Jerusalén
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26
A ti, Señor, se debe la alabanza en Sion
Salmo 65 (64)
A ti, Señor, se debe la alabanza, en Sión.
A ti se te cumple el voto, en Jerusalén.
A ti que escuchas la oración
viene todo mortal, viene todo mortal.
A TI QUE ESCUCHAS LA ORACIÓN
VIENE TODO MORTAL,
VIENE TODO MORTAL.
Pesan sobre nosotros nuestros pecados,
mas tú perdonas nuestras culpas.
Dichoso el que tú eliges, el que tú llamas,
vivirá en tus atrios.
A ti que escuchas la oración
viene todo mortal, viene todo mortal.
A TI QUE ESCUCHAS LA ORACIÓN …
¡Nos saciaremos de los bienes de tu casa,
de la santidad de tu templo!
Con los prodigios de tu amor
tú nos hablas,
con los portentos de tu justicia
nos respondes.
A ti que escuchas la oración
viene todo mortal, viene todo mortal.
A TI QUE ESCUCHAS LA ORACIÓN …
41
Babilonia criminal
Salmo 137 (136)
JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA
ACORDÁNDONOS DE TI
NOS SENTAMOS A LLORAR;
DE LOS SAUCES COLGABAN
LAS GUITARRAS;
ACORDÁNDONOS DE TI
NOS SENTAMOS A LLORAR.
«¡CANTADNOS!» NOS DECÍAN
NUESTROS ENEMIGOS.
«¡CANTADNOS!» NOS DECÍAN
NUESTROS OPRESORES.
ELLOS QUERÍAN QUE NOSOTROS
LES DIVIRTIÉRAMOS.
¿Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extraña?
¡Si de ti me olvidare,
que se me seque la mano derecha!
¡Que se me pegue la lengua al paladar,
si de ti yo me olvidare Jerusalén
en la cumbre de mi alegría!
SEÑOR, TOMA CUENTAS
A NUESTROS ENEMIGOS.
SEÑOR, TOMA CUENTAS
A NUESTROS OPRESORES.
CUANDO ELLOS SE DECÍAN:
¡ARRASADLA HASTA EL CIMIENTO!
¡Capital de Babilonia criminal,
quién pudiera pagarte los males
que nos has hecho,
quién pudiera estrellar
tus hijos contra la piedra!
JUNTO A LOS CANALES ...
79
Felicidad para el hombre
Salmo 128 (127)
FELICIDAD PARA EL HOMBRE
QUE TEME AL SEÑOR,
FELICIDAD PARA EL HOMBRE
QUE CAMINA POR SU SENDERO.
Vivirá del trabajo de sus manos,
¡será feliz y gozará de todo bien!
Su esposa como vid fecunda en medio de su casa.
Sus hijos, como brotes de olivo en torno a su mesa.
FELICIDAD PARA EL HOMBRE …
Así será bendecido el hombre que teme al Señor.
¡Que te bendiga Dios desde Sión,
que puedas tú ver la prosperidad de Jerusalén,
que puedas tú ver a los hijos de tus hijos!
¡Paz a Israel!
FELICIDAD PARA EL HOMBRE …
86
Hijas de Jerusalén
Lucas 23,28-46
HIJAS DE JERUSALÉN,
NO LLORÉIS,
NO LLORÉIS POR MÍ.
Que si esto hacen con el leño verde,
con el seco ¿qué se hará?,
con el seco ¿qué se hará?
¡Aaaay!
HIJAS DE JERUSALÉN ...
Padre, perdónales,
porque no saben que es lo que hacen.
Perdónales, perdónales«.
¡Aaaay!
HIJAS DE JERUSALÉN ...
Yo te aseguro:
hoy estarás conmigo
en el Paraíso.
HIJAS DE JERUSALÉN ...
¡Padre, Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu!
¡Ah! ¡Ah! ¡Aaah! ¡Ay!
HIJAS DE JERUSALÉN ...
94
Jerusalén reconstruida
Tobías 13,11-17
Bendice, alma mía al Señor,
bendice, alma mía, al gran Rey
porque será reconstruida
Jerusalén, Jerusalén.
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
JERUSALÉN RECONSTRUIDA,
JERUSALÉN PARA SIEMPRE.
Jerusalén será reconstruida,
con zafiros y esmeraldas,
de piedras preciosas sus murallas;
sus torres de oro puro.
Sus plazas son de rubí,
sus calles de oro de Ofir;
en sus puertas se exultará
y en sus casas se cantará.
JERUSALÉN, JERUSALÉN ...
Brillará tu luz hasta los confines de la tierra.
Vendrán a ti pueblos numerosos,
vendrán a ti todas las naciones,
hasta la casa de su Nombre.
Las generaciones te cantarán,
todos los pueblos exultarán
y en ti el Nombre de tu Elegido
será para siempre, será para siempre.
JERUSALÉN, JERUSALÉN ...
¡Malditos sean los que te dicen palabras crueles!
¡Malditos sean los que te destruyen!
¡Todos los que derriban tus murallas
y tiran por tierra tus torres!
