VEN, Señor Jesús!
SEÑOR JESÚS.
Calma, CALMA,
tú este fuego,
TÚ ESTE FUEGO.
¡Ven, VEN, VEN, Señor Jesús!
SEÑOR JESÚS.
La Esposa dice: ¡Ven!
El que escucha diga: ¡Ven!
¡VEN!
Vieni, figlio dell'uomo. Vieni, Signore Gesù.
Viens, Fils de l'homme. Viens, Seigneur Jesus.
Come, Son of Man. Come, Lord Jesus.
Ven, VEN,
Hijo del Hombre,
HIJO DEL HOMBRE.
¡Ven, VEN, VEN, Señor Jesús!
SEÑOR JESÚS.
Ven, VEN, Ven, VEN, Ven, VEN …
158

Virgen de la maravilla

Himno

MARÍA, HIJA DE TU HIJO,
MADRE DE JESÚS
Y MADRE NUESTRA.
¡VIRGEN DE LA MARAVILLA!
María, tú la creatura
que has dado a luz al Creador,
tú eres la sierva
que ha concebido al Señor.
MARÍA, HIJA DE TU HIJO …
María, hecha de tierra,
tú eres la gloriosa,
gloriosa imagen del cielo.
MARÍA, HIJA DE TU HIJO …
María, siendo la pequeña
tú eres la más grande,
siendo hija de Dios eres su Madre,
siendo hija de Dios
eres su Madre.
¡Virgen de la maravilla!
MARÍA, HIJA DE TU HIJO …
165

Zaqueo

Lucas 19,1-10

HABIENDO ENTRADO JESÚS EN JERICÓ,
ATRAVESABA LA CIUDAD.
HABIENDO ENTRADO JESÚS EN JERICÓ,
ATRAVESABA LA CIUDAD.
Había un hombre llamado Zaqueo,
que era jefe de publicanos y muy rico
que trataba de ver a Jesús, pero no podía
porque era de pequeña estatura.
Se adelantó corriendo
y se subió a un sicómoro,
pues iba a pasar por allí,
pues iba a pasar por allí.
Cuando llegó Jesús, alzó la vista y le vio,
y le dijo: «Zaqueo, baja pronto;
porque conviene que hoy entre en tu casa.»
conviene que hoy entre en tu casa.»
HABIENDO ENTRADO JESÚS
Bajó deprisa Zaqueo
y le recibió lleno de alegría.
Al verlo, todos murmuraban:
«Ha entrado en casa de un pecador.»
Zaqueo, se puso en pie y dijo al Señor:
«Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres;
y si en algo defraudé, el cuádruplo le devolveré.»
Y Jesús le dijo:
«HOY, HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA.
HOY, HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA.»
«Porque también éste es hijo de Abraham,
pues el Hijo del hombre ha venido
a buscar y salvar lo que estaba perdido.»
HABIENDO ENTRADO … HOY, HA LLEGADO …
Zaqueo eres tú.
ZAQUEO ERES TÚ.
Baja pronto.
BAJA PRONTO.
Conviene que hoy entre en tu casa.
CONVIENE QUE HOY ENTRE EN TU CASA.
HABIENDO ENTRADO … HOY, HA LLEGADO …
168

Aleluya pascual

Apropiado para el tiempo Pascual

Cristo Jesús ha resucitado.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Cristo Jesús ha resucitado.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
Cristo Jesús ha resucitado.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
176

Letanías de los santos

De Liturgia Bautismal de la Vigilia Pascual

Señor, ten piedad
SEÑOR, TEN PIEDAD.
Cristo, ten piedad
CRISTO, TEN PIEDAD.
Señor, ten piedad
SEÑOR, TEN PIEDAD.
Santa María, madre de Dios
RUEGA POR NOSOTROS.
san Miguel
santos ángeles de Dios
ROGAD POR NOSOTROS.
san Juan Bautista
RUEGA POR NOSOTROS.
san José
santos Pedro y Pablo
ROGAD POR NOSOTROS.
san Andrés
RUEGA POR NOSOTROS.
san Juan
santa María Magdalena
san Esteban
san Ignacio de Antioquía
san Lorenzo
santas Perpetua y Felicidad
ROGAD POR NOSOTROS.
santa Inés
RUEGA POR NOSOTROS.
san Gregorio
san Agustín
san Atanasio
san Basilio
san Martín
san Benito
santos Francisco y Domingo
ROGAD POR NOSOTROS.
san Francisco Javier
RUEGA POR NOSOTROS.
san Juan María Vianney
santa Catalina de Siena
Santos Isidro Labrador
y María de la Cabeza
ROGAD POR NOSOTROS.
Santa Teresa de Ávila
RUEGA POR NOSOTROS.
Santa Catalina Labouré
Santos y Santas de Dios
ROGAD POR NOSOTROS.
Muéstrate propicio
LÍBRANOS, SEÑOR.
De todo mal
De todo pecado
De la muerte eterna
Por tu encarnación
Por tu muerte y resurrección
Por el envío del Espíritu Santo
Nosotros que somos pecadores
TE ROGAMOS, ÓYENOS.
Para que regeneres a ...
con la gracia del Bautismo.
TE ROGAMOS, ÓYENOS.
Para que regeneres a estos
elegidos con la gracia del Bautismo.
TE ROGAMOS, ÓYENOS.
Para que santifiques esta agua
en la que renacerán tus nuevos hijos.
TE ROGAMOS, ÓYENOS.
Jesús, Hijo de Dios vivo.
TE ROGAMOS, ÓYENOS.
Cristo, óyenos.
CRISTO, ÓYENOS.
Cristo, escúchanos.
CRISTO, ESCÚCHANOS.
183

