amén

Aparece 62 veces en 17 canto(s)

amén

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Amén, Amén, Amén

Apocalipsis 7,12-14

AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
Bendición y gloria, sabiduría,
acción de gracias demos a Dios.
AMÉN, AMÉN, AMÉN ...
Honor y poder y fortaleza;
honor y poder demos a Dios.
BENDICIÓN Y GLORIA, SABIDURÍA,
ACCIÓN DE GRACIAS DEMOS A DIOS.
AMÉN, AMÉN, AMÉN ...
¿Quiénes son y de dónde vienen?
¿QUIÉNES SON Y DE DÓNDE VIENEN?
ESTOS SON LOS QUE VIENEN
DE LA GRAN TRIBULACIÓN.
ESTOS SON LOS QUE VIENEN
DE LA GRAN TRIBULACIÓN,
Y LAVARON SUS TÚNICAS
Y LAS BLANQUEARON
EN LA SANGRE DEL CORDERO,
EN LA SANGRE DEL CORDERO.
ESTOS SON LOS QUE VIENEN ...
AMÉN, AMÉN, AMÉN ...
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Ave María I

Lucas 1,28ss

Ave María,
llena de gracia,
el Señor es contigo,
Bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS,
RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS PECADORES.
RUEGA AHORA
Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
40

Ave María II (1984)

Lucas 1,28ss

Ave María,
llena de gracia,
el Señor es contigo,
Bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.
SANTA MARÍA,
MADRE DE DIOS,
RUEGA POR NOSOTROS
QUE SOMOS PECADORES.
RUEGA AHORA
Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE.
AMÉN.
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Hacia ti, morada santa

Himno

HACIA TI MORADA SANTA,
HACIA TI TIERRA DEL SALVADOR,
PEREGRINOS, CAMINANTES, VAMOS HACIA TI.
Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne, tu Sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo en tu morada santa,
beberemos tu Sangre, tu fe nos salvará.
HACIA TI MORADA SANTA …
Somos tu pueblo santo que hoy camina unido,
tú vas entre nosotros, tu amor nos guiará.
Tú eres el camino, tú eres la esperanza.
Hermano de los pobres. Amén. Aleluya.
HACIA TI MORADA SANTA …
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Himno de Adviento

Himno

Una voz recia disipa con sus ecos la oscuridad,
lejos el ensueño, Jesús brilla ya;
levántese el alma entorpecida
y deje de arrastrarse por el suelo.
¡Amanece una nueva estrella!
Ved que se nos envía un Cordero
para satisfacer gratuitamente nuestras deudas;
vayamos a Él con lágrimas, pidámosle todos perdón.
Para que cuando aparezca glorioso en su segunda venida,
y llene el mundo de espanto, Él nos proteja piadoso.
POR ESO, YO LE CANTO ESTA BALADA
AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU.
¡QUE ELLOS VIVAN, AMÉN!
POR ESO, YO LE CANTO ESTA BALADA
AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU.
¡QUE ELLOS VIVAN, AMÉN!
96

La Salve

Himno

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada nuestra
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
el fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Jesucristo, de Jesucristo.
Amén.
145

Stabat mater dolorosa

Secuencia del siglo XIII

STABAT MATER DOLOROSA
IUXTA CRUCEM LACRIMOSA
DUM PENDEBAT FILIUS.
Era su alma un gemido,
era un dolor, era un grito,
cuando una espada la atravesó.
¡Oh qué triste y afligida
está la bendita Madre del Unigénito!
STABAT MATER DOLOROSA ...
¿Cuál es el hombre que no llora,
al ver a la Madre de Cristo
en tanto suplicio?
Por los pecados de su gente
ella ve a Jesús en tormentos,
y sometido a los azotes.
STABAT MATER DOLOROSA ...
Ella ve a su Hijo amado
que muere desolado,
y que entrega su Espíritu.
Oh, Cristo, cuando yo deba morir,
por tu bendita Madre
hazme conseguir
la palma de la victoria.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
156