¡Mas sean benditos, benditos para siempre,
los que te construyen, los que te edifican!
¡Benditos los que te aman!
¡Los que lloran por tus castigos!
Porque en tus puertas se exultará,
porque en tus casas se cantará.
JERUSALÉN, JERUSALÉN ...
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
105
María, madre del camino ardiente
Himno a la Virgen del Tercer Milenio
¡María, Madre del camino ardiente!
Tú nos libras del fuego de las pasiones
con el rocío de tu intercesión,
tú nos libras del fuego de las pasiones
con el rocío de tu intercesión.
¡HUMILDE MARÍA, TODA INMACULADA,
ÁNGEL DE LA GUARDA DEL TERCER MILENIO;
LUGAR DE TODAS LAS GRACIAS;
IMAGEN DE LA VIRTUD;
TU BELLEZA CANTA LA JERUSALÉN CELESTE!
¡Tú nos has mostrado el camino!
Bajo la cruz nos has recibido,
Madre del camino ardiente;
bajo la cruz nos has recibido,
¡cómo decir no a tu Hijo Sufriente!
¡HUMILDE MARÍA …
106
María, pequeña María
Himno
María, pequeña María,
tú eres la brisa suave de Elías,
el susurro del Espíritu de Dios.
Tú eres la zarza ardiente de Moisés
que llevas al Señor y no te consumes.
Tú eres «el lugar junto a mí»
que mostró el Señor a Moisés;
tú eres la hendidura de la roca
que Dios cubre con su mano
mientras que pasa su Gloria.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS
SI HEMOS HALLADO GRACIA A SUS OJOS.
ES CIERTO QUE SOMOS PECADORES,
MAS RUEGA TÚ POR NOSOTROS
Y SEREMOS SU PUEBLO Y SU HEREDAD.
María, pequeña María,
¡Hija de Jerusalén!
Madre de todos los pueblos,
¡Virgen de Nazaret!
Tú eres la nube del desierto
que protege la marcha de Israel;
tú eres la tienda de la reunión;
el arca que lleva la alianza;
el Santuario de la Gloria del Señor.
VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS …
110
Misericordia mía, misericordia
Salmo 51 (50) “Miserere”
Misericordia mía, Misericordia.
MISERICORDIA MÍA, MISERICORDIA.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
POR TU INMENSA COMPASIÓN
BORRA MI CULPA;
lava del todo mi delito,
LIMPIA MI PECADO.
MISERICORDIA MÍA, MISERICORDIA ...
Pues yo reconozco mi culpa,
TENGO SIEMPRE PRESENTE MI PECADO:
contra ti, contra ti sólo pequé,
COMETÍ LA MALDAD QUE ABORRECES.
En la sentencia tendrás razón,
EN EL JUICIO RESULTARÁS INOCENTE.
Mira, que en la culpa nací,
PECADOR ME CONCIBIÓ MI MADRE.
Te gusta un corazón sincero,
Y EN MI INTERIOR ME INCULCAS SABIDURÍA.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
LÁVAME: QUEDARÉ
MÁS BLANCO QUE LA NIEVE.
Hazme oír el gozo y la alegría,
QUE SE ALEGREN
LOS HUESOS QUEBRANTADOS.
Aparta de mi pecado tu vista,
BORRA EN MÍ TODA CULPA.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
RENUÉVAME POR DENTRO
CON ESPÍRITU FIRME;
no me arrojes lejos de tu rostro,
NO ME QUITES TU SANTO ESPÍRITU.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
AFIÁNZAME CON ESPÍRITU GENEROSO;
enseñaré a los malvados tus caminos,
LOS PECADORES VOLVERÁN A TI.
Líbrame de la sangre,
oh Dios, Dios Salvador mío,
Y CANTARÁ MI LENGUA TU JUSTICIA.
Señor, me abrirás los labios,
Y MI BOCA PROCLAMARÁ TU ALABANZA.
Los sacrificios no te satisfacen:
SI TE OFRECIERA UN HOLOCAUSTO,
TÚ NO LO QUERRÍAS.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
UN CORAZÓN QUEBRANTADO Y
HUMILLADO, TÚ NO LO DESPRECIAS.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
RECONSTRUYE
LAS MURALLAS DE JERUSALÉN:
Entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
SOBRE TU ALTAR
SE INMOLARÁN NOVILLOS.
MISERICORDIA MÍA, MISERICORDIA …
122
Por el amor de mis amigos
Salmo 122 (121)
Por el amor de mis amigos,
por el amor de mis hermanos,
déjame que yo te diga:
¡La paz contigo!
¡Qué alegría cuando me dijeron:
vamos a la Casa del Señor!
¡YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES
TUS UMBRALES, JERUSALÉN!
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
DE NUEVO REEDIFICADA.
Por el amor de mis amigos ...
… ¡La paz contigo!
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
SEGÚN LA COSTUMBRE DE ISRAEL
PARA CANTAR AL SEÑOR.
JERUSALÉN, JERUSALÉN …
Por el amor de mis amigos ...
… ¡La paz contigo!