Plegaria Eucarística II - Modelo I (2ª parte)

El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó el pan, y elevando los ojos a ti,
Padre, Padre, pronunció la bendición,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid,
y elevando los ojos a ti,
Padre, Padre, pronunció la bendición,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto como mi memorial.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN.
¡MARAN-ATHÁ! ¡MARAN-ATHÁ!
¡MARAN-ATHÁ!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
185

Plegaria Eucarística II - Modelo II

Modelo II (1987)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO.
Verdaderamente
es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar.
A ti, Padre Santo, por Jesucristo,
tu amadísimo Hijo.
Por él, que es tu Palabra viviente,
hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste Salvador y Redentor
hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
y nacido de la Virgen María,
para cumplir tu voluntad
y adquirir para ti un pueblo santo,
Él extendió sus brazos en la cruz,
muriendo destruyó la muerte.
Y proclamó
la resurrección.
Y PROCLAMÓ
LA RESURRECCIÓN.
Por este misterio de salvación,
unidos a los ángeles y a los santos
cantamos a una sola voz
el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
santifica estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …,
con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
188

Plegaria Eucarística IV

(1988)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
212

El mismo Dios

2ª Corintios 4,6-12

El mismo Dios que dijo:
“De las tinieblas brille la luz”,
es el mismo que ha hecho brillar la luz
en nuestros corazones,
para irradiar el conocimiento de su gloria,
que está en el rostro de Cristo.
QUE ESTÁ EN EL ROSTRO DE CRISTO.
PERO LLEVAMOS ESTE TESORO
EN VASOS DE BARRO.
Para que se manifieste
que lo sublime de este amor
viene de Dios, viene de Dios
y que no viene de nosotros.
LLEVANDO SIEMPRE
EN NUESTRO CUERPO
EL MORIR DE JESÚS,
PARA QUE SE MANIFIESTE
EN NUESTRO CUERPO
QUE ESTÁ RESUCITADO.
Atribulados en todo, mas no desesperados;
perseguidos, mas nunca abandonados;
derribados, mas no aniquilados.
LLEVANDO SIEMPRE …
Y MIENTRAS NOSOTROS MORIMOS
EL MUNDO RECIBE LA VIDA.
LLEVANDO SIEMPRE …
213

El sembrador

Marcos 4,3ss

SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR
Y UNA PARTE CAYÓ EN EL CAMINO.
Vinieron las aves, se la comieron,
se la comieron.
SE LA COMIERON.
SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR
Y UNA PARTE CAYÓ EN LA PIEDRA.
Salió el sol, la secó, no había tierra.
NO HABÍA TIERRA.
SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR
Y UNA PARTE CAYÓ EN EL ESPINO.
Creció la semilla, creció el espino, la sofocó.
LA SOFOCÓ.
SALIÓ EL SEMBRADOR A SEMBRAR
Y UNA PARTE CAYÓ EN LA TIERRA.
Y dio fruto, unos treinta, otros sesenta.
Y ALGUNOS CIENTO.
«El que tenga oídos
y quiera oír, que oiga.»
¡QUE OIGA!
No seas camino.
NO SEAS CAMINO.
No seas la piedra.
NO SEAS LA PIEDRA.
No seas espino.
NO SEAS ESPINO.
Que seas la tierra,
LA BUENA TIERRA,
donde Jesús pueda crecer,
DONDE JESÚS PUEDA CRECER.
221

Las armas de la Luz

Efesios 6,11ss

Revestíos de la armadura de Dios,
empuñando las armas de la luz.
Porque nuestra lucha
no es contra la carne ni la sangre,
más contra los espíritus del mal
que viven en el mundo tenebroso.
CEÑIDOS CON LA VERDAD,
REVESTIDOS DE LA
JUSTICIA DE LA CRUZ.
Que no se resiste al mal,
mas lleva sobre sí
los pecados de los demás.
CALZADOS CON EL CELO
POR ANUNCIAR EL EVANGELIO,
MAS SOBRE TODO
CON EL ESCUDO DE LA FE.
Que Cristo te ama ciertamente,
que ha dado su vida por ti
cuando eras malvado y pecador.
CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU,
QUE ES LA PALABRA DE DIOS,
Y CORONADOS
CON EL YELMO DE LA SALVACIÓN.
Que Cristo Jesús resucitó,
que él es el Señor,
que volverá, que volverá
y nos llevará con él.
ALELUYA, ALELÚ, ALELÚ, ALELUYA.
ALELUYA, ALELÚ, ALELÚ, ALELUYA.
245