Veni creator

Himno de vísperas de Pascua, de la Ascensión a Pentecostés

VEN, ESPÍRITU CREADOR
VISITA NUESTRA MENTE;
LLENA DE TU AMOR
EL CORAZÓN QUE HAS CREADO.
Oh dulce consolador,
don del Padre altísimo,
agua viva, fuego, amor,
santo crisma del alma.
DEDO DE LA MANO DE DIOS,
PROMESA DEL SALVADOR,
DERRAMA TUS SIETE DONES,
SUSCITA EN NOSOTROS LA PALABRA.
Sé luz del intelecto,
llama ardiente en el corazón,
sana nuestras heridas
con el bálsamo de tu amor.
DEFIÉNDENOS DEL ENEMIGO,
DANOS EL DON DE LA PAZ.
TU GUÍA INVENCIBLE
NOS PRESERVE DEL MAL.
Oh Luz de eterna sabiduría,
desvélanos el gran misterio
de Dios Padre y del Hijo,
unidos en un solo amor.
AMÉN.
170

Bendición del agua

De Liturgia Bautismal de la Vigilia Pascual

Oh Dios, que por medio
de los signos sacramentales
tú obras con invisible potencia
las maravillas de la salvación.
De muchos modos a través de los tiempos
has preparado el agua, tu criatura,
para que fuese signo del Bautismo.
Desde los orígenes, tu Espíritu,
aleteaba sobre las aguas,
para que contuviesen
la fuerza de santificar.
Y también en el Diluvio
has prefigurado el Bautismo,
para que hoy, como ayer,
el agua señalase el fin del pecado
y el inicio de la Vida Nueva.
Tú, has liberado de la esclavitud
a los hijos de Abraham
haciéndoles pasar ilesos el Mar Rojo,
para que fuesen la imagen
del futuro pueblo de bautizados.
Por fin, en la plenitud de los tiempos,
tu Hijo, bautizado en el agua del Jordán
fue consagrado por el Espíritu Santo.
LEVANTADO EN LA CRUZ,
DE SU COSTADO SALIÓ
SANGRE Y AGUA.
Y después de su resurrección
ordenó a sus discípulos:
«Id y anunciad el Evangelio
a todos los pueblos,
Y BAUTIZADLOS
EN EL NOMBRE DEL PADRE,
Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.»
Ahora, ahora Padre
mira con amor a tu Iglesia
y haz brotar para ella
la fuente del Bautismo.
Infunde en esta agua,
por obra del Espíritu Santo,
la gracia de tu Único Hijo,
para que por el Sacramento del Bautismo,
el hombre, hecho a tu imagen,
sea lavado de todos sus pecados,
y del agua y del Espíritu Santo
renazca como nueva criatura.
Descienda Padre
en esta agua,
por obra de tu Hijo,
la potencia del Espíritu Santo.
Para que todos aquellos que hoy reciban
el Bautismo, sean sepultados con Cristo.
¡Y MUERTOS CON ÉL,
RESURJAN,
RESUCITEN
A LA VIDA INMORTAL!
Por Cristo, Nuestro Señor.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
174

Credo

Símbolo Apostólico

CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO,
CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA.
CREO EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR,
QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO,
NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN.
PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO,
FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO,
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS.
AL TERCER DÍA RESUCITÓ, RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS,
SUBIÓ AL CIELO Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DE DIOS,
DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS.
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO,
LA SANTA IGLESIA CATÓLICA,
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS,
EL PERDÓN DE LOS PECADOS,
LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE
Y LA VIDA ETERNA.
AMÉN.
175

Gloria a Dios en lo alto del cielo

Himno Litúrgico

GLORIA DIOS EN LO ALTO DEL CIELO,
Y PAZ EN LA TIERRA
A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR.
TE ALABAMOS, TE GLORIFICAMOS,
TE ADORAMOS, TE DAMOS GRACIAS
POR TU INMENSA GLORIA.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único,
JESUCRISTO.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
Tú que quitas el pecado del mundo,
atiende a nuestra súplica;
tú, que estás sentado
a la derecha del Padre,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS;
PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO,
SÓLO TÚ SEÑOR,
SOLO TÚ ALTÍSIMO,
JESUCRISTO,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
AMÉN, AMÉN.
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Plegaria Eucarística II - Modelo I (doxología alternativa)

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …, con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
185