Pedid la paz, pedid la paz
para Jerusalén:
¡QUE SEA LA PAZ, QUE SEA LA PAZ
CON TODOS LOS QUE TE AMAN!
JERUSALÉN, JERUSALÉN …
208
Consolad a mi pueblo
Isaías 40,1-11
CONSOLAD A MI PUEBLO,
Y HABLAD AL CORAZÓN DE JERUSALÉN
Y DECIDLE QUE SE ACABA SU ESCLAVITUD.
¡Ohey! Una voz en el desierto grita:
«preparad el camino, la senda al Señor.»
PORQUE EL SEÑOR VIENE CON POTENCIA,
TRAE CONSIGO EL PREMIO.
COMO EL PASTOR REÚNE SU REBAÑO;
LLEVA AL CORDERILLO EN SUS BRAZOS.
Como el pastor conduce con cuidado
las ovejas que van a ser madres;
como el pastor que lleva a sus hombros
la oveja perdida.
CONSOLAD A MI PUEBLO …
236
Como lirio entre los cardos
Cantar de los Cantares 1,13ss
Como perfume de mirra
es mi amado, así es mi amado,
reposa sobre mi pecho.
Como lirio entre los cardos
es mi amada, así es mi amada,
mi amada entre las doncellas.
¡QUÉ BELLA ERES, AMADA MÍA,
QUÉ BELLA ERES, QUÉ BELLA ERES!
¡PALOMAS SON TUS OJOS,
PALOMAS SON TUS OJOS!
¡QUÉ HERMOSO ERES, AMADO MÍO,
QUÉ HERMOSO ERES, QUÉ DELICIOSO!
PURO VERDOR ES NUESTRO LECHO,
PURO VERDOR ES NUESTRO LECHO.
Como el manzano entre los árboles silvestres,
así es mi amado,
mi amado entre los jóvenes.
A su sombra que anhelaba
estoy sentada, y es dulce su fruto,
qué dulce al paladar.
ME HA INTRODUCIDO
EN LA SALA DEL BANQUETE,
Y LA BANDERA QUE ENARBOLA
SOBRE MÍ ES EL AMOR.
Su izquierda sobre mi cabeza,
y con su diestra me abraza.
YO OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN
NO DESPERTÉIS AL AMOR,
HASTA QUE A ELLA LE PLAZCA.
237
Cuando dormía
Cantar de los Cantares 5,2ss
Cuando dormía, mi corazón velaba.
¡La voz de mi amado oí!:
«¡Abre, hermana mía, ábreme paloma!
Que mi cabeza está cubierta de rocío
y mis cabellos del relente de la noche.»
¡Metió la mano
por el agujero de la cerradura;
y toda entera me estremecí!
Me levanté corriendo,
y mis manos destilaron mirra,
mirra fluida mis dedos,
por el pestillo de la puerta.
OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN,
SI ENCONTRÁIS A MI AMADO,
DECIDLE QUE MUERO DE AMOR.
Abrí, abrí a mi amado,
pero no estaba, ya había pasado.
Y el alma se me escapó en su huida.
Lo busqué y no lo hallé,
lo llamé, lo llamé,
y no me respondió.
Me encontraron los guardias,
que hacen la ronda, me golpearon,
me desnudaron
los guardias de las murallas.
OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN …
¡Ay, si tú fueras mi hermano!
Te podría besar
al encontrarte en la puerta.
OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN …
242
Hermosa eres, amiga mía
Cantar de los Cantares 6 y 7 – Quinto Poema
HERMOSA ERES,
AMIGA MÍA, COMO TIRSÁ,
BELLÍSIMA, COMO JERUSALÉN.
JERUSALÉN, JERUSALÉN,
JERUSALÉN, JERUSALÉN.
¡Qué lindos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas,
obra de manos de un artista.
Tu ombligo es como un ánfora redonda.
Tu cuello, es una torre de marfil.
Tus ojos, como las piscinas de Jesbón.
Tu cabeza es como el monte Carmelo,
tu pelo, es como la púrpura;
¡un rey en él está prisionero!
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
«¿Quién es ésta que surge como la aurora,
bella como la luna,
esplendente como el sol?»
¡Qué bella eres, oh amor,
qué bella eres, oh delicia!
Bellísima como Jerusalén,
bellísima como Jerusalén,
Jerusalén ¡Aay! Jerusalén,
Jerusalén, Jerusalén.
HERMOSA ERES, AMIGA MÍA …
253
Quiero andar
Canto Sefardí
Quiero andar, madre, a Jerusalén, Jerusalén.
A comer las hierbas y a saciarme de ellas,
saciarme de ellas.
EN EL SENDERO ME ENCUENTRO YO.
EN EL SENDERO CAMINO YO.
EN EL SEÑOR DE TODO EL MUNDO,
DE TODO EL MUNDO.
LALA, LA LA LA LA LA LA LALA …
Hazme saciarme de ellas, que pueda apagar mis ansias,
que son ansias de amistad,
que son ansias de humildad,
que son ansias, que son ansias de obediencia.
EN EL SENDERO …
ADONAI ELOHENU,
ADONAI ELOHENU,
ADONAI EJAD.