Jesús recorría todas las ciudades

Mateo 9,35ss

Jesús recorría todas las ciudades,
Jesús de pueblo en pueblo
anunciaba el Reino. Y viendo las gentes
que lo seguía se conmovió.
ESTABAN CANSADOS,
ESTABAN ABATIDOS
COMO OVEJAS SIN PASTOR.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
«La mies es grande,
es verdaderamente grande
y los obreros son pocos.
Rogad, hermanos, al Dueño de la mies
que envíe obreros a su mies.»
«Mirad que yo os envío
como ovejas entre lobos.
Sed prudentes como serpientes,
y sencillos como palomas.»
COMO PALOMAS.
«No llevéis ni bolsa ni dinero,
ni alforja, ni calzado.
Y anunciad que el Reino está cerca.»
¡Cristo ha resucitado y viene con nosotros!
¡VIENE CON NOSOTROS!
El que ama a su padre
o a su madre más que a mí,
NO ES DIGNO DE MÍ, NO ES DIGNO DE MÍ.
El que ama a su hijo o a su hija más que a mí,
NO ES DIGNO DE MÍ, NO ES DIGNO DE MÍ.
El que no tome su cruz y me siga,
NO ES DIGNO DE MÍ, NO ES DIGNO DE MÍ.
Porque el que busca en este mundo su vida,
LA PERDERÁ, LA PERDERÁ.
Y el que pierda su vida por el amor mío,
LA ENCONTRARÁ, LA ENCONTRARÁ.
Quien os escucha ME ESCUCHA A MÍ.
Quien os acoge ME ACOGE A MÍ.
QUIEN ME ACOGE A MÍ
ACOGE A DIOS, ACOGE A DIOS.
246

La Cordera de Dios

Mateo 1,18ss

Era la Virgen María prometida de José,
cuando antes de que vivieran juntos,
se encontró encinta por obra
del Espíritu Santo.
Y José, como era justo
y no quería repudiarla,
decidió abandonarla en secreto.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA!
CORDERA DE DIOS, HUMILDE CORDERA
QUE NO TE RESISTES AL MAL.
MADRE DE JESÚS Y MADRE NUESTRA,
RUEGA POR NOSOTROS,
RUEGA POR NOSOTROS.
María dio a luz a su hijo,
lo envolvió en pañales
y lo acostó en un pesebre
porque no había sitio para ellos en la posada.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
Y una noche José se levantó,
tomó al niño y a su madre
y huyó a Egipto
porque querían matar al niño.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
Un grito se siente en Ramá, ¡Ay Ayaay!
un llanto y un lamento grande:
es Raquel que llora a sus hijos,
y no quiere ser consolada,
porque ya no existen.
¡QUÉ AMARGA ES EL AGUA, MARÍA! …
El Ángel del Señor le dijo a José en Egipto:
«Levántate, toma contigo
al niño y a su madre,
y vuelve a la tierra de Israel;
porque «de Egipto llamé a mi Hijo.»
CORDERA DE DIOS ...
254

Sermón de la montaña

Lucas 6,20-38

Alzando los ojos hacia
sus discípulos, Jesús decía:
DICHOSOS LOS POBRES,
PORQUE VUESTRO
ES EL REINO DE DIOS.
DICHOSOS LOS QUE AHORA
TENÉIS HAMBRE,
PORQUE SERÉIS SACIADOS.
DICHOSOS LOS QUE LLORÁIS AHORA,
PORQUE REIRÉIS.
Dichosos seréis cuando os odien,
os injurien a causa del Hijo del hombre.
Alegraos ese día,
que vuestra recompensa
será grande en el cielo.
¡AY DE VOSOTROS, LOS RICOS!
PORQUE HABÉIS RECIBIDO
VUESTRO CONSUELO.
¡AY DE LOS QUE REÍS AHORA!
PORQUE TENDRÉIS
AFLICCIÓN Y LLANTO.
AMAD A VUESTROS ENEMIGOS,
HACED EL BIEN A LOS QUE OS ODIAN.
AL QUE TE HIERE EN UNA MEJILLA,
PRESÉNTALE TAMBIÉN LA OTRA;
AL QUE TE QUITE EL MANTO,
NO LE NIEGUES LA TÚNICA;
AL QUE TE QUITE LO QUE ES TUYO,
NO SE LO RECLAMES.
AMAD A VUESTROS ENEMIGOS,
HACED EL BIEN A LOS QUE OS ODIAN.
NO JUZGUÉIS,
NO CONDENÉIS;
PERDONAD
Y SERÉIS PERDONADOS.