Plegaria Eucarística II - Modelo II

Modelo II (1987)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO.
Verdaderamente
es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias, siempre y en todo lugar.
A ti, Padre Santo, por Jesucristo,
tu amadísimo Hijo.
Por él, que es tu Palabra viviente,
hiciste todas las cosas;
tú nos lo enviaste Salvador y Redentor
hecho hombre por obra del Espíritu Santo,
y nacido de la Virgen María,
para cumplir tu voluntad
y adquirir para ti un pueblo santo,
Él extendió sus brazos en la cruz,
muriendo destruyó la muerte.
Y proclamó
la resurrección.
Y PROCLAMÓ
LA RESURRECCIÓN.
Por este misterio de salvación,
unidos a los ángeles y a los santos
cantamos a una sola voz
el himno de tu gloria:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad:
santifica estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado
a su Pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues, Padre, al celebrar ahora
el memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida
y el cáliz de salvación,
y te damos gracias porque nos haces dignos
de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia
extendida por toda la tierra;
y con el Papa …,
con nuestro obispo …
y de todos los que en ella cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza
de la resurrección,
y de todos los que han muerto
en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
San José su santo esposo, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna
y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
188

Plegaria Eucarística IV

(1988)

El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO
HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO,
ES JUSTO Y NECESARIO.
Realmente es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte, Padre Santo,
porque tú eres el único Dios vivo y verdadero
que existes desde siempre y vives
para siempre; luz sobre toda luz.
Porque tú solo eres bueno y fuente de vida,
hiciste todas las cosas,
para colmarlas de tus bendiciones
y alegrar su multitud
con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando la gloria de tu rostro,
te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría,
y por nuestra voz las demás criaturas,
aclamamos tu nombre cantando:
SANTO, SANTO, SANTO ...
Te alabamos, Padre Santo, porque eres grande,
porque hiciste todas las cosas
con sabiduría y amor.
A imagen tuya creaste al hombre
y le encomendaste el universo entero,
para que, sirviéndote a ti, su creador,
dominara todo lo creado.
Y cuando por desobediencia perdió tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca.
Reiteraste, tu alianza a los hombres;
por los profetas los fuiste llevando
con la esperanza de la salvación.
Padre Santo, tanto amaste al mundo
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen,
y así compartió en todo,
nuestra condición humana,
menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres,
la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios,
él mismo se entregó a la muerte
y, resucitando, destruyó la muerte.
RESUCITANDO,
DESTRUYÓ LA MUERTE
Y NOS DIO NUEVA VIDA.
Y para que no vivamos ya
para nosotros mismos, sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno el Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas
llevando a plenitud tu obra en el mundo.
Y este mismo Espíritu santifique, Señor,
estas ofrendas, para que sean Cuerpo
y Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor,
y así celebremos el gran misterio
que nos dejó, como alianza eterna.
Porque él mismo llegada la hora en que había
de ser glorificado por ti, Padre Santo,
habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
Y, mientras cenaba con sus discípulos,
tomó pan, te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz
lleno del fruto de la vid y te dio gracias,
lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres,
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
Este es el sacramento de nuestra Fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, SEÑOR,
PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN,
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Por eso, nosotros, Señor, al celebrar ahora
el memorial de nuestra redención,
recordamos la muerte de Cristo,
y su descenso al lugar de los muertos,
proclamamos su resurrección
y ascensión a tu derecha;
y mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre,
sacrificio agradable a ti
y salvación para todo el mundo.
Dirige tu mirada sobre esta víctima
que tú mismo has preparado a tu Iglesia,
y concede a cuantos compartimos
este pan y este cáliz,
que congregados en un solo cuerpo,
por el Espíritu Santo,
seamos en Cristo, víctima para tu alabanza.
ALABANZA DE TU GLORIA.
ALABANZA DE TU GLORIA.
Acuérdate, Señor, de todos aquellos
por quienes ofreciste este sacrificio;
de tu servidor el Papa ...
de nuestro obispo ..., del orden episcopal
de todo el clero, de cuantos aquí reunidos
hacemos esta oblación,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan
con sincero corazón.
Acuérdate también de los que
murieron en la Paz de Cristo
y de todos los difuntos
cuya fe solo tú conociste.
Padre, misericordioso,
que todos tus hijos nos reunamos
en la heredad de tu reino.
con María, la Virgen Madre de Dios,
y con los apóstoles y los santos;
y allí, junto con toda la creación,
libre ya de pecado y de muerte,
te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo
todos los bienes.
Por Cristo, con Cristo y en Cristo,
a ti Dios Padre omnipotente
en la unidad del Espíritu Santo
todo honor y gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN, AMÉN, AMÉN, AMÉN.
194

Pregón Pascual

Pregón solemne de la Vigilia Pascual

Exulten los coros de los ángeles,
exulte la asamblea celeste,
y un himno de gloria
aclame el triunfo del Señor resucitado.
Alégrese la tierra, inundada por la nueva luz.
EL ESPLENDOR DEL REY
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
DESTRUYÓ LAS TINIEBLAS,
LAS TINIEBLAS DEL MUNDO.
Que se alegre nuestra madre la Iglesia,
resplandeciente de la gloria de su Señor;
y que en este lugar resuene unánime
la aclamación de un pueblo en fiesta.
El Señor esté con vosotros.
Y CON TU ESPÍRITU.
Levantemos el corazón.
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
ES JUSTO Y NECESARIO …
Realmente es justo y necesario
exaltar con el canto la alegría del espíritu
y elevar un himno al Padre Todopoderoso,
y a su único Hijo, Jesucristo.
Él ha pagado por todos al eterno Padre
la deuda de Adán, y con su sangre,
derramada por amor, ha cancelado
la condena antigua del pecado.
Ésta es la Pascua,
en que se inmola el Cordero.
Ésta es la noche en que fueron liberados
nuestros padres de Egipto.
Ésta es la noche
que nos salva de la oscuridad del mal.
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
¡Oh admirable condescendencia de tu amor!
¡Oh incomparable ternura y caridad!
¡Por rescatar al esclavo has sacrificado al Hijo!
Sin el pecado de Adán,
Cristo no nos habría rescatado.
¡OH FELIZ CULPA QUE MERECIÓ
TAN GRANDE REDENTOR!
¡OH FELIZ CULPA!
¡Oh noche maravillosa
en que despojaste al faraón
y enriqueciste a Israel!
¡Oh noche maravillosa!
Tú sola conociste la hora
en que Cristo resucitó.
¡Oh noche que destruyes el pecado
y lavas todas nuestras culpas!
¡Oh noche realmente gloriosa
que reconcilias al hombre con su Dios!
ÉSTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO
HA VENCIDO LA MUERTE
Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO.
En esta noche acepta, Padre santo,
este sacrificio de alabanza que la Iglesia
te ofrece por medio de sus ministros
en la liturgia solemne de este cirio,
que es el signo de la nueva luz.
Te rogamos, Señor, que este cirio.
ofrecido en el honor
de tu nombre, brille radiante,
llegue hasta ti, como perfume suave,
se confunda con las estrellas del cielo.
Lo encuentre encendido el lucero de la mañana,
esa estrella que no conoce el ocaso.
QUE ES CRISTO, TU HIJO RESUCITADO,
RESUCITADO DE LA MUERTE.
AMÉN, AMÉN, AMÉN.
205

Así habla el Amén

Apocalipsis 3,14-22

ASÍ HABLA EL AMÉN,
EL TESTIGO FIEL Y VERAZ,
EL PRINCIPIO
DE LAS CRIATURAS DE DIOS.
Conozco tu conducta:
no eres ni frío ni caliente.
¡Ojalá fueras frío o caliente
y no tibio,
porque voy a vomitarte de mi boca!
Tú dices: «yo soy rico; nada me falta.»
Y no te das cuenta
de que eres un desgraciado,
digno de compasión,
pobre, ciego y desnudo.
ASÍ HABLA EL AMÉN
Te aconsejo que me compres
oro acrisolado al fuego
para que te enriquezcas,
y vestidos blancos
para cubrir tu desnudez.
Mira que estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y me abre,
entraré en su casa,
y cenaré con él y él conmigo.
ASÍ HABLA EL AMÉN
231

A la cena del Cordero

Himno de Vísperas del tiempo Pascual hasta la Ascensión

A LA CENA DEL CORDERO
VESTIDOS CON BLANCAS TÚNICAS,
ATRAVESADO EL MAR ROJO
CANTAMOS A CRISTO, EL SEÑOR.
Su cuerpo, lleno de amor,
sobre la mesa es el Pan vivo;
su sangre, sobre el altar,
es el cáliz del nuevo pacto.
Manso cordero inmolado
es Cristo, nuestra Pascua;
su cuerpo adorable
es el verdadero pan ácimo.
A LA CENA DEL CORDERO …
En esta hora admirable
retornan los antiguos prodigios;
su brazo potente nos salva
del ángel de la muerte.
Irradia sobre la Iglesia
el gozo pascual, oh Señor,
y une a tu gran victoria
a los que han renovado el Bautismo.
A LA CENA DEL CORDERO …
Sea honor, alabanza y gloria
a Cristo victorioso de la muerte,
al Padre y al Santo Espíritu
ahora y por los siglos eternos.
AMÉN.